Benedicto XVI critica la actitud de la prensa en el caso del mayordomo
El Papa renueva la confianza en sus colaboradores
Tambi¨¦n para el Papa, la culpa es del mensajero. Pero no del mayordomo convertido en mensajero al servicio de a¨²n no se sabe qu¨¦ intereses, no su fiel y devoto Paoletto birlando cartas y documentos secretos mientras Su Santidad rezaba o dorm¨ªa. No exactamente. Para Benedicto XVI, la culpa es de los medios de comunicaci¨®n que han considerado noticia de primera plana que la Gendarmer¨ªa del Estado Vaticano detuviera a Paolo Gabriele, de 46 a?os, casado y con tres hijos, ayudante de c¨¢mara del Papa desde 2006, acusado de robar ¡°cajas de documentos¡± y de filtrarlos a los medios de comunicaci¨®n con la tinta a¨²n fresca.
Siete d¨ªas despu¨¦s de la detenci¨®n, Joseph Ratzinger se ha referido directamente al caso. ¡°Se han multiplicado deducciones, amplificadas por algunos medios de comunicaci¨®n, del todo gratuitas y que han ido m¨¢s all¨¢ de los hechos, ofreciendo una imagen de la Santa Sede que no se corresponde con la realidad¡±. Sus palabras dan a entender que ya se sabe qu¨¦ sucedi¨®, c¨®mo y por qu¨¦, pero Benedicto XVI no lo cont¨®. S¨ª dijo que, pese al esc¨¢ndalo, se siente bien acompa?ado: ¡°Deseo renovar mi confianza y mi aliento a mis m¨¢s estrechos colaboradores y a todos aquellos que, diariamente, con fidelidad, esp¨ªritu de sacrificio y en silencio me ayudan en mi ministerio¡±.
La traducci¨®n libre de sus palabras es bien clara. Si, como sostiene la mayor¨ªa de las quinielas a un lado y otro del T¨ªber, la intenci¨®n del cuervo o los cuervos era socavar la confianza del Papa en el cardenal Tarcisio Bertone, el secretario de Estado vaticano, no lo han conseguido. O no hasta el punto de quitarlo de en medio. Benedicto XVI lo dej¨® bien claro: ¡°Lo sucedido ha entristecido mi coraz¨®n, pero jam¨¢s he tenido duda de que, a pesar de las debilidades del hombre, las dificultades y las pruebas, la Iglesia est¨¢ guiada por el Esp¨ªritu Santo y el Se?or jam¨¢s dejar¨¢ de prestarle ayuda ni de apoyarla en su camino¡±.
Pese a la queja del Papa, el asunto sigue y seguir¨¢ dando mucho que hablar. Entre otras cosas por la ausencia de una versi¨®n oficial m¨ªnima. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, intent¨® ayer contrarrestar las informaciones difundidas por algunos medios de comunicaci¨®n italianos que sosten¨ªan que la Gendarmer¨ªa est¨¢ a punto de llamar a declarar, entre otros, a algunos cardenales por su presunta participaci¨®n en los hechos. Lombardi no dijo radicalmente que no, pero lo puso en duda: ¡°Los cardenales responden directamente ante el Papa. Si hubiera alg¨²n problema sobre un purpurado, tendr¨ªa que decidir el Pont¨ªfice. El interrogatorio de un cardenal no puede depender del jefe de la Gendarmer¨ªa o de un magistrado¡±.
El padre Lombardi tambi¨¦n descart¨® que Joseph Ratzinger se est¨¦ planteando dimitir, como han sugerido ¨Ce incluso pedido¡ª algunos medios de comunicaci¨®n. ¡°Esas peticiones¡±, concluy¨®, ¡°son irrelevantes. El Papa est¨¢ recibiendo muchas demostraciones de solidaridad¡±. No dijo el portavoz qu¨¦ va a pasar con Paolo Gabriele, que cumpli¨® su primera semana de arresto, vigilado hasta en el ba?o por c¨¢maras de seguridad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.