Los populistas antieuro avanzan en Italia y ya son el tercer partido

Beppe Grillo, el c¨®mico que entr¨® en pol¨ªtica hace a?os con un insulto, ha conquistado en las elecciones administrativas de mayo un municipio importante, Parma. Entre las principales propuestas de su partido, el Movimiento 5 Estrellas, figura la salida del euro y el regreso a la lira. El poder de atracci¨®n del partido est¨¢ unido, sobre todo, a una propaganda antisistema, a la protesta ¡ªno sin fundamento¡ª contra una clase pol¨ªtica incapaz de renovarse, y a una presencia penetrante en internet. Pero es impresionante que el primer partido que se declara expl¨ªcitamente en contra del euro siga conquistando franjas del electorado. En parte, son votos huidos de un centro derecha en plena desintegraci¨®n tras la salida de escena de Berlusconi y los esc¨¢ndalos que han trastocado la Liga, pero Grillo ha captado tambi¨¦n mucho voto de izquierda y tiene una enorme popularidad entre los j¨®venes.

A mediados de mayo, un sondeo de SWG daba al Movimiento 5 Estrellas casi el 14% de los votos: ser¨ªa el tercer partido italiano despu¨¦s del Partido Democr¨¢tico (24%) y el PDL (18%). Y su programa antieuro coincide peligrosamente con un clima de desconfianza creciente de los italianos hacia el proyecto europeo. En el ¨²ltimo informe anual del Eurobar¨®metro, presentado en marzo, 34% de los italianos se declaraban insatisfechos con las medidas adoptadas hasta hoy por la Uni¨®n Europea para salir de la crisis, un porcentaje mucho m¨¢s alto que en el resto de Europa. Y el 20% ¡ªla cifra m¨¢s alta entre los socios del viejo continente¡ª declara que no le hace falta buscar informaciones sobre la UE, es de suponer que por la amplia cobertura que ofrecen los peri¨®dicos y los medios de comunicaci¨®n sobre la crisis, pero el 74%, una cifra alarmante, cree que los ciudadanos no est¨¢n suficientemente informados sobre las cosas que ocurren en Europa.

Este clima se contradice con la tradici¨®n fuertemente europe¨ªsta de nuestro pa¨ªs. Lucrezia Reichlin, que creci¨® en Italia, ense?a en la London Business School pero perteneci¨® durante a?os a una de las instituciones europeas m¨¢s importantes, el Banco Central Europeo. "Los italianos siempre han sido favorables al euro", puntualiza. Cuando era jefa de estudios de la Eurotower, llegaban con frecuencia a su mesa los sondeos sobre las actitudes de los europeos a prop¨®sito de la UE, y nosotros ¨¦ramos siempre uno de los pa¨ªses m¨¢s convencidos. "Ahora, en cambio", a?ade, "creo que el consenso ha disminuido. Es lo mismo que les ha sucedido a los ciudadanos griegos. Hist¨®ricamente, tanto en Italia como en Grecia ha habido siempre un alto grado de desconfianza hacia el propio Gobierno". Seg¨²n la economista, de esa desconfianza hist¨®rica hacia las instituciones "naci¨® la esperanza de que, con la entrada en la UE, fuera posible heredar alguna de las virtudes de otros pa¨ªses con instituciones m¨¢s eficaces". Una opini¨®n que comparte otro especialista en cuestiones europeas, el economista del Colegio de Europa en Brujas Paolo Guerrieri, que califica el europe¨ªsmo italiano como "un asidero, no antagonista sino complementario, para el fortalecimiento de la identidad nacional".

Sin embargo, con la crisis y, sobre todo, con los enormes sacrificios impuestos por las medidas de austeridad, la actitud hacia Europa est¨¢ empeorando. Un cambio de humor del que Beppe Grillo no ha sido el ¨²nico en darse cuenta. Hoy, el ¨²nico partido que defiende con convicci¨®n la pertenencia a la moneda ¨²nica es el Partido Democr¨¢tico. En los peri¨®dicos de derechas se ven cada vez m¨¢s frases agresivas sobre la UE y el euro. Y en el peri¨®dico de referencia para una gran parte del antiguo partido de Berlusconi, Libero, proponen encuestas en las que piden de forma expl¨ªcita que se vote "a favor o en contra del euro" y que destacan que m¨¢s del 60% se declara ya en contra.

Por otra parte, el partido de tradici¨®n m¨¢s euroesc¨¦ptica, la Liga, est¨¢ hoy demasiado ocupado tratando de controlar la ca¨ªda que est¨¢ hundi¨¦ndolo despu¨¦s del esc¨¢ndalo de las financiaciones p¨²blicas en el que se vio envuelta la familia del fundador, Umberto Bossi. Pero conviene recordar que en el ¨²ltimo decenio la coalici¨®n que m¨¢s ha gobernado el pa¨ªs, dirigida por Silvio Berlusconi, siempre cultiv¨® una relaci¨®n llena de altibajos con Europa. Si bien el exministro de Econom¨ªa Tremonti fue uno de los principales art¨ªfices de la reforma del Pacto de Estabilidad que suaviz¨® los criterios sobre el d¨¦ficit a principios de este siglo, por otra parte, con la llegada de la moneda ¨²nica, el Gobierno de centro derecha decidi¨® suspender casi de inmediato la regla de los carteles con el precio expresado en euros y liras. Un regalo al n¨²cleo duro de la base electoral de Berlusconi, los comerciantes. Y una medida que castig¨®, como es sabido, a los consumidores.

Cabe la posibilidad, por tanto, de que la campa?a electoral para las elecciones de 2013 se caracterice por unos tonos muy euroesc¨¦pticos, sobre todo en el centro derecha. hu¨¦rfano de Berlusconi y que sufre una hemorragia de votos. M¨¢s a¨²n porque el pa¨ªs no logra salir de una crisis agravada por las medidas de austeridad y porque el populismo antieuro de Grillo se ha transformado, como bien se ha visto, en un im¨¢n para los votos.