La violencia de los pol¨ªticos neonazis crispa la campa?a electoral griega
El portavoz de Aurora Dorada agrede a dos candidatas de la izquierda en un debate televisado
¡°No necesitamos la televisi¨®n. No necesitamos a los medios. Tenemos detr¨¢s a medio mill¨®n de griegos que nos apoyan¡±. Tras lograr una repercusi¨®n medi¨¢tica inaudita para un grupo hasta hace bien poco semiclandestino ¡ªy solo por los 21 diputados que logr¨® el pasado 6 de mayo, no porque haya sido aceptado como un par entre iguales¡ª, esta es la soberbia respuesta con que ayer zanj¨® el partido neonazi griego Aurora Dorada el incidente protagonizado ante las c¨¢maras de televisi¨®n por su portavoz y diputado electo, Ilias Kasidiaris. El mi¨¦rcoles por la noche, durante un debate en directo en el canal Ant-1, Kasidiaris agredi¨® f¨ªsicamente a dos candidatas de partidos de izquierda cuando una le record¨® el proceso abierto contra ¨¦l por dar una paliza a un estudiante en 2007.
A la candidata de Syriza Rena Duru, a quien primero hab¨ªa llamado ¡°rid¨ªcula¡±, Kasidiaris le arroj¨® un vaso de agua. Cuando la hist¨®rica diputada comunista Liana Kastelli sali¨® en defensa de Duru, el neonazi la llam¨® ¡°roja¡± y, tras ponerse de pie, le propin¨® un empuj¨®n y una bofetada. La fiscal¨ªa emiti¨® una orden de b¨²squeda contra Kasidiaris, quien, tras ser reducido en el plat¨® y encerrado en una habitaci¨®n anexa, huy¨® del lugar y se halla en paradero desconocido. Kasidiaris no goza de inmunidad al haber sido disuelto el Parlamento.
El episodio provoc¨® una catarata de reacciones de las fuerzas pol¨ªticas griegas: todas ¡ªcon la sola excepci¨®n de los neonazis¡ª condenaron la agresi¨®n y pidieron a los votantes de Aurora Dorada que reconsideren su opci¨®n el pr¨®ximo 17 de junio. La bronca fue de tal calibre que incluso el presidente griego, Karolos Papulias, se vio obligado a hacer una declaraci¨®n: ¡°La agresi¨®n de Kasidiaris ofende el sentimiento democr¨¢tico del pueblo griego¡±. ¡°La serpiente ha salido del huevo¡±, fue el gr¨¢fico comentario de Fotis Kuvelis, l¨ªder de la moderada Izquierda Democr¨¢tica (19 diputados en mayo).
En medio de un clima de crispaci¨®n e incertidumbre, y ajena en modos y planteamientos al juego democr¨¢tico, Aurora Dorada ha protagonizado una campa?a a la desesperada en la que el enfrentamiento dial¨¦ctico se ha convertido en un cuerpo a cuerpo de todos contra todos, y particularmente contra Alexis Tsipras, l¨ªder de Syriza, a quien las encuestas sit¨²an en primer o segundo lugar, empatado con Nueva Democracia (centro-derecha).
Desde el 6 de mayo, los neonazis han incrementado su presencia en las calles: se les atribuyen varias palizas a inmigrantes asi¨¢ticos en Atenas; algaradas xen¨®fobas en Patras, puerto de paso hacia Europa de miles de indocumentados, y agresiones como colof¨®n a las marchas paramilitares que organizan a modo de actos de campa?a. Una de ellas, hace una semana en Atenas, concluy¨® con la detenci¨®n durante horas de varios miembros del partido, incluida la hija del l¨ªder, Urania Mijaloliakos. Si en mayo lograron un 7% de los votos, las encuestas pronostican ahora un leve descenso, entre el 4,5% y el 5,8%. Aurora Dorada defiende la expulsi¨®n de todos los inmigrantes ilegales y vallar y electrificar las fronteras del pa¨ªs.
Medios period¨ªsticos en Atenas consideran que el incidente protagonizado por Kasidiaris no es la p¨¦rdida de control de un exaltado, sino un acto premeditado y aprobado por el partido. El objeto de la ira del portavoz de Aurora Dorada fue precisamente una diputada del Partido Comunista de Grecia (KKE, prosovi¨¦tico), que se disputa la misma franja de votos que los neonazis: los del furg¨®n de cola, entre el 3% y el 5%, ya que solo puede lograr esca?os el grupo que supere el 3%.
¡°Aurora Dorada es un reverso desideologizado y violento de cuanto est¨¢ en juego en Grecia, y se beneficia del voto de castigo de segmentos de la sociedad cada vez m¨¢s desestructurados. Pero sus ataques lo son tambi¨¦n a las ¨¦lites pol¨ªticas, una estrategia que no tendr¨¢ ¨¦xito, pero que resulta muy peligrosa para el r¨¦gimen parlamentario¡±, explica Dimitri Sotir¨®pulos, profesor de la Universidad de Atenas.
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