La OTAN dise?a el final en Afganist¨¢n

La OTAN decide en Chicago la fase final de la guerra de Afganist¨¢n: la salida definitiva de las tropas, en la medida de lo posible, de forma ordenada. Estados Unidos y los responsables de la organizaci¨®n conf¨ªan en que no habr¨¢ una precipitaci¨®n de la retirada, aunque en 2013 se producir¨¢ una considerable reducci¨®n del n¨²mero de soldados y las fuerzas extranjeras dejar¨¢n de participar en operaciones de combate en el plazo aproximado de un a?o.

La decisi¨®n del presidente Fran?ois Hollande de poner fin a la implicaci¨®n militar de Francia al t¨¦rmino de este a?o, unido a la impopularidad creciente de la guerra en Afganist¨¢n entre la opini¨®n p¨²blica de EE UU, donde se celebran elecciones presidenciales en noviembre, han provocado el temor a una aut¨¦ntica estampida de tropas que convierta la misi¨®n en un fracaso descomunal.

La OTAN trata en esta cumbre de evitar ese riesgo y pactar una salida ordenada que deber¨ªa concluir al final de 2014. Nadie pretende ya, desde luego, la reconstrucci¨®n o la victoria que se anunci¨® en Afganist¨¢n cuando el conflicto comenz¨®, hace ya m¨¢s de una d¨¦cada. Pero se intenta, al menos, salvar la cara y dejar ese pa¨ªs en unas condiciones de m¨ªnima estabilidad y seguridad.

¡°No se va a acelerar la retirada¡±, asegur¨® el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, al comienzo de dos d¨ªas de reuniones en esta ciudad. ¡°El mensaje que saldr¨¢ de esta cumbre es que estamos comprometidos con el futuro de Afganist¨¢n y que seguimos comprometidos de acuerdo al plan trazado, el mensaje que saldr¨¢ es el de que continuaremos con la transici¨®n tal como est¨¢ ya decidido¡±, manifest¨®.

Rasmussen dijo que la organizaci¨®n comprend¨ªa la necesidad de Hollande de cumplir con su promesa electoral, pero confi¨® en que Francia contin¨²e formando parte de la campa?a afgana ¡°por otros medios¡±. Acept¨® que el pr¨®ximo a?o varios pa¨ªses podr¨ªan reducir su presencia militar, en la medida en que el Ej¨¦rcito afgano vaya asumiendo la principal responsabilidad. EE UU tiene previsto que sus tropas dejen de participar en acciones de combate en el verano de 2013.

Los l¨ªderes de la OTAN se reunir¨¢n con el presidente afgano, Hamid Karzai, que se encuentra en Chicago junto a representantes de 62 pa¨ªses, para certificar su compromiso y detallarle los planes de la transici¨®n. Tambi¨¦n, aunque esto no se ha dicho oficialmente, para presionarle a favor de mayores progresos pol¨ªticos de su parte. La Administraci¨®n norteamericana mantiene actualmente un di¨¢logo directo con los talibanes en busca de un final negociado de la guerra, pero ning¨²n acuerdo ser¨¢ posible si no se abren en el r¨¦gimen afgano espacios suficientes para que todos se sientan representados.

Aunque Rasmussen dijo que la mitad de la poblaci¨®n afgana vive ya en ¨¢reas bajo responsabilidad exclusiva del Ej¨¦rcito afgano, es dudoso que para esa fecha ¨¦ste tenga capacidad suficiente como para contener con garant¨ªas los ataques de los talibanes. Las fuerzas armadas afganas cuentan ya con m¨¢s de 200.000 hombres y la polic¨ªa tiene alistados a 150.000, pero su rendimiento en combate es habitualmente bajo, y existen pruebas de m¨²ltiples infiltraciones entre sus filas de elementos rebeldes.

Ese no es, adem¨¢s, el ¨²nico obst¨¢culo para la pacificaci¨®n de Afganist¨¢n. Otro de importancia es el de la colaboraci¨®n de Pakist¨¢n, el territorio desde el que se supone que act¨²an los talibanes. Pakist¨¢n es decisivo por su influencia pol¨ªtica en Afganist¨¢n y por su posici¨®n geogr¨¢fica. Hace seis meses el Gobierno paquistan¨ª cort¨® las rutas de suministro de la OTAN en Afganist¨¢n como represalia por la muerte de civiles paquistan¨ªes en un bombardeo. Desde entonces, EE UU ha negociado con ese pa¨ªs un soluci¨®n que todav¨ªa no llega. El presidente de Pakist¨¢n, Asif Ali Zardari, se encuentra tambi¨¦n en Chicago, pero no tiene previsto reunirse con Barack Obama, lo que es la demostraci¨®n de que a¨²n no est¨¢ en condiciones de anunciar una reapertura de las v¨ªas de suministro.

El tercer obst¨¢culo para la estabilizaci¨®n de Afganist¨¢n es el econ¨®mico. Obama firm¨® a principio de este mes en Kabul un acuerdo con el presidente Karzai por el que la comunidad internacional se compromet¨ªa a mantener la asistencia financiera a Afganist¨¢n al menos durante una d¨¦cada despu¨¦s de la retirada definitiva. Pero, ?qui¨¦n va a poner el dinero?

Tras la entrevista que Obama sostuvo el s¨¢bado en Camp David con la canciller Angela Mekel, la Casa Blanca anunci¨® que Alemania se ha comprometido a aportar 150 millones de euros. Pocos otros pa¨ªses de Europa podr¨¢n acompa?ar ese esfuerzo. Jap¨®n, que tambi¨¦n ha prometido ayudar, organizar¨¢ el pr¨®ximo mes de julio una conferencia internacional de donantes.

Sin ayuda econ¨®mica, la OTAN dejar¨¢ un Afganist¨¢n tan miserable como el que encontr¨®. Pero, incluso con ayuda econ¨®mica no existen garant¨ªas de progreso si ¨¦sta no es administrada por un Gobierno eficiente y que cuente con respaldo popular. Es ah¨ª donde Karzai entra en escena. Son varios los pa¨ªses de la OTAN que desconf¨ªan de Karzai, empezando por EE UU, pero sigue siendo su ¨²nico caballo en esta carrera.