?Formaci¨®n moderna o estudios de v¨ªa estrecha?
Preguntas y respuestas sobre el Plan Bolonia
En realidad, el Plan Bolonia deber¨ªa simplificar la vida estudiantil. Con los nuevos t¨ªtulos de licenciatura y m¨¢ster, los estudiantes podr¨¢n pasar sin problemas de una universidad a otra en toda Europa, promet¨ªan los reformadores. Adem¨¢s, los j¨®venes tendr¨¢n m¨¢s r¨¢pidamente un t¨ªtulo en la mano y podr¨¢n empezar a cosechar experiencia profesional mucho antes. Pero estas grandes expectativas no siempre se han cumplido en la pr¨¢ctica.
?Qu¨¦ es el Plan Bolonia?
Esta reforma persigue dos objetivos fundamentales: un espacio com¨²n europeo de ense?anza superior gracias a titulaciones equiparables y unos estudios claramente orientados a conseguir la capacitaci¨®n de los titulados para ejercer una actividad profesional, lo cual trae consigo un ingreso m¨¢s temprano en el mundo laboral. El proceso Bolonia ¨Cpuesto en marcha en 1999 por 30 ministros de educaci¨®n europeos en la ciudad italiana del mismo nombre y en el ¨ªnterin suscrito por 47 pa¨ªses¨C deb¨ªa crear un espacio ¨²nico de formaci¨®n superior para el a?o 2010. En Alemania, la reforma ya se ha puesto oficialmente en pr¨¢ctica: actualmente el 85% de las 15.000 titulaciones termina con las nuevas titulaciones, todas menos medicina, derecho y en parte magisterio, as¨ª como otros notorios focos de resistencia. En los ¨²ltimos a?os se han sustituido sistem¨¢ticamente los antiguos t¨ªtulos de ¡°magister¡± y ¡°diplom¡± por el de ¡°licenciado¡±, que por lo general dura seis semestres. A este primer t¨ªtulo, que ya debe cualificar para la actividad profesional, se puede a?adir un m¨¢ster (casi siempre de cuatro semestres de duraci¨®n).
?C¨®mo se obtiene el t¨ªtulo de licenciado?
Los pa¨ªses del Plan Bolonia han adoptado el ¡°European Credit Transfer and Accumulation System¡± (ECTS) para medir de manera m¨¢s efectiva las calificaciones estudiantiles y conseguir que sean equiparables a nivel internacional. Antes solo se registraba el tiempo que duraba un seminario (horas semanales en el semestre), pero con la nueva moneda de puntos tambi¨¦n se mide el esfuerzo de la preparaci¨®n y el trabajo posterior (¡°workload¡±). El estudiante se inscribe en m¨®dulos y en seis semestres consigue, por ejemplo, tantos puntos ECTS como se requieren para obtener la licenciatura. Cada m¨®dulo concreto recibe una calificaci¨®n y todas ellas confluyen en la nota final. Cualquier error cometido cuenta en la carrera. En este riguroso sistema, por lo general uno no puede permitirse la holgazaner¨ªa; frecuentemente, se pierde de vista todo lo que va m¨¢s all¨¢ los l¨ªmites de la propia asignatura. En cuanto a contenidos, la licenciatura supone la condensaci¨®n deliberada de una asignatura. Su objetivo consiste en desarrollar "competencias" en el ¨¢mbito de los fundamentos; a continuaci¨®n, ser¨¢ el m¨¢ster el que sirva para especializarse.
?Contra qu¨¦ protestaron los estudiantes hace tres a?os?
En oto?o de 2009, los estudiantes salieron a la calle en docenas de ciudades alemanas para protestar contra el Plan Bolonia. A partir de la protesta, en un principio local, que tuvo lugar en Viena, la chispa se fue propagando a trav¨¦s de las redes sociales como un incendio imparable. La cr¨ªtica se centraba en la escolarizaci¨®n de la formaci¨®n acad¨¦mica. Al mismo tiempo, se dec¨ªa que la sobrecarga de trabajo y ex¨¢menes de la licenciatura era demasiado elevada. De hecho, muchas c¨¢tedras se hab¨ªan limitado a meter a presi¨®n en la licenciatura los contenidos del antiguo t¨ªtulo m¨¢s largo; tambi¨¦n porque muchos catedr¨¢ticos insistieron en que no se hiciera ninguna reducci¨®n precisamente en su asignatura. Tras las protestas, ministros y rectores prometieron mejoras.
Pr¨¢cticamente no hay una escuela superior que no haya introducido la figura del comisionado del Plan Bolonia, y en muchos sitios se han organizado proyectos de di¨¢logo en los que estudiantes y profesores han montado conjuntamente una reforma de la reforma. Son equilibrios en la cuerda floja: si se eliminan contenidos, eso refuerza a los cr¨ªticos que consideran que el modelo de la reforma fomenta de todos modos unos estudios de v¨ªa estrecha. La financiaci¨®n constituye un problema a¨²n no resuelto. En realidad, el planteamiento Bolonia prev¨¦ una intensificaci¨®n del trabajo en peque?os grupos. Eso cuesta dinero destinado a pagar personal adicional. Pero, debido a las dobles promociones de bachillerato, en algunas regiones las escuelas superiores est¨¢n registrando una afluencia r¨¦cord de estudiantes de primer a?o que tambi¨¦n tienen que costear. La cr¨ªtica a los principios del plan Bolonia no ha enmudecido hoy d¨ªa, pero s¨ª es mucho m¨¢s queda.
?Se acepta la licenciatura en el mercado de trabajo?
A menudo las dificultades que hay que afrontar para ser admitido en el m¨¢ster provocan enojo. Las universidades tambi¨¦n se ven obligadas a poner cuotas de acceso por motivos financieros. En el pasado se han dado casos en los que ni siquiera las buenas notas en la licenciatura han bastado para proseguir los estudios. Pero la afluencia al nivel dos del plan Bolonia no ha deca¨ªdo. Seg¨²n las encuestas, menos de la quinta parte de todos los estudiantes alemanes de la licenciatura universitaria se contentan con la primera titulaci¨®n. Sin m¨¢ster se sienten como acad¨¦micos de segunda clase; y saben que en asignaturas como arquitectura o qu¨ªmica, pr¨¢cticamente es imposible hacer carrera solo con la licenciatura. Ciertamente, algunos estudios constatan que solo existe un paro marginal entre los poseedores del t¨ªtulo de licenciado; pero encuestas dirigidas a las empresas recogen quejas sobre la aptitud de los titulados. Argumento: demasiado inmaduros, muy poco aptos para la pr¨¢ctica. En estos momentos, la cuesti¨®n del m¨¢ster es la mayor zona en construcci¨®n del plan Bolonia en Alemania. Estar¨¢ realmente en marcha en un par de a?os, siempre que los muchos estudiantes que ahora inician sus estudios no prefieran entrar en el mercado de trabajo con el t¨ªtulo corto.
?Qu¨¦ ocurre con la movilidad?
Otra zona en construcci¨®n. Por un lado, muchos estudiantes se quejan de las dificultades que acarrea integrar uno o dos semestres en el extranjero dentro del riguroso plan de estudios. Por otro lado, la falta de reconocimiento de las calificaciones obtenidas fuera constituye un problema m¨¢s. Sobre el papel ya existen las condiciones previas para la equiparaci¨®n: el sistema ECTS. Pero el problema est¨¢ en las cabezas de muchos profesores. Todav¨ªa sigue existiendo esa especie de arrogancia del estamento profesoral seg¨²n la cual el propio plan de estudios es el ¨²nico verdadero. En cualquier caso, es absolutamente comprensible que un docente alem¨¢n se muestre esc¨¦ptico cuando alguien ha hecho, por ejemplo, un seminario en Kazajst¨¢n, el m¨¢s reciente miembro del Plan Bolonia. La ciencia teme la p¨¦rdida de calidad. La secci¨®n alemana de la red de estudiantes Erasmus, presente en todo el mundo, nos remite a encuestas dirigidas a estudiantes que han regresado del extranjero. Seg¨²n dichas encuestas, solo algo m¨¢s de la mitad de los alumnos han conseguido la completa convalidaci¨®n de las calificaciones obtenidas fuera del pa¨ªs. Lo habitual es m¨¢s bien un descenso de nivel del n¨²mero de puntos ECTS. Los cr¨ªticos de los principios de la reforma dicen: ¡°No ha fracasado Bolonia, sino Bonn¡±, porque la conferencia de rectores de escuelas superiores tiene su sede en la antigua capital federal.
?C¨®mo proseguir¨¢ la reforma?
En realidad, la cr¨ªtica a menudo va dirigida a las condiciones de estudio: en seminarios en los que deber¨ªan debatir apasionadamente 15 participantes se amontonan 60 personas; o la catastr¨®fica asignaci¨®n de n¨²mero de alumnos por profesor en universidades masificadas que hace que el catedr¨¢tico sea para los estudiantes una figura borrosa vista de lejos. Si se dotara de m¨¢s dinero a las escuelas superiores, tambi¨¦n se lograr¨ªa una mejor puesta en pr¨¢ctica del Plan Bolonia. En este contexto, Alemania, con un presupuesto en gran parte estancado, todav¨ªa est¨¢ en una buena posici¨®n: en otros pa¨ªses de la UE, las partidas destinadas a la formaci¨®n acad¨¦mica se han reducido dr¨¢sticamente debido a la crisis del euro. Adem¨¢s, aunque existan dudas sobre su capacidad, los poseedores del t¨ªtulo de licenciado en Alemania encuentran trabajo debido a la buena coyuntura. No ocurre lo mismo en pa¨ªses con una elevada tasa de paro juvenil como Espa?a. Lo que falta en Alemania es el trato honesto a los frutos de la reforma. Un acad¨¦mico de 22 a?os: eso es algo con lo que la econom¨ªa ha so?ado durante a?os. Pero hoy en d¨ªa apenas s¨ª se concede a los titulados el hecho de que unos estudios m¨¢s cortos solo permiten obtener un conocimiento y una formaci¨®n de la personalidad m¨¢s limitados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.