¡°Los impulsos radicales est¨¢n desapareciendo en los Balcanes¡±
El ministro de Asuntos Exteriores macedonio, Nikola Poposki, califica de "sin sentido" los temores de reivindicaciones territoriales por los que Grecia veta la integraci¨®n del pa¨ªs en la UE y la OTAN
Macedonia empez¨® su camino independiente de forma muy prometedora en los a?os noventa. Mientras los Balcanes se desangraban por todos los costados, el nuevo pa¨ªs surgido de la antigua provincia yugoslava logr¨® dar sus primeros pasos en paz y avanzar a buen ritmo en el desarrollo de las nuevas instituciones democr¨¢ticas. La joven rep¨²blica super¨® a principios de la d¨¦cada pasada un grave periodo de enfrentamientos de ¨ªndole ¨¦tnico-religiosa entre macedonios y albaneses gracias al di¨¢logo y a las reformas pol¨ªticas.
Dos d¨¦cadas despu¨¦s, el pa¨ªs se encuentra sin embargo estancado. Grecia veta su integraci¨®n en la OTAN y en la UE. Atenas objeta que el pa¨ªs vecino se llame ¡®Rep¨²blica de Macedonia¡¯ al considerar que esa denominaci¨®n mantendr¨ªa la puerta abierta a posibles futuras reivindicaciones territoriales de Skopje sobre la hom¨®nima provincia griega. La Comisi¨®n Europea, que lleva tres a?os recomendando que se abran negociaciones de adhesi¨®n con Macedonia, lamenta sin embargo que se haya frenado el proceso de reformas. Y, tras un periodo de crecimiento econ¨®mico sostenido, Macedonia ha ralentizado considerablemente y sufre una tasa de paro superior al 30%.
En una entrevista concedida recientemente en Madrid, Nikola Poposki, ministro de Asuntos Exteriores macedonio, califica de ¡°sin sentido¡± los temores de Atenas acerca de posibles reivindicaciones territoriales. ¡°Macedonia ha declarado de manera expl¨ªcita que no tiene reivindicaciones hacia ninguno de nuestros vecinos. En estos a?os, hemos asumido y respetado nuestros compromisos y mostrado un amplio nivel de flexibilidad. Hemos hecho concesiones como el cambio de la bandera y reformas de la constituci¨®n. Pero hay cosas que van en contra de principios democr¨¢ticos b¨¢sicos. El nombre de un pa¨ªs solo puede ser determinado por los ciudadanos de ese pa¨ªs. Lengua, cultura, identidad son elementos que no pueden ser dictados del exterior. Grecia hab¨ªa asumido un ¨²nico compromiso: no entorpecer nuestra integraci¨®n en organismos internacionales. Y no lo ha respetado¡±, afirma Poposki.
Efectivamente, la Corte Internacional de Justicia conden¨® el pasado mes de diciembre a Atenas por incumplir el compromiso de no obstaculizar la integraci¨®n del pa¨ªs vecino en las instituciones internacionales, asumida con un acuerdo interino firmado en 1995. Pero desde entonces, la postura griega no ha cambiado y la disputa se halla en punto muerto. ¡°Desafortunadamente, la crisis econ¨®mica ocupa todas las energ¨ªas de los l¨ªderes griegos. No hay espacio para invertir tiempo en el asunto de Macedonia. Nosotros seguimos dispuestos al di¨¢logo. Las relaciones entre los dos pueblos son buenas. Las relaciones comerciales, tambi¨¦n. Macedonia es una oportunidad, no una amenaza para Grecia¡±, comenta Poposki.
En el plano interno, la sociedad macedonia se vio sacudida el pasado mes de abril por un feroz suceso con las se?as de identidad de la violencia ¨¦tnica. Un grupo de pistoleros mat¨® a cinco personas de origen macedonio que pescaban en un lago a las afueras de Skopje. El suceso agit¨® viejos fantasmas.
¡°El caso tuvo mucha repercusi¨®n por su brutalidad¡±, comenta Poposki. ¡°Hay gente que intenta a trav¨¦s de actos terroristas crear desordenes inter¨¦tnicos, interreligiosos. Hemos identificado individuos que tienen la intenci¨®n de desestabilizar. Pero el asunto debe ser contextualizado. Si se mira en perspectiva, no hay ninguna fuerza pol¨ªtica en nuestro pa¨ªs que apoya ese tipo de estrategia. No podemos excluir la posibilidad de que en el futuro siga habiendo individuos que promuevan una agenda radical. Pero no hay ninguna base pol¨ªtica para apoyar eso. La situaci¨®n puede ser ligeramente diferente en algunos pa¨ªses vecinos, pero, sustancialmente, la agenda, los impulsos radicales est¨¢n desapareciendo de la regi¨®n¡±.
Una regi¨®n marcada ahora por el ascenso al poder en Serbia de Tomislav Nikolic, un pol¨ªtico procedente del ¨¢rea pol¨ªtica radical que ha efectuado un viraje hacia posiciones m¨¢s moderadas en los ¨²ltimos a?os. Pese a la oratoria m¨¢s suave, Nikolic sigue despertando mucha desconfianza en los Balcanes. ¡°Algunas de las primeras declaraciones de Nikolic han causado mucho malestar en la regi¨®n, pero est¨¢ en su inter¨¦s y en el de todos actuar de una manera que facilite la integraci¨®n de todos los Balcanes en Europa. Especialmente en un momento en el que Serbia se enfrenta a serias dificultades econ¨®micas. Es una buena noticia que toda la regi¨®n, Nikolic incluido, tenga el mismo objetivo de entrar en la UE¡±.
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