Los fantasmas de la extrema derecha reaparecen en Hungr¨ªa
El recuerdo a las figuras del dictador Mikl¨®s Horthy y del escritor pronazi Joszif Nyir¨® enciende una pol¨¦mica que alcanza a Ruman¨ªa
La vida pol¨ªtica h¨²ngara se atraganta cada cierto tiempo con la revisi¨®n de la historia. En un momento en el que el apoyo a Fidesz, el muy conservador partido del Gobierno de Viktor Orb¨¢n, cae a su nivel m¨¢s bajo en las encuestas; la econom¨ªa depende de un cr¨¦dito del FMI, y Budapest se ha alejado de Bruselas tras meses de enfrentamiento por leyes que cuestionan su democracia, dos fantasmas han vuelto de una de las ¨¦pocas m¨¢s negras de Hungr¨ªa, la de la ocupaci¨®n nazi, y han encendido la pol¨¦mica incluso en la vecina Ruman¨ªa.
Mikl¨®s Horthy, cuyo r¨¦gimen autoritario de derechas, ultranacionalista, antisemita y profundamente anticomunista se prolong¨® desde 1920 hasta 1944, ha regresado al presente en forma de estatua reci¨¦n plantada en la plaza del pueblo de Kereki, que tambi¨¦n lleva ahora el nombre del dictador. En Debrecen, a finales de mayo, se inaugur¨® una placa conmemorativa en una Universidad. Y en Gy?mr?, cerca de Budapest, se le ha dedicado la plaza del pueblo.
El otro fantasma son las cenizas de Joszif Nyir¨®, un escritor miembro de la Cruz Flechada, el partido pronazi h¨²ngaro. L¨¢szl¨® K?v¨¦r, presidente del Parlamento h¨²ngaro, de Fidesz, quer¨ªa enterrarlas en Transilvania, una provincia rumana que hasta 1920 era parte del Imperio Austroh¨²ngaro, desmembrado en la Gran Guerra. Bucarest se neg¨®. Pero K?ver no cej¨®: particip¨® en una ceremonia funeral en Odorheiu Secuiesc, territorio rumano.
¡°La rehabilitaci¨®n de Horthy es inaceptable. Es directamente responsable del Holocausto de 450.000 jud¨ªos h¨²ngaros en Auschwitz¡±, explica P¨¦ter Feldm¨¢jer, presidente de la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas en Hungr¨ªa (Mazsihisz). ¡°La derecha usa el hecho de que solo al final evit¨® la deportaci¨®n de los jud¨ªos de Budapest, y que por eso los nazis no exterminaron a todos los jud¨ªos h¨²ngaros. Entre 10% y el 20% sobrevivieron. Es como decir que deber¨ªa celebrarse que, aunque un asesino haya matado a sus padres, a sus hijos y a su mujer, no mat¨® al miembro n¨²mero 21 de su familia, su t¨ªa¡±. Los socialistas tambi¨¦n han protestado en¨¦rgicamente por el ensalzamiento del dictador. Consideran que no hay en su r¨¦gimen un solo momento del que estar orgullosos.
Todo lo contrario de la visi¨®n de Jobbik, el partido de la extrema derecha que obtuvo el 16,7% de los votos en las elecciones de 2010. Como dijo en el Parlamento su l¨ªder, G¨¢bor Vona, ¡°[Horthy] fue el gran estadista h¨²ngaro del siglo XX¡±, quien adem¨¢s propuso que 2013 fuera una especie de a?o de Horthy, con conferencias y actos conmemorativos de su figura. Horthy decidi¨® la entrada de Hungr¨ªa en la Segunda Guerra Mundial como aliado de la Alemania nazi. Vio en Hitler la oportunidad de recuperar el sue?o de la Gran Hungr¨ªa, la de antes de la mutilaci¨®n que supuso la firma del Tratado de Trianon en 1920, en la que perdi¨® dos tercios de su territorio y la mitad de su poblaci¨®n.
La actitud de Fidesz es ambivalente. El Ejecutivo no se ha pronunciado al respecto de manera oficial, pero en Gy?mr? la corporaci¨®n local de Fidesz aprob¨® ponerle el nombre de Horthy a la plaza a propuesta de Jobbik. Adem¨¢s, una diputada de Fidesz, Maria Wittner, tiene previsto asistir a la inauguraci¨®n de una estatua de Horthy en otro pueblo el 16 de junio, como recoge France Presse. En el caso del escritor pronazi J¨®zsef Nyiro, las gestiones para repatriar sus restos desde Espa?a -Franco cobij¨® a Nyir¨®- se iniciaron poco de despu¨¦s de llegar al poder Orb¨¢n en 2010.
Aunque sea la extrema derecha la que ensalza estas figuras, el eurodiputado socialista Csaba Tabajdi, critica que ¡°el Gobierno no se distancia lo suficiente de la extrema derecha en general, y en la rehabilitaci¨®n de Horthy y el problema de Nyiro en particular. Est¨¢n jugando la carta nacionalista, que es muy peligrosa para la democracia¡±. El historiador Juli¨¢n Casanova, autor de Europa contra Europa, explica c¨®mo Fidesz ¡°busca construir parte de su identidad pol¨ªtica a partir de la historia. La ¨²nica tradici¨®n hist¨®rica nacional a la que pueden recurrir es al periodo de Horthy, que ni siquiera se reconoce como dictadura, sino como una fase dif¨ªcil de la historia nacional en la que Hungr¨ªa fue invadida por ideolog¨ªas ajenas a su historia, primero por los nazis y despu¨¦s por los comunistas. En medio de todo eso, Horthy era un patriota¡±.
El enfado de Ruman¨ªa por el intento de enterrar oficialmente en su territorio a un fascista h¨²ngaro es may¨²sculo. El primer ministro rumano, Victor Ponta, amenaz¨® al portavoz del Parlamento h¨²ngaro, L¨¢szl¨® K?v¨¦r, con declararle persona non grata, y en represalia se neg¨® a recibir el 1 de junio a su hom¨®logo h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n, en la reuni¨®n del grupo de los ¡°amigos de la cohesi¨®n¡±, que se organiz¨® en Bucarest. Sin embargo, todo apunta a que el incidente diplom¨¢tico quedar¨¢ archivado como una indigesti¨®n de historia.
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