Crece la presi¨®n sobre Obama para que se pronuncie sobre el matrimonio gay

Mientras el presidente ¡®evoluciona¡¯, la sociedad tambi¨¦n y la mayor¨ªa de los estadounidenses (50%, seg¨²n Gallup) est¨¢ a favor de que los matrimonios gais sean reconocidos por la ley. Quienes han aumentando la tendencia han sido los independientes y los dem¨®cratas, los republicanos permanecen inamovibles en su opini¨®n de que no sean legales.

Y sin embargo, Barack Obama sigue en el armario de la indefinici¨®n, ¡®evolucionando¡¯, como dijo en referencia al tema en diciembre de 2010: ¡°las actitudes evolucionan, incluidas las m¨ªas¡±. Lo que el presidente va a sufrir a partir de ahora y hasta que los ciudadanos acudan a las urnas el 6 de noviembre es una tremenda presi¨®n para que abandone el limbo de la evoluci¨®n y se manifieste en un sentido o en otro.

Obama apoya una gran mayor¨ªa de derechos civiles de los gais y es el art¨ªfice de haber acabado con una ley que ¨¦l mismo compar¨® con las leyes segregacionistas que dominaban el sur en los a?os sesenta. Cuando hace m¨¢s de dos a?os el presidente anunci¨® su intenci¨®n de poner fin a la pol¨ªtica que reg¨ªa en el Ej¨¦rcito de ¡®no preguntes, no lo digas¡¯ (¡®dont ask, dont tell¡¯), Obama declar¨® en la cena anual en Washington de Human Rights Campaign (HRC) lo siguiente: ¡°No puedo pediros paciencia, como no se les pod¨ªa exigir hace medio siglo a los afroamericanos que reclamaban igualdad de derechos¡±.

Y sin embargo, para gran parte del activismo gay en particular y el electorado dem¨®crata en general, el compromiso del presidente con los derechos de homosexuales y lesbianas se queda corto, es ambiguo y carece de fecha. El hecho de que su n¨²mero dos, el vicepresidente Joe Biden, insinuase el pasado fin de semana su apoyo al matrimonio gay y que al d¨ªa siguiente, lunes, el secretario de educaci¨®n Arne Duncan, declarase sin ambages su respaldo pondr¨¢ sin duda m¨¢s presi¨®n sobre Obama.

Durante todo este primer mandato, el presidente ha ido sorteando el delicado asunto tratando de tener a todo el mundo contento, mientras hac¨ªa equilibrios al satisfacer a las bases dem¨®cratas sin ganarse la antipat¨ªa de votantes independientes cruciales en noviembre. Obama conoce las estad¨ªsticas y sabe que el 55% del electorado negro no apoya el matrimonio gay (frente al 42% que est¨¢ de acuerdo). Pero tambi¨¦n sabe que su casi seguro contrincante a la Casa Blanca, Mitt Romney, ni siquiera expresa dudas -ahora- y se opone frontalmente a tales uniones.

El tema est¨¢ hoy m¨¢s de actualidad que nunca. No s¨®lo por la divisi¨®n que se ha abierto en la Casa Blanca -por mucho que ¨¦sta insista en que las opiniones de Duncan son privadas y que no hay cisma- sino porque Carolina de Norte vota hoy una proposici¨®n que decidir¨¢ un cambio en su Constituci¨®n que pretende definir el matrimonio exclusivamente como aquel que forma un hombre y una mujer ¨Cy excluye uniones civiles- y que puede crear tendencia nacional.