Intercambio de Erasmus Pisa-Lisboa
Clelia Bettini, 34 a?os, de Pisa (Italia), profesora de italiano en la Universidad de Co¨ªmbra. Ricardo Alves, 36 a?os, de Braganza (Portugal), ingeniero de telecomunicaciones.
Conoc¨ª a Ricardo durante su a?o de Erasmus en Pisa. Yo hac¨ªa primero en la universidad de mi ciudad, estudiaba lengua y literatura portuguesa, y ten¨ªamos amigos comunes. Yo viv¨ªa con mi familia, y ¨¦l, con otros estudiantes; envidiaba su estilo de vida, mucho m¨¢s abierto, alegre y ca¨®tico. Su casa era un aut¨¦ntico puerto de mar, y viajaba con otros j¨®venes extranjeros por toda Italia para conocerla mejor. Nos gustamos desde el principio: en m¨ª influy¨®, sin duda, que fuera un pedazo de ese Portugal que tanto me fascinaba. Y nuestras diferencias culturales eran una especie de valor a?adido a nuestra relaci¨®n, aunque ¨¦l no acababa de comprender c¨®mo pod¨ªamos comer tanta pasta en vez del pescado y la carne que ¨¦l consideraba fundamentales para una correcta alimentaci¨®n.
Terminada su estancia en Pisa, al a?o siguiente decid¨ª irme de Erasmus a Lisboa: quer¨ªa profundizar el conocimiento de la lengua y vivir una experiencia total en el extranjero, pero no niego que tambi¨¦n ten¨ªa el objetivo de estar cerca de ¨¦l. Viv¨ªa con otras estudiantes: ¨¦ramos novios pero hac¨ªamos vidas independientes. Mi aspecto y mi buena pronunciaci¨®n me permitieron vivir un a?o muy intenso, como una portuguesa entre portugueses. Evitaba frecuentar a otros italianos, porque quer¨ªa absorber la cultura al cien por cien y captar todos sus matices. Recuerdo lo que me irritaba convivir con su temperamento, su resignaci¨®n melanc¨®lica, una especie de apat¨ªa hacia la pol¨ªtica y los temas sociales, cuando yo ven¨ªa de la Toscana, donde el compromiso militante era mucho m¨¢s apasionado y absorbente. Poco a poco comprend¨ª que, aun as¨ª, mi futuro estaba en esa tierra, y desde 2004 Ricardo y yo vivimos juntos, somos pareja de hecho.
Decid¨ª irme de Erasmus a Lisboa: quer¨ªa profundizar en el idioma pero tambi¨¦n ten¨ªa el objetivo de estar cerca de ¨¦l"
Sin Erasmus seguramente no nos habr¨ªamos conocido, porque ¨¦l no ten¨ªa posibilidades econ¨®micas de viajar al extranjero. Y de aquella experiencia quedan muchas huellas visibles: el deseo constante de viajar, los amigos por toda Europa con los que estamos en contacto y nos reencontramos, la tranquilidad y la facilidad con que se dominan varias lenguas y, sobre todo, una sociabilidad y una disposici¨®n a hacer las cosas en comunidad que se transparenta incluso en nuestra vida diaria. Y ahora estamos esperando nuestro primer hijo, que nacer¨¢ dentro de un par de meses: todav¨ªa no hemos decidido si ponerle un nombre italiano o portugu¨¦s, pero lo que importa es que pueda crecer en medio de una sana contaminaci¨®n de diferentes culturas.
Clelia Bettini
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.