Los nuevos comicios auguran en Grecia un escenario m¨¢s incierto que en mayo

Los sem¨¢foros en Atenas parpadean como si estuvieran tuertos por falta de mantenimiento o se apagan por impago del suministro el¨¦ctrico. Veinte hoteles han cerrado en los ¨²ltimos meses por la bajada del n¨²mero de pernoctaciones, en una industria, la tur¨ªstica, que en 2011 supuso el 16% del PIB (y en la que este a?o se prev¨¦ una ca¨ªda de ingresos del 15%). En las farmacias escasean alrededor de 160 tipos de medicamentos, incluidos antitumorales o antibi¨®ticos. Y en las calles de la ciudad, donde se concentra el 40% de la poblaci¨®n griega, malviven seg¨²n la ONG Praksis unos 13.000 sin techo, mientras la fuga de dep¨®sitos y empresas representa la suelta del ¨²nico lastre que manten¨ªa amarrada una esperanza de supervivencia.

Al votante le resultar¨¢ imposible no tenerlo en cuenta: el movimiento uniformemente acelerado que ha adquirido la crisis, retroalimentada por la austeridad y las reformas. Pero a la frustraci¨®n que estall¨® en las papeletas el pasado 6 de mayo se a?ade ahora el miedo inoculado por el mensaje conminatorio procedente de Europa: o euro o caos. Sea cual fuere el resultado, las elecciones del pr¨®ximo 17 de junio no van a poner fin a la agon¨ªa griega; al rev¨¦s, devolver¨¢n un panorama m¨¢s incierto que el de mayo: ninguna mayor¨ªa, muchos antagonistas y poca predisposici¨®n al pacto.

Tras la implosi¨®n del sistema pol¨ªtico tradicional, recomponer los pedazos de la gobernabilidad costar¨¢ esfuerzo, y un tiempo que tal vez Europa no est¨¦ dispuesta a conceder cuando por otros flancos arrecia la crisis (y cuando las arcas griegas est¨¢n a punto de vaciarse, en julio). Con un ce?ido empate en las encuestas entre el centroderecha y la izquierda, los griegos solo tienen ante s¨ª dos opciones: la mala, la del viacrucis de las reformas, y la peor, la hipot¨¦tica salida del euro si, como indican varios sondeos, gana Syriza (Coalici¨®n de Izquierda Radical), el partido revelaci¨®n el 6 de mayo, la formaci¨®n a la que sus detractores llaman ¡°el lobby de la dracma¡±. Syriza defiende la anulaci¨®n del programa de reformas impuesto por la troika a cambio de los rescates.

Si ganan los que Bruselas considera los buenos (Nueva Democracia, ND, prorrescate), nada garantiza la formaci¨®n de un Gobierno estable, ni siquiera con el socialista Pasok (tercer partido en intenci¨®n de voto): desde 2009 ambos han perdido 40 puntos, castigados por su gesti¨®n de la crisis, y necesitar¨¢n otros apoyos m¨¢s que dudosos. ¡°Esa opci¨®n supondr¨ªa posponer lo inevitable, no durar¨ªa m¨¢s que unos meses¡±, apunta el analista Yanis Lulis. Pero si ganan los malos, ser¨¢ el acabose, y eso que Alexis Tsipras, l¨ªder de Syriza, reiter¨® esta semana a los embajadores del G-20 en Atenas que su programa no implica la salida de Grecia del euro ni de la UE.

La troika no se plantea enmiendas al acuerdo de pr¨¦stamo con Atenas

Nadie sabe lo que va a pasar el 17 de junio, indican las fuentes consultadas. Las encuestas son muy confusas, y la movilidad del voto, muy grande: un peque?o error en cualquiera de las partes puede hacer bascular el resultado. Entre el 80% y el 85% de los griegos defiende seguir en el euro, y ninguno de los partidos serios, salvo el comunista, quiere a Grecia fuera de la eurozona. Pero a la vez, incluso ND pide renegociar la aplicaci¨®n de algunos puntos del memor¨¢ndum. Tambi¨¦n el Pasok propone una moratoria para el ajuste presupuestario (hasta 2015), pero la opci¨®n de actuar a la carta no entra en las previsiones de los acreedores internacionales. ¡°La Comisi¨®n Europea trabaja sobre la base de los acuerdos existentes y no especula sobre la posibilidad de renegociaciones, que en cualquier caso, y como es natural, deber¨ªan contar con la aprobaci¨®n de todas las partes implicadas¡±, explica Carlos Mart¨ªn Ruiz de Gordejuela, portavoz de la CE en Atenas. ¡°El memorando es lo suficientemente flexible para adaptarse a las circunstancias del momento, de hecho se revisa cada tres meses durante las misiones de la troika. Su hipot¨¦tica denuncia unilateral por las autoridades griegas supondr¨ªa la anulaci¨®n del acuerdo y tendr¨ªa como consecuencia que Grecia dejara de recibir la ayuda financiera acordada¡±.

¡°Hay cierta esperanza de que el debate que se ha abierto en Europa ¨Cm¨¢s crecimiento, menos austeridad- pueda tener un efecto positivo en las condiciones del rescate¡±, considera Nikos Konstandaras, director adjunto del diario Kathimerini. ¡°Pero tambi¨¦n sabemos que Grecia tiene problemas muy espec¨ªficos (la debilidad de la Administraci¨®n, por ejemplo) que, si no se resuelven, convertir¨¢n la dicotom¨ªa austeridad versus crecimiento en un debate te¨®rico para nosotros. Debemos poner nuestra casa en orden, pero tambi¨¦n esperamos que un cambio de pol¨ªtica en Europa alivie la recesi¨®n que est¨¢ matando nuestra econom¨ªa¡±, concluye Konstandaras.

Quien espere una soluci¨®n el pr¨®ximo 17 de junio, cree en los milagros. De las urnas, como mucho, saldr¨¢ un parche, seg¨²n el an¨¢lisis de Lulis. El fantasma de la ingobernabilidad se cierne de nuevo sobre el pa¨ªs y hace recordar el impasse de 1989. Pero entonces Grecia recib¨ªa transfusiones a chorros de fondos europeos, y hoy dedica la mayor parte de la ayuda al pago de los intereses de su deuda (hasta el 97% de lo que recibe, seg¨²n algunas estimaciones). ¡°Hay medidas muy dolorosas, especialmente la bajada de sueldos y pensiones, pero en una situaci¨®n como la de la econom¨ªa griega, la alternativa no est¨¢ entre rebajar una parte de los salarios de los funcionarios o mantenerlos intactos e incluso aumentarlos, sino entre aplicar esos recortes o dejar de pagar el 100% de los sueldos y las pensiones porque las cajas del Estado se han vaciado¡±, concluye el portavoz de la Comisi¨®n. Grecia se la juega a todo o nada, va a ser verdad: o euro o caos.