Los socialistas franceses buscan una mayor¨ªa c¨®moda en el Parlamento
La campa?a arranca con la derecha desmotivada y buscando sucesor a Sarkozy
Sin tiempo para desconectar de las presidenciales, ya est¨¢n aqu¨ª las legislativas que deben conceder o negar a Fran?ois Hollande la mayor¨ªa necesaria para gobernar sin sobresaltos y aprobar las reformas prometidas durante la campa?a que le llev¨® al El¨ªseo. Los comicios del 10 de junio (primera vuelta) y el 17 (segunda) se presentan de momento bastante igualados, con los sondeos dando una ventaja de un punto a los socialistas (32%) sobre la derecha de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP, 31%). La nueva formaci¨®n de Marine Le Pen (Agrupaci¨®n Bleu Marine) cabalga con un 16% de intenci¨®n de voto hacia su regreso a la Asamblea Nacional, donde podr¨ªa llegar a tener ocho diputados, mientras el frente de Izquierda captar¨ªa un 8%, y los Verdes y el centrista Modem, un 4%.
Las encuestas muestran que la movilizaci¨®n de los electores es bastante menor que en las presidenciales, y solo un 62% del censo piensa acudir a las urnas, aunque la cifra es cinco puntos mayor que la participaci¨®n real que hubo en 2007. Los votantes de derechas est¨¢n especialmente desmotivados por la derrota de Nicolas Sarkozy ¡ªalejado del mundanal ruido en un palacio del rey Mohamed VI en Marrakech¡ª y solo el 53% de quienes le apoyaron planea votar. La discreta fuga del padre fundador de la UMP ha desatado, como era previsible, la guerra de sucesi¨®n.
Retirado estrat¨¦gicamente a sus cuarteles de invierno Alain Jupp¨¦, que decidi¨® no volver a presentarse como diputado para mantenerse como alcalde de Burdeos hasta que lleguen tiempos mejores, las hostilidades se han desatado entre Jean-Fran?ois Cop¨¦, secretario general del partido, y Fran?ois Fillon, exprimer ministro, quien ha afirmado que tras la marcha de Sarkozy el partido ¡°no tiene un l¨ªder natural¡±.
La izquierda parte con ventaja global, aunque no domina de forma abrumadora los sondeos, sobre todo porque los socialistas no han querido sellar un acuerdo preelectoral con el Frente de Izquierdas de Jean-Luc M¨¦lenchon que habr¨ªa evitado luchas fratricidas en las plazas m¨¢s disputadas. M¨¦lenchon, que parte como favorito a la batalla m¨¢s medi¨¢tica contra Marine Le Pen en el basti¨®n de la l¨ªder ultraderechista, el deprimido pueblo norte?o de H¨¦nin-Beaumont, ha acusado a la primera secretaria del PS, Martine Aubry, de haber impedido el acuerdo traicionando a la izquierda dura.
Tras quedar fuera del Gobierno, Aubry ha fumado la pipa de la paz en p¨²blico con el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, y ambos codirigir¨¢n la campa?a del PS, pese a que Le Canard Enchain¨¨ ha afirmado que Aubry espet¨® el otro d¨ªa a sus colaboradores una frase memorable que ella desmiente: ¡°No trabajar¨¦ con ese naze [incapaz]¡±.
Los socialistas han optado por concurrir solos con el Partido Radical de Izquierda y sin los comunistas agrupados en el Frente de Izquierda porque saben que si logran la mayor¨ªa en la Asamblea ser¨ªa la primera vez en la historia que controlan las dos c¨¢maras parlamentarias y el El¨ªseo, lo que les facilitar¨ªa una gobernaci¨®n c¨®moda y permitir¨ªa a Hollande desmarcarse del influjo radical de M¨¦lenchon y emprender posibles reformas estructurales de corte alem¨¢n que la izquierda de la izquierda podr¨ªa frenar desde dentro.
Los ecologistas, ya integrados en el Gobierno con dos viceministros, cuentan con sacar entre 17 y 25 diputados gracias al pacto alcanzado con el PS en noviembre pasado, y esto conceder¨ªa a Hollande una mayor¨ªa relativa llegado el caso, nada complicado, de que no obtenga la mayor¨ªa absoluta.
Un resultado menos claro podr¨ªa obligar al PS a depender del Frente de Izquierda, que hoy tiene 20 esca?os, y a negociar ley a ley las reformas. Las encuestas no contemplan de momento una posible victoria de la UMP que generar¨ªa un nuevo e incierto periodo de cohabitaci¨®n. Una de las claves hist¨®ricas de las legislativas son las triangulares, es decir los esca?os que se dirimen en la segunda vuelta con tres candidatos en liza, pero las previsiones no adelantan un alto n¨²mero de disputas entre PS, UMP y FN.
Si se confirma la alta abstenci¨®n, esto beneficiar¨ªa a los dos grandes partidos y perjudicar¨ªa a las huestes azulonas de Le Pen, porque es necesario obtener un m¨ªnimo del 12,5% de los votos del total de los inscritos en el censo para colarse en la segunda vuelta. La buena noticia para los posfascistas es que el 50% de los encuestados desea ver diputados de la ultraderecha en la Asamblea, y su gran apuesta es una segunda candidata rubia de cara alargada y apellido Le Pen, nieta del viejo paracaidista Jean-Marie y marcada por un nombre de inequ¨ªvoco sabor a Vichy: Marion Mar¨¦chal Le Pen.
La sobrina de la l¨ªder, de 22 a?os y estudiante de un master en Derecho P¨²blico, se presenta como favorita por la circunscripci¨®n de Carpentras, un pueblo de la Provence donde el FN obtuvo su mejor resultado nacional en las presidenciales y famoso por la infamia: en 1990 cuatro neonazis profanaron varias tumbas jud¨ªas; a?os despu¨¦s la justicia les conden¨® pero estableci¨® que no estaban ligados al partido. La joven mariscala ha dicho que su candidatura es una forma de rehabilitar a su abuelo: ¡°Su honor qued¨® limpio, pero a¨²n no lo hemos lavado en la plaza p¨²blica¡±.
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