Grecia dispara la tensi¨®n en la eurozona

Grecia volver¨¢ a las urnas, con casi total seguridad, dentro de un mes. Las elecciones del pasado d¨ªa 6 solo han servido para demostrar que el pa¨ªs seguir¨¢ siendo ingobernable hasta que sus ciudadanos decidan entre una desgracia u otra: seguir en el euro y asumir los pavorosos recortes impuestos por sus acreedores, o desgajarse de la Uni¨®n Europea y emprender un dur¨ªsimo camino en soledad. El presidente Karolos Papulias y los principales dirigentes pol¨ªticos comprobaron ayer que no era posible formar Gobierno, ni pol¨ªtico ni t¨¦cnico. Quiz¨¢ hoy mismo comience un nuevo proceso electoral. El 10 y el 17 de junio son las fechas preferidas para volver a las urnas.

En el pa¨ªs m¨¢s importante de los Balcanes parece regir una sola ley: la de Murphy. Lo que puede salir mal, sale mal. Los griegos votaron de muy mal humor el 6 de mayo, hastiados tras dos largos a?os de sacrificios sin recompensa, y castigaron a los socialistas del Pasok y los conservadores de Nueva Democracia, los grandes partidos que se hab¨ªan alternado en el Gobierno durante las ¨²ltimas d¨¦cadas y que, unidos, firmaron con la troika de acreedores (Uni¨®n Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) el ¡°protocolo¡± de austeridad: del 78% de los votos alcanzado conjuntamente por Pasok y ND en 2009, se ha pasado al 32%. Nadie tiene mayor¨ªa y no hay forma de articular una coalici¨®n coherente.

El presidente Papulias ha pronunciado palabras muy duras tras la reuni¨®n que ha sellado el fracaso definitivo. Ha acusado a los dirigentes pol¨ªticos de anteponer ¡°intereses partidistas mezquinos¡± al ¡°bien com¨²n¡± y de actuar con ¡°arrogancia¡±. Durante el encuentro, seg¨²n los participantes, ya ha habido insultos y descalificaciones. Son s¨ªntomas de impotencia ante una realidad terca: el pa¨ªs se precipita al abismo y no consigue decidir cu¨¢l es la menos mala entre sus opciones.

T¨¦cnicamente, habr¨ªa sido posible una coalici¨®n de Nueva Democracia, Pasok e Izquierda Democr¨¢tica, con 168 de los 300 esca?os del Parlamento. Pero Izquierda Democr¨¢tica tem¨ªa sumarse al frente de la austeridad y reclamaba que Syriza (Coalici¨®n de la Izquierda Radical), la gran sorpresa de las recientes elecciones con un 16% de los votos, se uniera al grupo.

La idea consist¨ªa en formar un frente en defensa del euro. Syriza, sin embargo, no acepta el protocolo de austeridad. E Izquierda Democr¨¢tica lo acepta cada vez menos, a la vista de su impopularidad entre la poblaci¨®n. Incluso algunos sectores del Pasok fantasean con enviar a paseo los dictados de la troika. La coalici¨®n del euro habr¨ªa sido un disparate ef¨ªmero.

El presidente acusa a los l¨ªderes pol¨ªticos de anteponer sus intereses partidistas

Es posible que hoy mismo se convoquen nuevas elecciones, para el 10 o el 17 de junio. Y todo volver¨¢ a quedar paralizado, menos las huelgas y las manifestaciones. Grecia tendr¨¢ un Gobierno provisional, sin capacidad para tomar ninguna decisi¨®n de importancia, en una situaci¨®n cr¨ªtica porque ya no queda dinero en la caja del Estado. Seg¨²n el ministro de Finanzas en funciones, Filipos Sachinidis, hay fondos para pagar las pensiones y los sueldos de los funcionarios este mes, pero no el pr¨®ximo. Para evitar el colapso en junio hace falta que la troika env¨ªe los 18.000 millones comprometidos para estos d¨ªas dentro del cr¨¦dito de rescate de 130.000 millones de euros, y la troika prefiere no hacer la transferencia hasta saber si Grecia est¨¢ dispuesta a cumplir con sus condiciones. Cosa que no se sabr¨¢ hasta que vuelvan a abrirse las urnas. No hay garant¨ªa de que, entonces, el resultado guste a los acreedores.

El presidente Karolos Papulias conf¨ªa en que los griegos demuestren ¡°madurez¡± en la repetici¨®n electoral y respalden a Pasok y Nueva Democracia, los partidos que aceptan los recortes exigidos desde Bruselas, Francfort y Washington. Los sondeos de estos d¨ªas no sugieren que vaya a ocurrir eso, sino lo contrario. Con las pagas extraordinarias suprimidas, las pensiones rebajadas en un 30%, los salarios diezmados, una sanidad p¨²blica de pago y un desempleo oficial que supera el 20% (estimaciones no oficiales lo sit¨²an casi en el 30%), los griegos no muestran ning¨²n entusiasmo por los dos partidos que llevaron el pa¨ªs a la ruina.

El pa¨ªs solo dispone de dinero para pagar las n¨®minas y pensiones de mayo

La izquierda radical de Syriza, en cambio, se frota las manos. Su postura resulta contradictoria, ya que propone seguir en el euro pero sin asumir las exigencias de los acreedores, pero refleja el sentimiento mayoritario entre la poblaci¨®n. El l¨ªder de Syriza, Alexis Tsipras, conf¨ªa en convertirse en primer ministro tras las nuevas elecciones. Trabaja a toda prisa para transformar lo que ahora es una coalici¨®n en un partido, ya que la ley electoral solo entrega la prima de 50 diputados adicionales al vencedor si ¨¦ste es un partido. Y se ha mantenido al margen de las ¨¢speras negociaciones de estos ¨²ltimos d¨ªas. A Syriza le interesa volver a las urnas.

La invocaci¨®n a la ¡°madurez¡± efectuada por el presidente y algunas amenazas burdas ¡ªcomo la formulada por un dirigente del Pasok acerca del "riesgo de guerra civil" en caso de que Grecia saliera del euro¡ª no hacen mella por el momento. A los griegos, con una deuda p¨²blica cercana al 180% del producto interior bruto, les duele el bolsillo al cabo de tantos recortes. Sin embargo, les duele a¨²n m¨¢s el orgullo. La intransigencia con que los acreedores han impuesto sus condiciones, la presencia f¨ªsica de los representantes de la troika en Atenas y el desprecio que perciben por parte de los alemanes alienta un sentimiento de rebeli¨®n y casi de nihilismo. La opci¨®n de romper con la Uni¨®n Europea ya est¨¢ sobre la mesa. Y gana adeptos cada d¨ªa.