¡°Los l¨ªderes de Europa deben entender que el crecimiento es necesario¡±

La prioridad estrat¨¦gica de este siglo para Estados Unidos es la regi¨®n Asia-Pac¨ªfico. Pero la envejecida y decadente Europa sigue siendo el principal aliado ¡ªy un socio comercial fundamental¡ª de Washington en la escena global. Por ello, la crisis que debilita al Viejo Continente inquieta mucho a EE UU. Philip Gordon, vicesecretario de Estado para Eurasia, cree que Europa ¡°est¨¢ en el buen camino¡± para salir de ella, pero sus Gobiernos deben concienciarse de que el crecimiento es ¡°necesario¡±. En una entrevista concedida en Madrid, el brazo derecho de Hillary Clinton para Europa, la OTAN y la UE, exhort¨® adem¨¢s los aliados a mantener un ¡°adecuado¡± gasto militar.

Pregunta. Fran?ois Hollande acaba de ganar las elecciones en Francia con la promesa de luchar contra el dogma de la austeridad e impulsar el crecimiento. Esta posici¨®n gana cada vez m¨¢s apoyos. ?Se equivoc¨® Europa, bajo la presi¨®n de Alemania, al aplicar tanto rigor fiscal?

Respuesta. Nadie tiene soluciones f¨¢ciles y un¨ªvocas para esta situaci¨®n. El debate no deber¨ªa ser una disyuntiva entre gastar m¨¢s o recortar. La soluci¨®n est¨¢ en una combinaci¨®n de elementos. Los pasos que ha dado Europa en los ¨²ltimos meses han sido avances importantes. La acci¨®n del BCE, las reformas estructurales en pa¨ªses como Italia, Grecia y Espa?a, el pacto fiscal, el acuerdo con Grecia: todo eso hace que Europa est¨¦ en el buen camino. Muchos votantes est¨¢n reclamando ahora que una agenda para el crecimiento acompa?e a la de la austeridad. Pero los l¨ªderes tambi¨¦n est¨¢n en esa l¨ªnea desde hace algunos meses. Era necesario para los Gobiernos atacar el problema de la deuda; pero tambi¨¦n es indispensable que se den cuenta ¡ªtodos debemos hacerlo¡ª de que es necesario que el crecimiento acompa?e: para conservar el apoyo de la opini¨®n p¨²blica a las reformas, pero tambi¨¦n para la deuda, porque no puedes reducirla si no creces.

P. En Europa se extiende un sentimiento de hostilidad a la globalizaci¨®n y al capitalismo. Crecen los partidos populistas y marginales. Los Parlamentos se fragmentan, y la gobernanza se hace m¨¢s dif¨ªcil. ?Le preocupa a EE UU contar con socios fr¨¢giles e inestables?

Para conservar el apoyo de la opini¨®n p¨²blica a las reformas , el crecimiento tiene que acompa?ar a las medidas de austeridad. No se puede reducir la deuda si no se crece

R. Extremistas y partidos marginales siempre crecen en tiempos de dificultades econ¨®micas. Esto no es nuevo. No es sorprendente ver protestas y votos para partidos antisistema. Es algo preocupante y que observamos con atenci¨®n, pero no hay que exagerar el riesgo. Ser¨ªa equivocado concluir que la respuesta de los electores a las recientes pol¨ªticas haya sido votar a populistas. En realidad, la tendencia principal es simplemente votar en contra del partido en el poder.

P. La crisis claramente reduce el peso de Europa en el mundo y su m¨²sculo militar. ?Vamos a convertirnos en un actor irrelevante en la escena mundial?

R. No hay ninguna duda de que la tendencia de largo plazo del gasto militar europeo es negativa y es un asunto que preocupa. Europa necesita medios para ser un socio cre¨ªble e importante para EE UU. Es una tendencia que viene de lejos y que es exacerbada por la crisis. As¨ª que urgimos a los aliados europeos a tener eso en la cabeza y mantener recursos adecuados para Defensa. Pero Europa sigue siendo un socio fundamental para nosotros. La operaci¨®n en Libia lo demuestra. Naturalmente, estamos preocupados de que las capacidades europeas desaparezcan si el gasto militar se reduce demasiado. El cuadro tiene luces y sombras, y habr¨¢ que esforzarse en gastar de manera m¨¢s eficaz.

P. Putin acaba de retomar la presidencia rusa. La ampliaci¨®n de la OTAN y el escudo antimisiles han causado en el pasado graves tensiones con Rusia. ?Merece la pena avanzar en esos proyectos al coste de un empeoramiento de las relaciones con Rusia?

R. La ampliaci¨®n de la OTAN ha sido un ¨¦xito enorme que ha contribuido a la estabilidad y al desarrollo de la democracia en la Europa centrooriental. Esto no es para nada una amenaza a Rusia. No tenemos nada de que disculparnos, y seguimos creyendo que la pol¨ªtica de puertas abiertas es la actitud correcta. En defensa antimisiles, hemos aclarado que se trata de una necesidad estrat¨¦gica, dada la creciente amenaza procedente de la proliferaci¨®n bal¨ªstica y nuclear. Toda la Alianza apoya el programa. No est¨¢ dirigido contra Rusia y no mina su capacidad ofensiva. Queremos colaborar con Mosc¨². No niego que todav¨ªa no hemos hallado un acuerdo. Pero seguiremos trabajando para ello. En cualquier caso, hemos dejado claro desde el principio que queremos desarrollar la relaci¨®n con Rusia, pero no lo haremos a expensas de los intereses de nuestros aliados y amigos. La ampliaci¨®n OTAN y escudo antimisiles est¨¢n entre ellos.

P. ?Cree que ser¨¢ posible alcanzar alg¨²n acuerdo con Putin sobre Siria?

R. Tenemos serias discrepancias sobre la cuesti¨®n siria. Lamentamos que Rusia no apoyara varias resoluciones de la ONU porque dividi¨® la comunidad internacional y dio a Asad la impresi¨®n de que ten¨ªa un respaldo, y que pod¨ªa seguir en el poder pese al uso brutal de la fuerza. Hemos intentado convencer a los rusos de que Asad no tiene futuro. Se le dieron muchas oportunidades para hacer reformas y dialogar con la oposici¨®n, pero no las aprovech¨®. Cuanto m¨¢s se queda Asad, m¨¢s crece el riesgo de guerra civil.

P. ?Est¨¢ la opci¨®n militar sobre la mesa?

R. No estamos barajando la opci¨®n militar, estamos centrados en la actuaci¨®n diplom¨¢tica. La gente no deber¨ªa inferir que, como hemos utilizado la fuerza en Libia, entonces autom¨¢ticamente no tenemos otras opciones en Siria. Las situaciones son diferentes. Para Libia, ten¨ªamos una resoluci¨®n de la ONU, necesidad clara, claros objetivos militares que pod¨ªamos cumplir, el apoyo de la Liga ?rabe y de los aliados de la OTAN. Con Siria no se cumplen todas esas condiciones.