Un "fondo de redenci¨®n de la deuda" puede salvar a Europa ya
Los eurobonos son una soluci¨®n a largo plazo
Alemania y otros pagadores est¨¢n ignorando una soluci¨®n m¨¢s barata y eficaz a las demandas cada vez mayores de rescates con dinero p¨²blico; un sistema de eurobonos en el que quienes soporten los riesgos (y los costes) sean los poseedores de dichos bonos, en vez de los contribuyentes.
Si solo es posible tener un sistema de eurobonos a largo plazo, una vez que se hayan instaurado todos los elementos de una pol¨ªtica fiscal com¨²n, entonces es necesaria una soluci¨®n m¨¢s inmediata que permita empezar a abordar la monta?a de la deuda. El Tratado sobre el pacto fiscal aprobado recientemente y negociado a instancias de la canciller alemana compromete a sus 25 firmantes a una mayor disciplina presupuestaria en el futuro pero no sirve para reducir los niveles de deuda actuales ni mejorar las perspectivas de crecimiento.
Alemania se resiste a dar m¨¢s dinero de los contribuyentes a lo que parece ser un pozo sin fondo
Sin embargo, es una propuesta de inspiraci¨®n alemana (del propio consejo econ¨®mico asesor de la canciller Merkel), la idea de crear un Fondo Europeo de Redenci¨®n Colectiva (FERC), la que ofrece la soluci¨®n m¨¢s inmediata. Con ¨¦l, se dispondr¨ªa de 2,3 billones de euros para la mutualizaci¨®n de la deuda por encima del 60% para los pa¨ªses que no est¨¦n incluidos en un programa de rescate. Ser¨ªa un instrumento provisional (hasta que se reduzcan las deudas a niveles sostenibles), con lo que se atender¨ªan las preocupaciones del tribunal constitucional alem¨¢n, se respetar¨ªa la letra de los tratados de la UE y se combinar¨ªa la disciplina necesaria (el pago de las deudas) con la solidaridad (el reparto de unos tipos de inter¨¦s inferiores). Esto bastar¨ªa adem¨¢s para hacer de cortafuegos para pa¨ªses como Italia o Espa?a, para los que los fondos de rescate actuales y permanentes (FEEF y MEE), juntos, ser¨ªan insuficientes. Italia, por ejemplo, debe poco menos de 2 billones de euros, y Espa?a alrededor de 700.000 millones.
Mutualizar una parte de la deuda soberana permitir¨ªa ofrecer un tipo m¨¢s sostenible (y razonable) que el disponible en el mercado a la hora de hacer los pagos a los pa¨ªses con problemas y acosados por la posibilidad de que las agencias de calificaci¨®n les apliquen nuevas rebajas de su deuda que solo sirven para aplazar su recuperaci¨®n.
Los esfuerzos realizados por la UE, el BCE y los prestamistas del sector privado en los ¨²ltimos 24 meses para tratar de superar la crisis de la deuda soberana en la eurozona suman ya un total de un bill¨®n de euros y, aun as¨ª, seguimos tan lejos de resolver la crisis como en diciembre de 2009, cuando empez¨® a ser innegable la terrible situaci¨®n de la deuda griega.
Ha llegado la hora de examinar las soluciones estructurales y ayudar a los pa¨ªses de la eurozona a pagar sus deudas, en vez de seguir prest¨¢ndoles dinero a unos tipos de inter¨¦s cada vez m¨¢s elevados.
Grecia no puede salir del gigantesco agujero de la deuda por su cuenta.
Sin un fondo de redenci¨®n de la deuda?seguiremos teniendo que recurrir a inyecciones del BCE
Incluso la estrategia de reducci¨®n de la deuda negociada hace poco, una condici¨®n exigida para el rescate de 130.000 millones de euros, aspira solo a reducir la deuda al 120,5% del PIB para 2020, y algunos analistas insin¨²an que ser¨ªa f¨¢cil que se desbaratase por una sacudida econ¨®mica o por una recesi¨®n prolongada.
Si se piensa que Grecia deber¨ªa seguir siendo parte de la eurozona ¨Cporque la alternativa, el regreso al dracma, ser¨ªa 10 veces peor, una opini¨®n que yo comparto--, los jefes de Gobierno de la eurozona deben aceptar la l¨®gica inevitable de que, en una zona de moneda ¨²nica, exista una estrategia de pol¨ªtica econ¨®mica ¨²nica, un solo sistema de gobernanza y un mercado de bonos com¨²n.
Un estudio reciente del banco de inversiones Natixis demuestra que un sistema de eurobonos podr¨ªa producir ahorros de unos 13.400 millones de euros al a?o en el conjunto de la eurozona. Los principales beneficiarios ser¨ªan los pa¨ªses que hoy est¨¢n pagando m¨¢s intereses sobre el dinero prestado a sus Gobiernos, pero tambi¨¦n lo aprovechar¨ªan pa¨ªses como Italia y Espa?a, que tendr¨ªan acceso a unos tipos de inter¨¦s m¨¢s bajos, y hasta la propia Alemania pagar¨ªa menos. Podr¨ªa basarse en un modelo al estilo de los seguros, con ¡°bonificaciones por falta de siniestros¡±, es decir, para los Estados que tuvieran un buen comportamiento, que pagar¨ªan intereses m¨¢s bajos que los de mal comportamiento, para as¨ª resolver el dilema del riesgo moral.
Sin ese fondo de redenci¨®n de la deuda o un sistema similar, que recompense a los que se comporten bien y penalicen a los que no, seguiremos teniendo que recurrir a que el BCE inyecte cientos de miles de millones de euros en el sistema bancario cada dos o tres meses y pidiendo a las instituciones financieras internacionales o a inversores extranjeros que nos den m¨¢s dinero, y la esperanza de que se termine la crisis de la deuda seguir¨¢ siendo un sue?o imposible.
Guy Verhofstadt fue primer ministro de B¨¦gica y es miembro fundador del Consejo para el Futuro de Europa del Nicolas Berggruen Institute. Es adem¨¢s l¨ªder del Grupo Liberal y Dem¨®crata en el Parlamento Europeo..
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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