Italia apuesta por la excelencia en el dise?o y la ingenier¨ªa

Existe una escuela en la que no basta con estudiar arquitectura, ingenier¨ªa y dise?o. Los arquitectos, ingenieros y dise?adores tienen que trabajar despu¨¦s en una sociedad, y por eso deben conocer todos sus aspectos. Es un concepto de la formaci¨®n que procede de Estados Unidos y que en Europa solo se aplica en una escuela, la Alta Escuela Polit¨¦cnica, nacida en 2004 de la colaboraci¨®n entre el Polit¨¦cnico de Mil¨¢n y el de Tur¨ªn, las dos universidades t¨¦cnicas m¨¢s grandes y antiguas de Italia.

Este a?o, el curso comenz¨® con una ceremonia en la que el invitado de honor fue Banny Banerjee, de la Escuela de Dise?o de Stanford, para hablar del design thinking, es decir, c¨®mo tener en cuenta al mismo tiempo varios aspectos estrat¨¦gicos de un problema ¡ªdesde las ciencias del comportamiento hasta la sociolog¨ªa econ¨®mica¡ª que parecen tener una relaci¨®n muy lejana con el dise?o y, sin embargo, forman parte esencial de ¨¦l si se quiere trabajar con la m¨¢xima calidad en estos sectores.

Cada a?o se admite solo a 150 estudiantes que deben cumplir unos requisitos especiales, porque lo que se les va a pedir no es nada normal. Durante dos a?os tienen que participar en una serie de cursos en paralelo al programa de m¨¢ster. Los cursos se imparten en ingl¨¦s y no siguen la f¨®rmula cl¨¢sica de las clases de una o dos horas en el aula, sino el modelo de plena inmersi¨®n durante siete d¨ªas, con grupos de cinco o seis alumnos. En total son tres semanas, lo que equivale a 70 horas lectivas entre seminarios, conferencias y trabajo personal. Se llevan a cabo durante el segundo semestre ¡ªen general, en marzo, mayo y julio¡ª. Las materias las proponen los profesores del Polit¨¦cnico o se hacen en colaboraci¨®n con empresas, entidades p¨²blicas e instituciones de investigaci¨®n. La clave de todo es la innovaci¨®n, lo cual significa que cada a?o los cursos cambian y cambian las personas a las que se invita a participar.

La selecci¨®n de los participantes, por tanto, es muy rigurosa, basada en los t¨ªtulos, s¨ª, pero tambi¨¦n en la motivaci¨®n: se exigen un curr¨ªculum muy bueno, una carta de motivaci¨®n y un certificado que acredite los conocimientos de ingl¨¦s.

De los Polit¨¦cnicos de Mil¨¢n y Tur¨ªn en general proceden entre el 5% y el 10% de sus mejores alumnos, escogidos por sus conocimientos pero tambi¨¦n por la pasi¨®n que sienten por su trabajo. Noventa ten¨ªan un t¨ªtulo de m¨¢ster por el Polit¨¦cnico de Mil¨¢n, los otros 60, por Tur¨ªn. Seis de cada 10 hab¨ªan obtenido el cum laude, pero todos los que llegan deben tener una media superior a 27 sobre 30. Despu¨¦s de comenzar, la tercera parte no consigue aguantar el ritmo y abandona. Los que contin¨²an hasta el final reciben dos t¨ªtulos, el de la universidad de origen y el de la Alta Escuela de Especializaci¨®n.

Llegar al mercado de trabajo con una doble titulaci¨®n es una garant¨ªa. Seg¨²n un sondeo realizado hace tres a?os en una asociaci¨®n de antiguos alumnos, todos trabajaban, uno de cada cuatro en el extranjero. El 20% encontr¨® trabajo incluso antes de acabar la especializaci¨®n, y los dem¨¢s en el plazo de dos meses despu¨¦s de terminar.