Ruedan los dados

?Qu¨¦ es la paz? 1 rico y 100.000 pobres, 1 depredador y 100.000 presas, 1 trag¨®n y 100.000 hambrientos, 1 poseedor y 100.000 despose¨ªdos, 1 gato y 100.000 ratones, 1 alegre y 100.000 entristecidos, etc., etc., etc. En fin, esa es la paz que conoce la historia humana. Y el arma moderna no es la bala o la bomba; el arma moderna es la manipulaci¨®n informativa de los medios de control mental a trav¨¦s de la prensa, la radio y la televisi¨®n... mucho caramelo y nada de conocimiento.

Todos nos jugamos mucho en estas elecciones. Yo, adem¨¢s, es posible que pierda cien euros con mi amigo Andreu, y ello por apostar por que no ganar¨¢ Tsipras. Qui¨¦n sabe, quiz¨¢s me perdone por la ilusi¨®n que podr¨ªa generar su triunfo. En cualquier caso, que me vaya dando su cuenta.

Y tras el apunte personal¨ªsimo, un poco de teor¨ªa profunda. Bien, que se salve Grecia, que se salve Espa?a, que se salve Europa. ?Por cu¨¢nto tiempo? La moneda caer¨¢ o no caer¨¢, pero, ?se mantendr¨¢ lo que respira detr¨¢s? A m¨ª me parece de que nos encontramos en una cuenta atr¨¢s, una cuenta atr¨¢s a la que se consigue parar a ratos, con breves respiros, vuelta a darle marcha. No podemos dejar de ponernos en funcionamiento si no es para activar nuestra propia destrucci¨®n.

Debe uno estar muy desesperado para dejar todo en manos del azar, de la suerte. Si es verdad que la suerte, el azar, es un determinante que tiene m¨¢s importancia de la que le damos, la incidencia sobre la vida hay que medirla muy a largo plazo y no en la inmediatez que demanda la pol¨ªtica local. El mago crea la ilusi¨®n ante el espectador, ya entregado, de que el futuro puede salir de la chistera ante la mirada perpleja del contribuyente. La ilusi¨®n es hacer creer, con un pase de magia, que las manos de Holland pueden quedar libres, ante la ruleta de la suerte electoral, para convertirse ¨¦l mismo en mago de la realidad econ¨®mica europea. De nuevo toda la ilusi¨®n de un continente en las manos de un hombre. Si la crisis financiera europea dependiese de la mayor¨ªa de Holland, no ser¨ªa crisis. Tan irreal es hacer creer esto, como lo es a¨²n m¨¢s pensar que se puede resolver con un pase de magia de Holland. Con Grecia tres cuartos de lo mismo, el destino de Europa en manos griegas, gran fabula sin duda. Lo que la realidad griega ense?a es la punta de un iceberg de un problema mayor que se esconde tras las violentas y g¨¦lidas aguas del mar del Norte. Simplemente, Europa no funciona. Se ha convertido de un elefante demasiado pesado, que necesita consumir una gran cantidad de energ¨ªa para sobrevivir y que es ya incapaz de obtenerla, su diagnostico es reservado. Europa es un continente pobre y envejecido que vive de las rentas pasadas, al que le falta el dinamismo y la insolencia que tiene los pa¨ªses j¨®venes emergentes, que no tienen nada que perder porque ya lo hab¨ªan perdido, o se lo hab¨ªan robado. Lo de Egipto es otra cosa. Los estragos que la primavera ¨¢rabe causaron, han sido reparados o est¨¢n en v¨ªas de hacerlo, al menos en el caso egipcio. Cualquiera de las dos opciones sirve a la causa occidental, aunque mejor ser¨ªa la opci¨®n militar, que tranquilizar¨ªa mucho a nuestros hermanos sionistas, muy preocupados, ahora, por el ascenso de la Hermandad. A buenas horas mangas verdes.

Ha comenzando momento de pagar la factura por el odio (Oriente Medio) y la hipocres¨ªa (Europa) . Que estabais advertidos, no cabe duda. Temblad, el tiempo est¨¢ cerca.

Bien, parece que he ganado la apuesta y soy cien euros m¨¢s rico. Y parece tambi¨¦n que me podr¨¢n pagar la deuda en euros, lo que no s¨¦ si habr¨ªa sido posible al rev¨¦s.

Todo ha salido a pedir de boca. Los griegos han decidido rescatar a Europa. Holland tiene las manos libres para gestionar la actual crisis europea y en Egipto mandan los militares ?se puede pedir m¨¢s? ?Que suerte la nuestra!