Matanza terrorista en San¨¢
Al Qaeda en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga y Ansar al Sharia son entidades articuladas, con liderazgo y estrategia, que cuentan con centenares de miembros y considerables recursos materiales
Detr¨¢s de la violencia terrorista que desde hace a?os tiene lugar en Yemen se encuentra Al Qaeda en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga (AQPA). Esta extensi¨®n territorial de Al Qaeda se constituy¨® hacia 2002 en Arabia Saud¨ª pero, tras haber sido desmantelada por las fuerzas de seguridad de dicho pa¨ªs y muchos otros avatares, se refund¨® a partir de 2006 en Yemen, donde la autoridad estatal es d¨¦bil y existen condiciones sociales m¨¢s favorables para su mantenimiento. Ahora bien, AQPA se desenvuelve actualmente en estrecha connivencia con otra entidad af¨ªn constituida recientemente, Ansar al Sharia. AQPA se ha atribuido el tan cruento atentado ¡ªentre 70 y m¨¢s de 100 muertos, seg¨²n distintas fuentes¡ª ocurrido el 21 de mayo durante la celebraci¨®n de un desfile en una explanada cercana al palacio presidencial, no sin se?alar que tanto el ministro de Defensa como el jefe del Estado Mayor en Yemen eran blancos del terrorista suicida que lo perpetr¨®. Pero Ansar al Sharia se ha responsabilizado igualmente, sin que ello sea contradictorio con que AQPA lo haya asumido tambi¨¦n, pues ambas entidades act¨²an en colusi¨®n. Se trata de entidades articuladas, con liderazgo y estrategia, que cuentan con centenares de miembros y considerables recursos materiales.
La precariedad de las instituciones estatales y la inestabilidad pol¨ªtica desde que a inicios de 2011 comenzaron las revueltas antigubernamentales han propiciado que AQPA tenga establecidas sus estructuras y se desenvuelva con soltura
La precariedad de las instituciones estatales en Yemen y la inestabilidad pol¨ªtica por la que atraviesa el pa¨ªs desde que a inicios de 2011 comenzaron las revueltas antigubernamentales, han propiciado que AQPA tenga establecidas sus estructuras, se desenvuelva con soltura e incluso, mediante el concurso de Ansar al Sharia y la provisi¨®n de incentivos selectivos a la poblaci¨®n, haya conseguido imponer su dominio en una parte del territorio, m¨¢s concretamente en algunas localidades situadas en el sur del pa¨ªs. Pero conviene reflexionar sobre en qu¨¦ medida ese dominio obedece a la condescendencia de algunas tribus locales con las que los yihadistas habr¨ªan establecido acuerdos de mutua conveniencia. No se tratar¨ªa tanto de un dominio consolidado como de una situaci¨®n vulnerable al cambio de lealtades en contextos locales donde los intereses y las tradiciones asociadas a formaciones socioculturales espec¨ªficas pueden alterar el balance adquirido por AQPA. Hay sitios, como en la zona de Jaar, donde se han formado milicias tribales para combatir, junto a las fuerzas armadas yemen¨ªes, la presencia yihadista.
El hecho de que AQPA aspire a establecer y consolidar un emirato o dominio isl¨¢mico de signo yihadista en el interior de Yemen no es incompatible con que, como parte de la estructura global de Al Qaeda, ambicione llevar a cabo atentados altamente letales contra ciudadanos e intereses occidentales, particularmente contra ciudadanos e intereses de Estados Unidos. Buenos ejemplos de ello son tanto la propaganda en ingl¨¦s con que AQPA incita a la comisi¨®n de atentados en territorio estadounidense como los conocidos planes para hacer estallar en vuelo aeronaves comerciales norteamericanas, frustrados en diciembre de 2009 y en mayo de 2012. Esa estrategia dual es problem¨¢tica, pues la respuesta de Estados Unidos, una vez constatado el hecho de que AQPA constituye una seria amenaza terrorista para su territorio, tanto directamente como mediante su asesoramiento a las agencias de seguridad yemen¨ªes, ha incidido negativamente sobre la consistencia de dicha extensi¨®n territorial de Al Qaeda. Desde 2009 son cerca de cuarenta los ataques con misiles lanzados desde aeronaves no tripuladas de la inteligencia estadounidense contra mandos e integrantes destacados de AQPA en Yemen.
Qu¨¦ duda cabe de que en el atentado suicida del 21 de mayo hab¨ªa una voluntad de revancha contra las fuerzas de seguridad yemen¨ªes, que con anterioridad hab¨ªan abatido a numerosos militantes de AQPA. Pero es m¨¢s f¨¢cil interpretar una misi¨®n suicida de esas caracter¨ªsticas como una respuesta por parte de esa extensi¨®n territorial de Al Qaeda a la ofensiva que el Ej¨¦rcito de Yemen est¨¢ llevando a cabo contra sus posiciones en el sur del pa¨ªs, sobre todo en la provincia de Abyan. Una campa?a militar que cuenta con el respaldo de Estados Unidos y la colaboraci¨®n de alguno de sus m¨¢s estrechos aliados en materia de contraterrorismo. El futuro de AQPA y de sus entidades asociadas en Yemen depende sobremanera de los inciertos, quiz¨¢ a la postre contraproducentes, resultados de la actual ofensiva militar. Mientras esta contin¨²e, cabe esperar que persistan los atentados suicidas, principal pero no exclusivamente contra blancos de las fuerzas armadas o de los servicios contraterroristas yemen¨ªes. Adem¨¢s, las autoridades de San¨¢ deber¨¢n tener en cuenta que las circunstancias econ¨®micas del empobrecido pa¨ªs favorecen m¨¢s el potencial de movilizaci¨®n yihadista que la legitimaci¨®n del poder central.
________________
Fernando Reinares es investigador principal de Terrorismo Global en el Real Instituto Elcano y catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Rey Juan Carlos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.