La Fiscal¨ªa noruega pide que Breivik ingrese en un psiqui¨¢trico

Los fiscales del proceso contra Anders Behring Breivik, el asesino de la isla de Utoya, pidieron el jueves su ingreso en un hospital psiqui¨¢trico. Si el tribunal atiende la petici¨®n, Breivik no tendr¨¢ que cumplir condena en una prisi¨®n regular, si no que pasar¨¢ largo tiempo encerrado en una instituci¨®n para enfermos mentales. El fiscal Svein Holden ha explicado que no se puede excluir que Breivik padeciera una psicosis cuando prepar¨® y ejecut¨® su doble atentado de Oslo y Utoya, que en total cost¨® la vida de 77 personas el pasado verano. Fue el peor acto de violencia acaecido en la tranquila Noruega desde que termin¨® la ocupaci¨®n nazi y fue expulsado el ej¨¦rcito alem¨¢n al t¨¦rmino de la II Guerra Mundial.

El fiscal Holden concluy¨® el jueves su hora y media de alegato final pidiendo a los jueces que si dictaminan que Breivik est¨¢ cuerdo lo condenen a la pena m¨¢xima de 21 a?os prorrogables en prisi¨®n. Si bien no existe la cadena perpetua, esta modalidad permitir¨ªa encerrar a Breivik durante varias d¨¦cadas. Hoy tiene 33 a?os. No obstante, el fiscal ha insistido en las dudas razonables sobre la cordura del terrorista y ha advertido de que siempre ser¨¢ un error m¨¢s grave encerrar a un enfermo en una c¨¢rcel com¨²n que ingresar en un psiqui¨¢trico a una persona cuerda. La cuesti¨®n de la salud de Breivik es tan dif¨ªcil de dilucidar que los dos informes psiqui¨¢tricos encargados por la Justicia llegaron a conclusiones contrapuestas. El primero, entregado en oto?o, lo declaraba loco. El segundo, m¨¢s reciente, lo considera cuerdo.

Breivik y la mayor¨ªa de los noruegos creen que est¨¢ cuerdo. ?l se considera pionero de un movimiento ultraderechista y nacionalista con el que aspira a expulsar de Europa a los inmigrantes y a los ¡°marxistas¡±. Les tiene particular inquina a los musulmanes, a los que dedic¨® buena parte de un mamotreto de 1.500 p¨¢ginas (al que llama ¡°manifiesto¡±) en el que justifica los actos violentos que cometer¨ªa el pasado verano. El 22 de julio mat¨® a sangre fr¨ªa a 69 personas, en su mayor¨ªa muy j¨®venes, que disfrutaban de un campamento veraniego del Partido Laborista en la isla vacacional de Utoya, al norte de la capital noruega.

Primero deton¨® una potente bomba de fabricaci¨®n casera en pleno distrito gubernamental de Oslo. Acto seguido recorri¨® en un coche los 60 kil¨®metros que separan Oslo de Utoya y, vestido de polic¨ªa, atraves¨® el lago en el ferri que une regularmente la isla con tierra firme. Una vez en Utoya, dispar¨® contra casi todos los j¨®venes que pudo encontrar. Los remataba con tiros en la cabeza. La matanza dur¨® m¨¢s de una hora. Dice que la perpetr¨® para evitar la ¡°islamizaci¨®n de Europa¡±, promovida a su juicio por lo que ¨¦l denomina ¡°marxismo cultural¡±. Es decir, los socialdem¨®cratas que gobiernan la pr¨®spera Noruega. Decidi¨® asesinar a sus simpatizantes m¨¢s j¨®venes para entorpecer el relevo generacional.