Europa pone una presi¨®n abrumadora a un pa¨ªs condenado a sufrir

Grecia carece de arsenal nuclear. Pero dispone de algo que, al parecer, puede tener efectos igualmente devastadores: elecciones democr¨¢ticas. La Uni¨®n Europea y sus gobiernos, empezando por el alem¨¢n, han advertido a los griegos de que si hoy venciera la izquierda podr¨ªa romperse el euro y desatarse una crisis econ¨®mica mundial. La presi¨®n sobre los votantes, que han comenzado a votar a las siete de la ma?ana (6.00 en Espa?a), es abrumadora. Y los sondeos predicen algo parecido a un empate.

Las consecuencias de la presi¨®n extranjera s¨®lo se sabr¨¢n a partir de esta noche. En cualquier caso, las amenazas apocal¨ªpticas no pueden angustiar mucho m¨¢s a un pueblo al l¨ªmite de la ansiedad. No hay trabajo, ni dinero, ni futuro. El ¨ªndice de desempleo rebasa el 22%, y el 50% entre los menores de 30 a?os, pese a la reducci¨®n de los salarios en un tercio; los ¨²nicos comercios todav¨ªa con clientes son los de alimentaci¨®n; las multinacionales empiezan a marcharse; la Seguridad Social ha sido destruida; aumentan en paralelo la delincuencia y la xenofobia; el turismo, una de las grandes fuentes de riqueza, est¨¢ huyendo.

El principal candidato de la izquierda, Alexis Tsipras, de la coalici¨®n Siryza, ha insistido hasta el final de la campa?a en que no quiere dejar el euro, sino renegociar los acuerdos con los acreedores porque imponen una austeridad que, tras cinco a?os de recesi¨®n, resulta insoportable y contraproducente. ¡°No se atrever¨¢n a expulsarnos del euro, eso es un farol¡±, proclama. El l¨ªder de la derecha, Antonis Samaras, se presenta como el defensor de la uni¨®n monetaria, pero tambi¨¦n admite que las contrapartidas del rescate concedido a Grecia (170.000 millones de euros) est¨¢n desangrando al pa¨ªs. Angela Merkel, la canciller alemana, es inflexible: ¡°No renegociaremos los acuerdos¡±, declar¨® el viernes.

La opci¨®n econ¨®mica de Samaras no agrada a casi ning¨²n griego. Forma parte de la oligocracia pol¨ªtica que ha llevado las cuentas p¨²blicas al desastre y dirige un partido, Nueva Democracia, que se ha beneficiado largamente de la corrupci¨®n, si bien no tanto como el Pasok. Sus promesas de mano dura contra la delincuencia y la inmigraci¨®n s¨ª son, en cambio, bien recibidas entre amplios sectores de la poblaci¨®n, especialmente en el medio rural y entre los ciudadanos de m¨¢s edad. Y las finanzas locales parecen creer en su victoria: la Bolsa de Atenas no ha dejado de subir en toda la semana, alentada por la esperanza de que Samaras forme Gobierno y logre un arreglo con los socios europeos.

El resultado depender¨¢, en gran parte, de si se vota con la cabeza o con el coraz¨®n. La cabeza aconseja prudencia, taparse la nariz y votar por lo malo conocido, es decir, Samaras, ya que es lo que piden los acreedores y pesa sobre Grecia la amenaza de que ¨¦stos interrumpan el rescate: en ese caso, a finales de julio no habr¨¢ dinero para pagar las pensiones. El coraz¨®n aconseja lo contrario. El editorial publicado el viernes por la edici¨®n alemana del Financial Times ofendi¨® profundamente a los griegos porque su tono se parec¨ªa a las ¨®rdenes de los gobernantes nazis durante la ocupaci¨®n alemana: ¡°Griegos, resist¨ªos a la demagogia de Alexis Tsipras¡±; ¡°s¨®lo con los partidos que aceptan los t¨¦rminos de los acreedores ser¨¢ capaz vuestro pa¨ªs de permanecer en el euro¡±.

El problema es que, incluso dentro del euro, la situaci¨®n es desastrosa. Carrefour ha decidido abandonar el pa¨ªs, al igual que la farmac¨¦utica alemana Biotest. El banco franc¨¦s Cr¨¦dit Agricole ha reducido al m¨ªnimo su presencia. La banca repone continuamente el dinero de los cajeros autom¨¢ticos (las retiradas son continuas y alcanzaron los mil millones de euros el viernes) porque teme que un cajero vac¨ªo podr¨ªa desatar el p¨¢nico y llevarse por delante lo poco que queda del sector financiero.

El jefe de los ministros de Finanzas europeos, Jean-Claude Juncker, asegura que una victoria de la izquierda tendr¨ªa ¡°consecuencias imprevisibles¡±, y el presidente de EE UU, Barack Obama, afirma que una ruptura del euro causar¨ªa un tremendo da?o a la econom¨ªa mundial. Un pa¨ªs con 10 millones de habitantes condenados a seguir sufriendo, con euro o sin euro, tiene ahora la palabra.