¡°Nadie les dice a estos tipos qu¨¦ hacer¡±

El negocio m¨¢s lucrativo jam¨¢s producido por el capitalismo americano basa su ¨¦xito en ¡°un sistema secretista repleto de contratos confidenciales¡±, escribe el periodista de investigaci¨®n Steve Coll sobre la corporaci¨®n ExxonMobil. Su blindaje del exterior es tal que su departamento de comunicaci¨®n est¨¢ entrenado para decir ¡°sin comentarios¡± en m¨¢s de 50 idiomas.

El propio George W. Bush lleg¨® a comentar sobre ExxonMobil en 2001 al presidente de India: ¡°Nadie les dice a esos tipos qu¨¦ hacer¡±. Bien lo sab¨ªa el presidente republicano ¡ªproveniente de una familia de magnates dedicados al negocio del crudo¡ª que entr¨® en guerra con el pa¨ªs petrolero Irak bajo el falso pretexto de buscar armas de destrucci¨®n masiva que nunca existieron. Su n¨²mero dos, Dick Cheney, considerado como el vicepresidente con m¨¢s poder de la historia de EE UU, era ¨ªntimo amigo del l¨ªder de la corporaci¨®n petrolera (estudiaron juntos en la Universidad de Wisconsin y ambos amaban la caza).

Lee Iron Ass (Culo de Hierro) Raymond impon¨ªa respeto. Dicen que sus empleados le tem¨ªan en igual medida que les inspiraba. Tambi¨¦n cuentan que cada vez que se sub¨ªa a su jet privado para volar al otro lado del mundo para cerrar un acuerdo ten¨ªa que tener lista a bordo su bebida favorita: un vaso de leche con palomitas en su interior (s¨ª, no hay error en la traducci¨®n del men¨² del vuelo).

Los ge¨®logos de la empresa analizaban c¨®mo el calentamiento global podr¨ªa crear nuevas oportunidades

Raymond no sent¨ªa ninguna simpat¨ªa ni por el cambio clim¨¢tico ni por sus conexiones con la Administraci¨®n del ¨²ltimo Bush. Durante su mandato, Raymond dedic¨® parte de su tiempo y el dinero de ExxonMobil a fundar campa?as que cuestionaran la validez del calentamiento global. Y, sin embargo, a la vez que eso suced¨ªa, en la n¨®mina de la empresa estaban ge¨®logos que analizaban c¨®mo ese mismo calentamiento global pod¨ªa crear nuevas oportunidades de mercado para la compa?¨ªa. ¡°Uno de los grandes acuerdos anunciados por ExxonMobil el pasado a?o tiene que ver con el acceso al ?rtico ruso, donde junto a una firma de esa misma nacionalidad podr¨ªa acceder a reservas de crudo cuyo valor asciende a miles y miles de millones y est¨¢n en el C¨ªrculo Polar ?rtico¡±, explica Coll en una entrevista radiof¨®nica. Solo hay una raz¨®n por la que hoy en d¨ªa se puede acceder a esas reservas: el hielo del ?rtico se funde. Aceptado o no, al fin y al cabo el cambio clim¨¢tico puede no ser tan mala cosa para ExxonMobil.

El libro de Coll ¡ªque cuenta en su curr¨ªculo con otras dos obras, una sobre la familia Bin Laden y otra sobre las operaciones de la CIA en Afganist¨¢n; de ambas dice el autor que fue m¨¢s f¨¢cil su investigaci¨®n que la realizada sobre ExxonMobil¡ª tiene una deprimente geometr¨ªa: comienza con el vertido de crudo del Exxon Valdez en Alaska en 1989 y finaliza con la tragedia que vivi¨® el Golfo de M¨¦xico en 2010 tras la explosi¨®n de una plataforma de BP Deepwater Horizon, sobre la que Exxon comparti¨® la responsabilidad de la limpieza. El esc¨¢ndalo del Golfo llev¨® a los directivos de BP a comparecer ante el Congreso de EE UU. Sin embargo, dos a?os despu¨¦s, todo aquello parece historia lejana, con las acciones de Exxon un 39% m¨¢s altas.?