El complejo pasado empresarial del candidato republicano
Los republicanos presentan el ¨¦xito en los negocios de Romney como su principal credencial, mientras los dem¨®cratas lo usan como ariete pol¨ªtico
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La foto del ya candidato oficial republicano a la Casa Blanca es de los tiempos de bonanza econ¨®mica, cuando Bain Capital, la firma administradora de activos financieros especializada en capital riesgo daba tanto dinero que sus socios se pod¨ªan permitir bromear fotografi¨¢ndose con billetes de d¨®lares rebosando de los bolsillos de sus caros trajes. Aquellos eran otros tiempos, mediados de los ochenta y principios de los noventa, cuando Mitt Romney y sus socios de Bain practicaban el capitalismo sin escr¨²pulos para hacer caja de forma f¨¢cil.
Desde entonces, el pa¨ªs ha vivido una crisis econ¨®mica que ha sido comparada con la de los a?os veinte del siglo pasado. Esa foto de siete hombres presumiendo de sus ganancias ¡ªalgunos de ellos muerden billetes; Romney en el centro¡ª no es de las que se han publicitado en la campa?a del exgobernador de Massachusetts, y sin embargo figura entre las favoritas del equipo electoral de Barack Obama, porque ha visto en el pasado empresarial del republicano un obst¨¢culo para lograr la Casa Blanca. Ese mismo pasado es el que aporta en su curr¨ªculo como credencial para lograr el poder el pr¨®ximo 6 de noviembre el candidato del Partido Republicano. Romney cita su experiencia en los negocios como la principal baza por la que deber¨ªa ser presidente.
Su fortuna se basa en una firma que compraba empresas para venderlas
La naturaleza de Bain Capital es objeto de intenso debate. C¨®mo Romney gan¨® sus muchos millones tambi¨¦n. Lo que Bain hac¨ªa ¡ªy hace, aunque Romney ya no est¨¢ al frente¡ª era una actividad totalmente legal, pero que muchos ven ahora como la responsable de los malos tiempos econ¨®micos y de desempleo que se viven en Estados Unidos. La misi¨®n de Bain era comprar peque?as y medianas empresas en las que invert¨ªa unos pocos d¨®lares; lavarles la cara para darles mayor visibilidad en el mercado y luego venderlas al mejor postor. Con esta f¨®rmula, a Romney le sal¨ªa el dinero de los bolsillos pero las empresas acababan por sucumbir ante la depreciaci¨®n las inversiones, lo que finalmente se traduc¨ªa en el cierre del negocio y el despido de los trabajadores, que se sumaban as¨ª a la legi¨®n de parados.
Algunos de esos trabajadores de entonces son los que ahora participan en los v¨ªdeos de la campa?a electoral de Obama para atacar a su ya seguro contrincante desde que lograra el martes en Tejas los 1.144 delegados necesarios para asegurarse la nominaci¨®n republicana. En una de esas cintas, un antiguo empleado de SCM, empresa que se vio afectada por las operaciones de riesgo de Bain y que acab¨® por declararse en quiebra, acusa a Romney de ser lo opuesto a Robin Hood, ya que su misi¨®n era ¡°quitar a los pobres para dar a los ricos¡±.
Cada vez que el exgobernador de Massachusetts insiste en su ¨¦xito empresarial como la receta para que el pa¨ªs recupere la prosperidad, los hombres y las mujeres que trabajan para la reelecci¨®n de Obama contraatacan con su mensaje de un Mitt Romney feroz que compraba compa?¨ªas a bajo precio, provocaba el despido de miles de personas y recortaba beneficios sociales para enriquecerse ¨¦l y sus socios. ¡°Fue como un vampiro. Llegaron [los socios de Bain Capital] y nos chuparon la sangre¡±, declara Jack Cobb, extrabajador de una fundici¨®n en Kansas, en uno de los v¨ªdeos aportados por la campa?a de Obama.
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