Atentado mortal contra un instituto en Italia

Melissa Bassi, estudiante de 16 a?os, estaba a punto de entrar a clase poco antes de las ocho de la ma?ana en el Instituto de Moda y Turismo que frecuentaba en Brindisi, en el sureste de Italia. En ese momento estall¨® una bomba. Bassi falleci¨® en el acto y su mejor amiga, Veronica Capodieci, luchaba anoche por la vida, tras sufrir una delicada operaci¨®n en el t¨®rax. Otras cinco compa?eras resultaron heridas de gravedad.

La noticia del atentado contra un centro de ense?anza y la imagen de los cuadernos quemados y desparramados frente al colegio, los cristales rotos y las paredes oscurecidas ha echado m¨¢s le?a al fuego de la inestabilidad que envuelve Italia.

La debilidad pol¨ªtica resulta patente en v¨ªsperas de la segunda vuelta de las municipales, las primeras de la ¨¦poca post-Berlusconi. Los continuos episodios de violencia contra la agencia de recaudaci¨®n de impuestos Equitalia y la agresi¨®n al consejero delegado del grupo Ansaldo Nucleare, Roberto Adinolfi, ha obligado al Gobierno de Mario Monti a reforzar la seguridad para 14.000 posibles objetivos terroristas.

¡°Todas las hip¨®tesis est¨¢n abiertas", declar¨® la ministra del Interior, Maria Cancillieri, avalando la cautela sobre la autor¨ªa del atentado de este s¨¢bado manifestada por el fiscal Cataldo Motta. Sin embargo, si tras los disparos contra Adinolfi la mente de los italianos se centr¨® en las Brigadas Rojas y los a?os setenta, el atentado de Brindisi sac¨® del ba¨²l a otro fantasma: las bombas de la mafia de principios de los noventa.

Un conjunto de s¨ªmbolos y se?ales parece valorar esta sensaci¨®n, no confirmada. La escuela est¨¢ dedicada a Francesca Morvillo, mujer del juez antimafia Giovanni Falcone, quien muri¨® junto a ¨¦l (y a tres agentes de la escolta) el 23 de mayo de 1992, cuando la Cosa Nostra vol¨® el Fiat en el que viajaban rumbo a Palermo. El colegio gan¨® un concurso sobre la lucha contra la criminalidad. Con anterioridad al atentado estaba previsto que los alumnos asistieran a la Caravana de la Legalidad, una marcha organizada por la m¨¢s activa e importante asociaci¨®n antimafia de Italia, Libera. Su presidente, Don Luigi Ciotti, record¨® que ¡°los clanes temen m¨¢s la escuela que la justicia. La educaci¨®n suena el despertador de la conciencia colectiva y corta la hierba bajo los pies de los criminales¡±. La Caravana est¨¢ recorriendo el pa¨ªs con ocasi¨®n del 20 aniversario del asesinado de Falcone.

Este s¨¢bado se a?adi¨® un nuevo nombre que recordar, otra joven, heroina a su pesar, hija ¨²nica de un obrero y de un ama de casa. Manifestaciones espont¨¢neas de repulsa se celebraron horas despu¨¦s en las plazas de Brindisi, de Roma, de Mil¨¢n y de Palermo.

En la noche del 2 de mayo, en Mesagne, el pueblo de las afueras donde viv¨ªa Melissa, una bomba destruy¨® el coche de Fabio Marini, presidente de la asociaci¨®n antiextorsi¨®n local. El 9 de mayo, en el mismo pueblo, la Polic¨ªa arrest¨® a 16 personas por vinculaci¨®n con la Sacra Corona Unita (la mafia de Apulia), el narcotr¨¢fico y la extorsi¨®n. Algunos kil¨®metros m¨¢s al sur, una operaci¨®n antidroga desmantel¨® un clan de 35 personas. Los investigadores se preguntan si la bomba contra las chicas que estudiaban para ser modistas podr¨ªa ser una respuesta al acecho policial.

La criminalidad organizada asesina normalmente a hombres y mujeres en la primera l¨ªnea de la lucha contra sus intereses, como magistrados, periodistas, sindicalistas. Sin embargo, no han faltado en el pasado bombas indiscriminadas: el 27 de mayo de 1993 una explosi¨®n mat¨® a cinco transe¨²ntes e hiri¨® a 50 en el centro de Florencia. En julio del mismo a?o, en Mil¨¢n estall¨® otro artefacto causando 5 muertos. Ambos atentados se atribuyeron a Cosa Nostra. La Sacra Corona Unita tiene un perfil m¨¢s bajo. Suele utilizar artefactos para intimidar. La bomba que se utiliz¨® esta ma?ana, sin embargo, estaba construida para matar: tres bombonas de gas atadas, escondidas en un cubo de basura.