¡°Si se corta la ayuda europea, este pa¨ªs se va al fondo del mar¡±
Los griegos viven con des¨¢nimo y escepticismo la resaca electoral
¡°Mire, mire las fotos del peri¨®dico: los que han ganado las elecciones tienen la cara triste, los que han perdido sonr¨ªen. Eso da una idea de c¨®mo est¨¢n las cosas en Grecia¡±. A Cleansis Tsironis, carnicero en el mercado central de Atenas, no le faltaba raz¨®n. Dentro del des¨¢nimo general, los partidarios de Syriza, la Coalici¨®n de la Izquierda Radical, no parec¨ªan demasiado deprimidos por quedarse en la oposici¨®n. ¡°Ahora que ya no tienen d¨®nde robar, casi me dan pena los que deban ocuparse del Gobierno¡±, a?adi¨® el carnicero.
La celebraci¨®n de la victoria electoral por los partidarios de Nueva Democracia fue breve y bastante forzada. Unos centenares de militantes se congregaron el domingo por la noche en la plaza Sintagma de Atenas para arropar al l¨ªder, Antonis Samar¨¢s, gritaron ¡°Grecia es Samar¨¢s¡±, hicieron flamear las banderas y se fueron a su casa. ¡°Habr¨ªamos preferido una mayor¨ªa m¨¢s amplia¡±, coment¨® Ariana, una joven empleada del partido, ¡°pero estamos seguros de que Samar¨¢s conseguir¨¢ levantar el pa¨ªs¡±. Su tono carec¨ªa por completo de entusiasmo.
¡°A mi edad, mis padres pose¨ªan dos casas y dos coches¡±, dice un periodista
El de ayer fue un lunes como cualquier lunes. Pareci¨® frenarse la retirada de dep¨®sitos de los bancos y se alivi¨® la incertidumbre de las pasadas semanas, pero la situaci¨®n era la de siempre. Tras la noche electoral, los griegos despertaron para encontrarse con la misma quiebra y las mismas perspectivas oscuras. ¡°Acabo de leer que Angela Merkel no nos dar¨¢ un respiro aunque hayamos votado lo que ella nos exig¨ªa; hace bien, tiene raz¨®n, somos unos vagos y nos merecemos lo peor. Ya ve usted, tengo 31 a?os, vivo con mi madre porque me da pereza pagar un alquiler, me levanto cada d¨ªa a las 4.30 de la ma?ana para venir a gandulear cargando cajas en el mercado: ?az¨®teme, se?ora Merkel!¡±, coment¨® con sarcasmo, y en un ingl¨¦s aceptable, un mozo llamado Giorgos, votante de Syriza y ¡°harto¡± de la austeridad. ¡°El Gobierno de la derecha se quemar¨¢ en unas semanas, el futuro es de Syriza¡±, asegur¨®.
Votar es te¨®ricamente obligatorio en Grecia. Pero el domingo, pese a tratarse de unas elecciones trascendentales, precedidas en mayo por otras elecciones que no permitieron formar una mayor¨ªa viable, solo el 60% de los griegos se acercaron a las urnas. ¡°Yo fui a votar y vot¨¦ lo que nos ped¨ªa Europa [Nueva Democracia], porque trabajo en una compa?¨ªa de seguros y s¨¦ que si se corta la ayuda europea este pa¨ªs se va autom¨¢ticamente al fondo del mar, pero no creo que con las condiciones de los acreedores podamos salir del agujero¡±, dijo Sandra, una joven abogada que almorzaba con varios colegas en una terraza c¨¦ntrica. ¡°En realidad pienso que Alexis Tsipras [el l¨ªder de Syriza] tiene parte de raz¨®n y que si los acreedores no nos conceden a¨²n m¨¢s cr¨¦ditos y una moratoria de unos cuantos a?os, para dedicar el dinero de la deuda a la actividad econ¨®mica, ni ellos cobrar¨¢n ni nosotros tendremos ninguna posibilidad de recuperarnos¡±, agreg¨®.
¡°El Gobierno de derecha se quemar¨¢. El futuro es Syriza¡±, vaticina un empleado
¡°A mi edad, 32 a?os, mis padres pose¨ªan dos casas y dos coches y hab¨ªamos nacido ya yo y mi hermano; yo tengo una novia, un empleo y dos perros, y puedo estar contento porque la mayor¨ªa de mis amigos no encuentran trabajo¡±, explic¨® un periodista especializado en informaci¨®n econ¨®mica. Para ¨¦l, la prioridad deber¨ªa consistir en ¡°cambiar de arriba abajo un Estado grande e ineficiente, cuya ¨²nica funci¨®n es producir burocracia y absorber recursos que dar¨ªan mucho m¨¢s provecho en la empresa privada¡±.
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