La plaza de Tahrir vuelve a llenarse para pedir una pena m¨¢s severa para Mubarak

Una multitud de ciudadanos ha tomado de nuevo este s¨¢bado la emblem¨¢tica plaza de Tahrir de El Cairo, capital de Egipto, para gritar p¨²blicamente su rechazo a la condena impuesta al excaudillo egipcio Hosni Mubarak, derrocado el 11 de febrero de 2011 despu¨¦s de se?orear el pa¨ªs ¨¢rabe durante 30 a?os.

Mubarak ha sido condenado a cadena perpetua por la muerte de m¨¢s de 800 manifestantes durante los 18 d¨ªas de protestas masivas que acabaron con su mandato.

"El pueblo quiere ejecutar a Mubarak", o "Nulo" -en referencia al jucio-, fueron algunos de los lemas que core¨® la multitud, que instal¨® vallas y alambradas para cerrar el paso del tr¨¢fico al interior de la plaza de Tahrir, epicentro urbano del levantamiento que tumb¨® al rais (caudillo) Mubarak.

En las protestas de este s¨¢bado se exig¨ªa la repetici¨®n del proceso judicial, entre otras cosas porque el Tribunal Penal de El Cairo ha absuelto a seis de sus colaboradores en la fase de represi¨®n de las manifestaciones civiles, aunque tambi¨¦n ha sentenciado al exministro del Interior de Mubarak, Habib el-Adly,? a cadena perpetua por ordenar que se disparase contra los manifestantes.

A la masiva concentraci¨®n en la plaza tambi¨¦n se ha sumado el candidato presidencial de los islamistas Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi, que venci¨® en la primera vuelta de las elecciones, celebrada el 23 y el 24 de mayo. Mursi, que fue el candidato m¨¢s votado en esa primera ronda de los comicios presidenciales, se ha comprometido a volver a juzgar a "los asesinos de la Revoluci¨®n" en caso de que sea elegido presidente en la segunda vuelta: 16 y 17 de junio.

"Mi deber como egipcio, padre y revolucionario, y como presidente de la Rep¨²blica cuando el pueblo me elija es aplicar la justicia por las v¨ªctimas de la revoluci¨®n y sancionar a quienes mataron a los manifestantes, dispararon contra los ojos, robaron y corrompieron la vida p¨²blica", declar¨® el candidato islamista.

En esa fase final de las elecciones, Mursi se enfrentar¨¢ ¨²nicamente a un exprimer ministro de Mubarak, Ahmed Shafiq, sobre quien pesan sus v¨ªnculos con el antiguo r¨¦gimen, tan repudiado ahora por gran parte de la poblaci¨®n. Como muestra, las agresiones de este s¨¢bado contra las instalaciones de su sede electoral. Decena de j¨®venes han irrumpido en sus oficinas de El Cairo, seg¨²n informa en su web el diario egipcio Al Ahram, han destruido el mobiliario y todos los componentes electr¨®nicos de la sede y han prendido fuego a las fotos y carteles de campa?a de Shafiq para mostrar su rechazo a que el exsocio pol¨ªtico del caudillo ca¨ªdo en desgracia pueda participar en las actuales elecciones presidenciales.