Cada familia del accidente a¨¦reo del lago Constanza cobrar¨¢ al menos 2,3 millones
Un tribunal espa?ol condena a los fabricantes Honeywell y ACSS a pagar fuertes indemnizaciones en virtud de las leyes de EE UU por el accidente de 2002 con 77 fallecidos
Fue una horrible tragedia seguida de una venganza sangrienta. 71 muertos, la mayor¨ªa ni?os y j¨®venes rusos que volaban a Barcelona desde Mosc¨², por el choque en pleno vuelo de un Tupolev con un Boeing 757 sobre ?berlingen, junto al lago Constanza, en Alemania. Ocurri¨® el 1 de julio de 2002. El controlador a¨¦reo que vigilaba ese sector fronterizo con Suiza fue asesinado a?o y medio despu¨¦s por un hombre que perdi¨® a sus dos hijos y a su esposa en el accidente. Peter Nielsen, apu?alado en su casa de Z¨²rich, donde viv¨ªa con su mujer y sus dos hijos, no fue responsable del accidente, sino el gigante estadounidense Honeywell y uno de los mayores fabricantes de equipos aeron¨¢uticos ACSS.
La Audiencia de Barcelona dict¨® la semana pasada una sentencia que, en aplicaci¨®n de la legislaci¨®n estadounidense, obliga a ambas compa?¨ªas a abonar entre tres y 11 millones de d¨®lares (de 2,3 a 8,6 millones de euros) a cada una de las 30 familias afectadas que reclamaron en este proceso, lo que multiplica por al menos 15 la indemnizaci¨®n fijada por el juzgado de primera instancia, de algo menos de 200.000 d¨®lares por fallecido. En total los fabricantes deber¨¢n pagar 66 millones de d¨®lares, y las costas procesales de sus recursos.
La sentencia concluye que existe una ¡°relaci¨®n de causalidad exclusiva directa entre los defectos de dise?o, fabricaci¨®n e informaci¨®n del TCAS [sistema de aviso y elusi¨®n de colisi¨®n] y el accidente de ?berlingen¡±, y que ¡°pocos reproches caben hacer a la tripulaci¨®n¡± del Tupolev, que sigui¨® las indicaciones del controlador en vez de las del TCAS. Adem¨¢s, asegura que ¡°incluso el mal funcionamiento del centro de Control A¨¦reo de Z¨²rich, gestionado por Skyguide, no fue el causante final de la colisi¨®n¡±.
El informe t¨¦cnico de la Oficina Federal de Investigaci¨®n de Accidentes de Aviaci¨®n (BFU) concluy¨® que el controlador no se percat¨® a tiempo de que los dos aviones se estaban acercando y que la instrucci¨®n al Tupolev de descender la dio cuando la separaci¨®n necesaria con el Boeing no se pod¨ªa garantizar. Entre las causas sist¨¦micas, la BFU se?ala que se permiti¨® que hubiese un solo controlador en el sector de Z¨²rich. Cuatro directivos de Skyguide fueron condenados a 12 meses de c¨¢rcel en Suiza porque la conducta negligente de la compa?¨ªa de control a¨¦reo contribuy¨® al "homicidio m¨²ltiple".
El texto de la sentencia es ¡°muy severo¡±, dice el abogado de los demandantes Carlos Villacorta, que recuerda c¨®mo Vasily Kaloyev, el hombre que mat¨® al controlador a¨¦reo y cuya representaci¨®n declin¨® su despacho, BCV Abogados, fue recibido como un h¨¦roe en Osetia del Norte tras salir de prisi¨®n en noviembre de 2007. El tribunal reprocha a las empresas que ¡°durante cuatro a?os¡± antes del accidente, los fabricantes de TCAS conoc¨ªan la gravedad de los problemas de dise?o del software especificados en las cuestiones de seguridad detectadas y no hicieron nada¡±.
En concreto, Eurocontrol, el organismo europeo responsable de la seguridad y coordinaci¨®n del tr¨¢fico a¨¦reo, comenz¨® una investigaci¨®n en enero de 2000 (dos a?os antes del accidente) en la que se puso de manifiesto que el TCAS no resolv¨ªa correctamente el conflicto cuando uno de los pilotos implicados en un suceso de p¨¦rdida de separaci¨®n sigue las indicaciones del sistema y el otro no. Justo lo que ocurri¨® en ?berlingen: el piloto del Tupolev, de la compa?¨ªa Bashkirian Airlines, sigui¨® las instrucciones del controlador (descender, lo contrario de lo que indicaba el TCAS) mientras el del Boeing, de la compa?¨ªa DHL, hizo lo que le ped¨ªa el TCAS (descender). Y justo lo que hab¨ªa ocurrido en enero de 2001 (a?o y medio antes) en Yaizu (Jap¨®n), en el que solo hubo heridos.
Ambos sucesos ¡°se podr¨ªan haber evitado¡± con una versi¨®n posterior de ese sistema de alerta y elusi¨®n, que ya ten¨ªa en cuenta ese escenario y no daba por hecho que los pilotos siempre iban a seguir las indicaciones del TCAS y no otras.
El hecho de que haya sido el tribunal catal¨¢n el que dicte sentencia por un caso ocurrido a ciudadanos rusos en Alemania se debe a que Barcelona era el destino de la mayor¨ªa de las v¨ªctimas y a que Honeywell y ACSS evitaron que el caso lo llevase un tribunal de Nueva Jersey (EEUU) utilizando una figura jur¨ªdica inexistente en el derecho espa?ol (forum non conveniens). ¡°Pensaban que as¨ª lograban que se aplicase el derecho espa?ol y no el de Arizona y Nueva Jersey¡±, dice Villacorta. Pero el Convenio de La Haya lo permite, incluso cuando uno de los estados no lo ha ratificado (como sucede con EEUU) y el otro s¨ª (Espa?a).
As¨ª que el tribunal aplica las ¡°pr¨¢cticas judiciales¡± del otro lado del Atl¨¢ntico, mucho m¨¢s generosas en las indemnizaciones que las habituales en Espa?a. Las indemnizaciones deben pagarse a partes iguales por ACSS y Honeywell (que vendi¨® su divisi¨®n de TCAS en 2000) excepto en los casos en que los afectados llegaron a un pacto con esta ¨²ltima y aceptaron el pago se?alado en primera instancia.
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