El Senado de Paraguay destituye al presidente Lugo en un juicio pol¨ªtico

Fernando Lugo, el exobispo de izquierdas que acab¨® en 2008 con 61 a?os de gobierno del Partido Colorado en Paraguay, ha sido destituido este viernes por el Senado mediante un juicio pol¨ªtico. Mientras en el exterior del Congreso miles de seguidores de Lugo coreaban ¡°el pueblo unido jam¨¢s ser¨¢ vencido¡±, a las cinco y media de la tarde (seis horas m¨¢s en la Espa?a peninsular), 39 senadores han votado a favor de la destituci¨®n, cuatro en contra y dos se han ausentado.

El expresidente ha comparecido poco despu¨¦s ante las c¨¢maras. "Es la historia paraguaya sin democracia la que ha sido herida profundamente. Espero que sus ejecutores tengan presente la gravedad de sus hechos", ha declarado, para luego agregar:?"Esta noche salgo por la puerta m¨¢s grande de la patria: por la puerta del coraz¨®n de mis compatriotas". Es Federico Franco, un m¨¦dico de familia conservadora perteneciente al partido Liberal, el que sustituir¨¢ a Lugo como presidente. "Dios y el destino quiso que asuma la Presidencia de la Rep¨²blica", ha afirmado al jurar el cargo.

En una rueda de prensa posterior, Franco ha tratado de zanjar la pol¨¦mica: "Ac¨¢ no hay golpe". El presidente interino ha admitido que su situaci¨®n "no es f¨¢cil" y que "hay inconvenientes con la comunidad internacional", pero ha defendido la legalidad del "juicio pol¨ªtico" que supuso ayer la destituci¨®n de Fernando Lugo y su toma del poder. "No hay quiebra institucional. Es una situaci¨®n legal que la Constituci¨®n y las leyes de mi pa¨ªs permite para hacer un cambio cuando la situaci¨®n se produce inviable", ha sostenido, informa EFE.

El origen de la crisis pol¨ªtica fue la matanza de seis polic¨ªas y once campesinos que se produjo el 15 de junio en el norte del pa¨ªs tras la ocupaci¨®n de una finca por cientos de campesinos. Tras esa matanza, el Partido Liberal Radical Aut¨¦ntico (PLRA), con el que gobernaba Lugo en coalici¨®n, le retir¨® su apoyo el jueves y se uni¨® a su eterno contrincante, el Partido Colorado, para provocar un juicio pol¨ªtico contra el presidente. Este proceso est¨¢ contemplado en la Constituci¨®n vigente desde 1992. ¡°Es legal pero no es leg¨ªtimo¡±, comentaba uno de los partidarios de Lugo.

¡°Se hizo lo que se ten¨ªa que hacer¡±, declaraba un senador de derechas tras la destituci¨®n. El Congreso paraguayo ha deso¨ªdo a los ministros de Exteriores de la Uni¨®n de Naciones Suramericanas (Unasur) que se hab¨ªa desplazado a Asunci¨®n y a su secretario general, Al¨ª Rodr¨ªguez, quien ha le¨ªdo un comunicado en el que se opon¨ªa al proceso. Los l¨ªderes de Brasil, Venezuela y Ecuador, entre otros, se han pronunciado en contra de la sentencia. Argentina incluso ha calificado el proceso contra Lugo de "golpe de Estado". Por su parte, el Gobierno espa?ol se ha limitado hoy a emitir un comunicado en el que se muestra a favor del "pleno respeto a la institucionalidad democr¨¢tica y el estado de derecho" en Paraguay, y manifiesta su confianza en que el pa¨ªs "logre encauzar la actual crisis pol¨ªtica".

El presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, Claudio Gim¨¦nez, y otras autoridades eclesi¨¢sticas del pa¨ªs hab¨ªan solicitado al antiguo obispo Lugo que renunciara antes de que se emitiera ning¨²n veredicto ¡°para preservar la paz y evitar que haya m¨¢s violencia y m¨¢s muerte¡±. Pero Lugo rechaz¨® la propuesta y denunci¨® en el canal venezolano Telesur que estaba sufriendo un ¡°golpe de Estado expr¨¦s¡±.

Hasta el ¨²ltimo momento los colaboradores intentaron negociar con senadores liberales para revertir el resultado de la votaci¨®n. Los abogados de Lugo presentaron un recurso de inconstitucionalidad ante la m¨¢xima instancia judicial del pa¨ªs para retrasar el proceso. Pero todos los intentos estaban abocados al fracaso. A la plaza del Congreso segu¨ªa llegando gente a un ritmo muy lento. A mediod¨ªa apenas sumar¨ªan unas 2.000 personas. Por la noche, rebasaban los 5.000. ¡°Esto de que vengan campesinos de todo el pa¨ªs a la capital no ha ocurrido nunca. A ellos les cuesta mucho venir, son gente muy pobre y no tienen tampoco recursos log¨ªsticos¡±, explicaba un periodista del diario ?ltima Hora. Para quienes se iban congregando en la plaza, la cosa estaba clara: a un lado estaba Fernando Lugo, con todos sus defectos, y al otro los grandes oligarcas que siempre gobernaron el pa¨ªs, junto a la Iglesia y al 95% de los medios de comunicaci¨®n.

El ch¨®fer H¨¦ctor D¨ªaz, de 47 a?os, dec¨ªa: ¡°Si al presidente de la rep¨²blica le hacen esto, ?qu¨¦ puedo esperar que me hagan a m¨ª?¡±. A su lado, el soci¨®logo y colaborador del Gobierno Jos¨¦ Carlos Rodr¨ªguez llevaba en el bolsillo una copia subrayada del libelo que con la firma de 76 diputados se present¨® el jueves en el Senado contra Lugo: ¡°Mire, mire, lo que pone aqu¨ª: ¡®(¡­) Ha quedado por dem¨¢s demostrado la falta de voluntad del Gobierno para combatir al Ej¨¦rcito del Pueblo Paraguayo, que se ha convertido, al amparo y con la complicidad del Gobierno, en el azote de los ciudadanos de los departamentos de Concepci¨®n y San Pedro¡¯. Si eso fuese cierto, valdr¨ªa para mandar a la c¨¢rcel a cualquier presidente inmediatamente¡±.

A Lugo solo le restaban nueve meses para concluir su mandato de cinco a?os como presidente de Paraguay. Entonces, ?por qu¨¦ provocar su destituci¨®n ahora? ¡°La clave son las elecciones de 2013¡±, indica el funcionario Bernab¨¦ Pencuyo, de 60 a?os, quien tambi¨¦n acudi¨® a la plaza para apoyar a Lugo. ¡°Provocando su destituci¨®n, algunos candidatos presidenciales del Partido Colorado y otros liberales se garantizan que Lugo no actuar¨¢ en contra de ellos como presidente durante la campa?a electoral¡±.