La prensa brit¨¢nica est¨¢ en un momento ¡°cat¨¢rtico¡±, dice Cameron
El primer ministro comparece ante la comisi¨®n Leveson para ser cuestionado sobre su relaci¨®n con el magnate Murdoch y la exdirectiva Brooks
David Cameron no ha salido bien parado de su comparecencia ante la llamada comisi¨®n Leveson puesta en marcha a ra¨ªz del esc¨¢ndalo de las escuchas ilegales del News of The World. Durante cinco horas y media de interrogatorio, el primer ministro no revel¨® nada que no se supiera de antemano; y, sin embargo, acab¨® acorralado, quej¨¢ndose de cazas de brujas y dando una imagen a¨²n m¨¢s exagerada de lo que se supon¨ªa sobre la proximidad de sus relaciones con la gente del magnate Rupert Murdoch y muy en particular la controvertida Rebekah Brooks.
Cameron no sali¨® tampoco bien parado del delicado asunto de por qu¨¦ el Gobierno le encarg¨® al ministro de Cultura, Jeremy Hunt, la decisi¨®n sobre el proyecto de Murdoch de hacerse con el 100% de la plataforma de televisi¨®n por sat¨¦lite BSkyB. Hunt se hizo cargo del tema porque el responsable inicial, el ministro liberal-dem¨®crata Vince Cable, hab¨ªa sido grabado prometiendo que le declarar¨ªa la guerra a Murdoch, lo que le convirti¨® en un juez decantado de antemano contra el magnate,
Sin embargo, luego se supo que Hunt tambi¨¦n se hab¨ªa decantado de antemano, aunque en su caso a favor de Murdoch en un memorando enviado al primer ministro, lo que en teor¨ªa tambi¨¦n le invalidaba para llevar el caso. Cameron, sin embargo, ha asegurado que no recuerda haber le¨ªdo ese memorando, una forma de no decir ni que s¨ª no que no sino todo lo contrario.
Pero no ha sido ese el peor momento del primer ministro. La tensi¨®n entre ¨¦l y el abogado encargado de interrogar a los testigos de la investigaci¨®n, Robert Jay, ha llegado a la cima cuando se ha abordado la cuesti¨®n de sus relaciones con Rebekah Brooks, mano derecha de Rupert Murdoch en sus negocios de prensa brit¨¢nica.
La cercan¨ªa de esa relaci¨®n ya era conocida, pero Cameron ha parecido una caricatura cuando Jay ha le¨ªdo el entusiasta, cursi mensaje que Rebekah le hizo llegar a David horas antes de que este se dirigiera al congreso conservador en el oto?o de 2009. ¡°Ma?ana estar¨¦ tan cerca de ti, pero no solo como amiga orgullosa de ti sino porque profesionalmente ahora estamos juntos en esto!¡±. Y acaba con un ¡°?El discurso de tu vida? ?S¨ª Cam!¡±, un juego de palabras con la abreviatura de Cameron y el ¡°Yes, we can¡± del lema con el que Barack Obama gan¨® las presidenciales estadounidenses.
Cameron lleg¨® a perder los nervios por la avalancha de preguntas acerca de su relaci¨®n con Rebekah Brooks, hasta el punto de murmurar que le estaba empezando a parecer una caza de brujas. Los nervios le llevaron a admitir que se ve¨ªa casi cada fin de semana con el matrimonio Brooks, que viven cerca de la casa de fin de semana de los Cameron. Pero, nada m¨¢s reanudarse la declaraci¨®n despu¨¦s del almuerzo, el primer ministro explic¨® que su esposa hab¨ªa consultado la agenda y ellos no van tan a menudo a esa residencia por lo que cree que no se vieron con los Brooks m¨¢s all¨¢ de una vez cada seis semanas.
Tampoco dej¨® claro cu¨¢ntas gestiones hizo para asegurarse que Andy Coulson, al que contrat¨® como director de Comunicaciones del Partido Conservador y luego llev¨® a Downing Street, no estaba manchado por el esc¨¢ndalo de las escuchas ilegales del News of The World. Cameron dice que hizo ¡°varias gestiones¡± pero Coulson, que dimiti¨® como director del tabloide despu¨¦s de que fueran condenado un periodista y un investigador privado, asegur¨® en su d¨ªa que Cameron solo le pregunt¨® una vez por el asunto cuando le ofreci¨® el empleo.
El primer ministro neg¨® que jam¨¢s hubiera alcanzado un acuerdo con Murdoch para conseguir su apoyo y beneficiarle luego desde el Gobierno. Y acus¨® a su antecesor en Downing Street, Gordon Brown, de haberse inventado la tesis de que Murdoch apoy¨® a Cameron a cambio de que este recortara la financiaci¨®n a la BBC y redujera el poder del regulador brit¨¢nico de las telecomunicaciones, Ofcom.
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