Hollande quiere 120.000 millones para relanzar la econom¨ªa europea

Tras una semana de alta tensi¨®n entre Par¨ªs y Berl¨ªn, con expl¨ªcitas acusaciones de ¡°mediocridad¡± y ¡°soluciones simplistas¡± por parte de Angela Merkel a Fran?ois Hollande, el presidente franc¨¦s habl¨® el s¨¢bado con la canciller alemana para intentar calmar las aguas. El El¨ªseo emiti¨® una nota que afirmaba que la conversaci¨®n hab¨ªa sido ¡°constructiva y fruct¨ªfera¡±, lo que parece sugerir que los dos l¨ªderes han limados los desacuerdos entre Alemania y Francia ante el G-20 de Los Cabos (M¨¦xico) y al Consejo Europeo de final de mes en Bruselas. Seg¨²n una carta enviada el jueves por Par¨ªs a sus socios y dada a conocer hoy por el Journal de Dimanche, Hollande est¨¢ dispuesto a renunciar a los eurobonos, pero propone que Europa invierta de forma inmediata 120.000 millones de euros para relanzar la econom¨ªa y el empleo.

El jefe del Estado recuerda en su carta que Francia quiere que el Consejo apruebe un pacto por el crecimiento de Europa, y detalla una lista de propuestas que deben entrar en vigor ¡°antes de fin de a?o¡± para poner coto al caos financiero, invertir y crear empleo, ¡°especialmente para los j¨®venes¡±.

El plan Hollande no es nuevo, aunque es la primera vez que Par¨ªs detalla por escrito el origen, la cuant¨ªa y los plazos de los fondos que debe movilizar la UE. Adem¨¢s, el jefe del Estado socialista reduce sus pretensiones sobre los eurobonos, uno de los n¨²cleos de su campa?a electoral y de sus desacuerdos con Merkel. Alemania solo quiere una hoja de ruta a 10 a?os. Hollande sugiere en su carta que el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, entregue un informe en octubre. Nada m¨¢s.

En esencia, el plan Hollande consiste en que la Uni¨®n Europea sustituya temporalmente a los asfixiados bancos del continente y empiece a inyectar liquidez en las empresas privadas. Las primeras medidas a adoptar son la tasa a las transacciones financieras, que engrosar¨ªa ¡°bien los presupuestos europeos, o bien proyectos para apoyar el crecimiento¡±, y el desbloqueo de 55.000 millones de euros de los fondos estructurales ¡®dormidos¡¯ para las regiones m¨¢s desfavorecidas.

A continuaci¨®n, Par¨ªs propone aumentar en 10.000 millones (cifra consensuada con Alemania) la aportaci¨®n de los socios al Banco Europeo de Inversiones, para que este capte 60.000 millones en el mercado de deuda y se los preste a las empresas y estas acometan ¡°nuevas infraestructuras¡±.

Hollande insiste con los ¡°bonos de proyecto¡± (pr¨¦stamos comunes europeos que funcionar¨ªan como garant¨ªa para las empresas privadas), y solicita que se pongan en marcha ¡°antes del final del verano¡± por un valor de 4.500 millones, que se elevar¨ªan hasta 10.000 millones en una segunda fase. La carta cita adem¨¢s los sectores que se beneficiar¨ªan del plan de inversiones: redes inteligentes, energ¨ªas renovables, nanoteconolog¨ªa y bioteconolog¨ªa, transportes, recursos h¨ªdricos, eficacia energ¨¦tica.

La carta cita el deseo franc¨¦s de mutualizar la deuda europea y de avanzar hacia la uni¨®n bancaria. Hollande quiere que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) pueda salvar a los bancos sin pasar por los Estados. El MEDE, afirma Hollande, podr¨ªa tambi¨¦n ¡°indemnizar a los clientes si su banco quiebra¡±. Francia desea revisar el papel del Banco Central Europeo para que este se implique en la pol¨ªtica econ¨®mica. Alemania no parece favorable a ninguna de estas ideas. Aunque poco a poco parece avanzar el consenso sobre la creaci¨®n de una caja com¨²n que se haga cargo de las deudas m¨¢s antiguas.

Pero antes del Consejo Europeo toca acudir al G-20 de M¨¦xico. Hollande ha escrito tambi¨¦n al presidente mexicano, Felipe Calder¨®n, para decirle que Francia quiere ¡°acelerar la reforma de la gobernanza del Fondo Monetario Internacional, proseguir la regulaci¨®n financiera, impulsar la tasa financiera m¨¢s all¨¢ de Europa y avanzar en la reciprocidad de los intercambios financieros¡±.

La carta subraya el abismo ideol¨®gico que separa al presidente socialista de Angela Merkel. ¡°Francia, como otros pa¨ªses europeos, tiene un modelo social que defender. La crisis lo ha debilitado en el plano financiero y filos¨®fico, algunos lo considera un handicap. Pero ese modelo social es un elemento de competitividad. El nirvana no es el nivel m¨¢s bajo de protecci¨®n social¡±.