Par¨ªs extrema la presi¨®n para que Berl¨ªn d¨¦ un respiro a Espa?a e Italia
Espa?a asegura que cuenta con el apoyo de Alemania para explorar la v¨ªa de la recapitalizaci¨®n directa de la banca La Comisi¨®n asegura que de la cumbre saldr¨¢n soluciones para estabilizar los mercados Francia y Alemania debaten hasta el ¨²ltimo minuto el dise?o a corto y medio plazo de la UE
La supercumbre, la cumbre del fin del mundo, la madre de todas las cumbres: la inflaci¨®n de ese tipo de historias amenaza con arruinar la credibilidad de Europa, empe?ada en colocarse una y otra vez al borde del precipicio. A raz¨®n de una reuni¨®n al m¨¢s alto nivel al mes desde que arranc¨® la crisis, el euro se enfrenta hoy, otra vez, de nuevo, a algo parecido a un ser o no ser. Cambia el guion, pero algunas cosas se repiten: Alemania dice no; Par¨ªs y cada vez m¨¢s pa¨ªses elevan la presi¨®n sobre Berl¨ªn; y alg¨²n socio europeo va a estar con el agua al cuello, o incluso m¨¢s arriba, si no hay soluciones en¨¦rgicas, con la crisis entrando en territorio comanche. La diferencia para un lector espa?ol es que ese pa¨ªs, esta vez, tiene su capital en Madrid. Pero tambi¨¦n Italia est¨¢ en el disparadero: si su primer ministro, Mario Monti, vuelve de Bruselas con las manos vac¨ªas puede detonarse una crisis pol¨ªtica en Roma, con un Silvio Berlusconi amenazador.
Para que eso no ocurra, la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno tiene que recuperar una narrativa cre¨ªble acerca del proyecto europeo de medio y largo plazo. Las fuentes consultadas creen posible que eso suceda, tras el ambicioso documento presentado el martes por el Consejo, que marca el camino hacia una uni¨®n pol¨ªtica. Pero sobre todo se requiere una salida en el cort¨ªsimo plazo, ante la sospecha de que la filosof¨ªa relativa al dise?o del edificio europeo no va a ser suficiente si los mercados siguen oliendo sangre. Hay indicios de que algo se est¨¢ cocinando. La alternativa es el desastre: sin un acuerdo, la rueda de la crisis volver¨¢ a girar con una fuerza endiablada en forma de crisis pol¨ªtica italiana, o de una estampida bancaria en el Sur, o del en¨¦simo incendio en los explosivos mercados de deuda.
Francia extrem¨® ayer la presi¨®n sobre Alemania para que d¨¦ un respiro a Espa?a e Italia en ese peligroso corto plazo. Gana fuerza la idea de la recapitalizaci¨®n directa de la banca, en el marco de la uni¨®n bancaria europea. Ese ser¨¢ uno de los puntos centrales de la cumbre, seg¨²n fuentes comunitarias y seg¨²n varios diplom¨¢ticos europeos. Francia e Italia apoyan sin fisuras esa idea. El Gobierno espa?ol asegur¨® ayer a este diario que Alemania est¨¢ por la labor ¡ªaunque con matices: m¨¢s el ministro de Finanzas, el europe¨ªsta Wolfgang Sch?uble, que la canciller Angela Merkel¡ª; Berl¨ªn no confirm¨® ese extremo, pero dej¨® claro que las inyecciones de capital directas en la banca a trav¨¦s de los mecanismos de solidaridad europeos nunca se har¨¢n sin estrictas condiciones y sin alg¨²n tipo de garant¨ªas por parte de los Estados. La clave de la negociaci¨®n es el plazo: si la cumbre lo deja para dentro de unos meses o incluso unos a?os, es poco probable que consiga relajar la tensi¨®n en los mercados. De ser as¨ª, no servir¨ªa para Espa?a. Madrid es consciente de que el rescate que solicit¨® formalmente el lunes no le permite acogerse a esa v¨ªa de inmediato, pero el Ejecutivo conf¨ªa en que pese a que los primeros tramos de las ayudas llegar¨¢n v¨ªa el fondo de rescate bancario espa?ol (y por lo tanto engordar¨¢n la deuda p¨²blica y avivar¨¢n los temores de los inversores), los bancos espa?oles podr¨¢n acogerse m¨¢s adelante a la citada recapitalizaci¨®n directa. Eso aliviar¨ªa sobremanera la presi¨®n sobre Espa?a y permitir¨ªa empezar a pensar en romper el c¨ªrculo vicioso entre deuda p¨²blica y deuda bancaria.
Una soluci¨®n para la crisis a corto plazo pasa por la compra de bonos a trav¨¦s del BCE
La otra opci¨®n en el cort¨ªsimo plazo es una intervenci¨®n en el mercado de deuda p¨²blica: la compra de bonos a trav¨¦s del Banco Central Europeo (BCE) o de los mecanismos de rescate, una salida abominable desde el punto de vista alem¨¢n pero que se debati¨® en el ¨²ltimo G-20. El BCE ha conseguido ya ser, con gran probabilidad, el supervisor bancario europeo: a cambio podr¨ªa volver a disparar en el mercado de deuda, seg¨²n varias fuentes, o al menos rebajar los tipos de inter¨¦s y poner en marcha otras medidas excepcionales. La otra posibilidad es hacerlo a trav¨¦s de los fondos de solidaridad europeos. El vicepresidente de la Comisi¨®n, Olli Rehn, dio a entender que esa respuesta, favorable a los intereses italianos ¡ªfrente a una recapitalizaci¨®n directa de la banca que ayudar¨ªa m¨¢s a Espa?a¡ª, se est¨¢ preparando: ¡°Estamos trabajando junto con los socios de la eurozona para permitir la estabilizaci¨®n a corto plazo de los mercados, especialmente de los Estados bajo m¨¢s presi¨®n¡±. Rehn no dio pistas sobre ¡°la sustancia de esas medidas a corto plazo¡±. Pero no hay que devanarse los sesos para identificar a los Estados a los que van dirigidas: los intereses de la deuda espa?ola a 10 a?os rondan el 7%; los de la italiana, el 6%. Ambas cifras son insostenibles. Ambos pa¨ªses requieren tratamiento de choque y llegan a Bruselas acosados por una situaci¨®n financiera y pol¨ªtica muy distinta, pero en ambos casos explosiva.
Alemania y Francia est¨¢n obligadas a presentarse en Bruselas con un acuerdo convincente y s¨®lido. De lo contrario (y es casi seguro que va a ser de lo contrario) se presume una noche de cuchillos largos, la del jueves. Esta es una cumbre extra?a por varios motivos. Est¨¢n los desacuerdos, est¨¢ la presi¨®n sobre varios pa¨ªses, est¨¢n los debates de corto y largo plazo, pero sobre todo influye el hecho de que la reuni¨®n se interrumpir¨¢ el viernes por la tarde para que la canciller Angela Merkel vuelva a Berl¨ªn a votar el mecanismo de rescate permanente. Ante ese limitado horizonte temporal que pr¨¢cticamente aboca a una jornada maratoniana el primer d¨ªa, Fran?ois Hollande y Merkel cenaron juntos en el El¨ªseo con el objetivo declarado de buscar denominadores comunes.
Par¨ªs afirma que el m¨¦todo de tomar decisiones es diferente, m¨¢s regular y met¨®dico que el anterior
Antes de esa entrevista, el entorno del presidente socialista franc¨¦s se mostraba totalmente confiado en un acuerdo franco-alem¨¢n. ¡°La relaci¨®n es muy profesional, muy seria, los dos son plenamente conscientes de su responsabilidad, hay entendimiento en casi todo. Merkel y Hollande han hablado con much¨ªsima frecuencia por tel¨¦fono y los equipos trabajan de forma muy fluida. Lo que ha cambiado es que el m¨¦todo de tomar decisiones es diferente, m¨¢s regular y met¨®dico que el anterior¡±. Par¨ªs se mostr¨® durante todo el d¨ªa optimista y confiado en que Berl¨ªn ceder¨¢ en sus l¨ªneas rojas y compartir¨¢ las recetas impulsadas por Hollande: austeridad s¨ª; disciplina y m¨¢s supervisi¨®n tambi¨¦n, pero a la vez m¨¢s crecimiento para salir de la depresi¨®n, crear empleo y evitar el auge de los populismos, y m¨¢s solidaridad para garantizar que los enfermos no ser¨¢n dejados atr¨¢s. Pero Berl¨ªn tambi¨¦n quiere contrapartidas por parte de Par¨ªs: reformas ¡ªa las que Hollande se viene resistiendo¡ª y la posibilidad de ceder soberan¨ªa a Bruselas para avanzar en la direcci¨®n de la uni¨®n pol¨ªtica.
Altos funcionarios del El¨ªseo manifestaron su convicci¨®n en que el viernes se sellar¨¢ ¡°un acuerdo importante y de consenso que se parecer¨¢ mucho al documento elaborado por el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy¡±. Merkel dijo compartir el grueso de ese informe dise?ado por los responsables del Consejo, la Comisi¨®n y el BCE, para dar pasos en el camino hacia una uni¨®n bancaria; una pol¨ªtica fiscal com¨²n; un marco para armonizar las pol¨ªticas econ¨®micas y de competitividad; y la legitimaci¨®n democr¨¢tica de la colaboraci¨®n reforzada de los Estados de la eurozona.
Pero antes de viajar a Par¨ªs, Merkel ense?¨® su perfil cl¨¢sico de negociadora dura. En una declaraci¨®n ante el pleno de la C¨¢mara baja parlamentaria (Bundestag), la canciller volvi¨® a criticar las propuestas de mutualizar la deuda europea y asegur¨® que adolecen de ¡°un claro desequilibrio entre responsabilidad y control¡±. La canciller cree que ¡°se habla demasiado¡± de ¡°todo tipo de ideas¡± para emitir deuda europea o colectivizar las garant¨ªas, pero ¡°demasiado poco¡± sobre la necesidad de ¡°controles comunes y reformas estructurales¡±, en lo que parece un ataque directo a Francia. Los ¡°eurobonos, euroletras o el fondo de amortizaci¨®n de la deuda¡± son ¡°incompatibles con la Constituci¨®n alemana¡±, reiter¨®, adem¨¢s de ¡°econ¨®micamente equivocados y contraproducentes¡±.
A lo largo del viernes se discutir¨¢ sobre Grecia y Espa?a, c¨®mo taponar el agujero en la banca y relajar la tensi¨®n en la deuda
Merkel, que arranc¨® los calurosos aplausos de las bancadas de su coalici¨®n de Gobierno, no fue sin embargo tan lejos como el d¨ªa anterior, cuando sugiri¨® ¡ªseguramente en tono jocoso¡ª que los eurobonos solo ver¨¢n la luz cuando ella muera. En todo caso, Par¨ªs recibi¨® esa frase con iron¨ªa. Un alto funcionario galo replic¨®: ¡°Seguramente se refer¨ªa a su muerte pol¨ªtica, no a su muerte cl¨ªnica¡±.
En realidad, Berl¨ªn y Par¨ªs est¨¢n de acuerdo en el 95% de las medidas que el Consejo debatir¨¢ el jueves y el viernes, sobre todo a medio y largo plazo. Pero la duda es la crisis existencial del euro, y eso se juega aqu¨ª y ahora: ¡°Aprobaremos medidas de corto plazo para salir de la crisis¡±, enfatizaron fuentes cercanas a Hollande. La agenda est¨¢ clara. Primero se acordar¨¢n las medidas urgentes para relanzar la actividad ¡ªel llamado paquete de crecimiento presentado en Roma, con 130.000 millones en inversiones y est¨ªmulos¡ª; Adem¨¢s habr¨¢ un acuerdo, reclamado por Italia, para proteger la producci¨®n europea, y se dar¨¢ el pistoletazo de salida a la tasa financiera que debe entrar en vigor en 2013. Despu¨¦s se ver¨¢ la propuesta de Van Rompuy para redise?ar el edificio europeo. En la cena del jueves y a lo largo del viernes se discutir¨¢ sobre Grecia y Espa?a, sobre c¨®mo taponar el agujero en la banca y c¨®mo relajar la tensi¨®n en la deuda.
Pero est¨¢ por ver que la monta?a pueda parir algo m¨¢s que un rat¨®n. Francia advierte que solo aprobar¨¢ el tratado presupuestario si se dan las condiciones pol¨ªticas suficientes: es decir, si obtiene las contrapartidas que Hollande considera indispensables. Alemania solo dar¨¢ su brazo a torcer si ve avances, paso a paso, hacia la Europa que vislumbra Berl¨ªn, y con Alemania al mando. En Berl¨ªn apenas moja; en Francia el agua llega a los tobillos: pero Madrid y Roma est¨¢n hasta el cuello.
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