?A la en¨¦sima va la vencida?
Los l¨ªderes europeos buscan encarrilar una crisis que se les ha resistido en decenas de cumbres
¡°Tarde y mal, como siempre¡±. Habla en confianza quien revela lo que realmente se piensa en las instituciones comunitarias sobre el modo de abordar la crisis que ha llevado al euro al borde del precipicio. Reserva el comunicante para el intercambio privado el enfoque exactamente contrario a lo que defiende en p¨²blico desde su alta responsabilidad, en este caso sobre los 100.000 millones de ayuda ofrecidos para sanear la banca espa?ola: que todo va bien, que se est¨¢n tomando las medidas pertinentes y que solo hay que dar tiempo al tiempo para que cada pieza encaje en el mecanismo. Tiempo es precisamente lo que no hay y la cumbre de esta semana es un ejemplo de ello: los l¨ªderes de la Uni¨®n se precipitan sobre los planos de un nuevo dise?o del edificio comunitario con la urgencia de quien teme llegada la hora de la verdad. ¡°Que viene el lobo¡±, se dec¨ªa en el cuento para los ni?os. Tanto y durante tanto tiempo se les ha dicho a los mayores ¡°que el euro se hunde, que estalla la UE¡± sin que hicieran otra cosa que enga?arse con parches, que m¨¢s de uno ve ya al lobo en el redil. Aunque no todos. ¡°Estamos en un momento cr¨ªtico. Todo est¨¢ en juego, incluida la supervivencia de la UE¡±, alerta Herman van Rompuy, presidente del Consejo Europeo. ¡°No todos parecen darse cuenta¡±, le secunda Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, presidente de la Comisi¨®n.
No hay que pasar de la primera p¨¢gina del pr¨®logo de La crisis del euro ¡ªel libro-entrevista de Andreu Miss¨¦, corresponsal de EL PA?S en Bruselas durante siete a?os, y Josep Borrell, a la saz¨®n presidente del Instituto Universitario Europeo de Florencia¡ª para encontrar la clave de lo que est¨¢ sucediendo. ¡°Los Gobiernos han jugado al p¨®quer con los mercados y han perdido¡±, dec¨ªa a finales de mayo de 2010 Borrell en entrevista a este peri¨®dico. Aquel mayo en que, precisamente bajo presidencia espa?ola de la UE, la Espa?a de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero fue humillada en el Consejo Europeo extraordinario celebrado el d¨ªa 7, que oblig¨® al presidente del Gobierno a hacer frente a una realidad infantilmente negada durante a?os: Espa?a estaba hundida hasta el fondo en la crisis y deb¨ªa adoptar dr¨¢sticas medidas para salir del agujero. Y se tomaron: 5.000 millones de recortes en agosto. Visto en perspectiva, el chocolate del loro. No hab¨ªa presunto responsable pol¨ªtico que supiera la dimensi¨®n del desastre. Dos a?os despu¨¦s y en v¨ªsperas de otra cumbre, Espa?a y la UE dan desesperadas brazadas para no verse definitivamente arrastradas por la corriente.
Contabilizaba el presidente franc¨¦s Fran?ois Hollande el mes pasado su estreno en un Consejo Europeo, tambi¨¦n extraordinario, como la 24? cumbre de la Uni¨®n desde el estallido de la crisis. Otros manejan otras cifras, porque cumbres regulares y extraordinarias se han ido sucediendo y confundiendo con vertiginosidad desde la primera extraordinaria ¡ªe hist¨®rica, por ser solo del Eurogrupo, los 17 pa¨ªses que comparten la moneda ¨²nica¡ª convocada en octubre de 2008 por Nicolas Sarkozy en respuesta al estallido de Lehman Brothers, en su d¨ªa la mayor quiebra bancaria de la historia. Si a esas citas colegiadas de l¨ªderes a Veintisiete se suman las decenas de cumbres parciales (bilaterales y de otra dimensi¨®n, como la cuatripartita Italia-Alemania-Francia-Espa?a de la pasada semana en Roma) para tratar de la crisis y las inn¨²meras reuniones del Ecof¨ªn (ministros de Finanzas de la UE) y del Eurogrupo (ministros de Finanzas de la eurozona), f¨ªsicas y mediante teleconferencia, son centenares las ocasiones en que los responsables europeos se han echado el ruedo de la eurocrisis para salir siempre volteados.
"Todo est¨¢ en juego, incluida la supervivencia de la Uni¨®n Europea", advierte Van Rompuy
En el lustro transcurrido desde lo que empez¨® en 2007 como una crisis bancaria en Estados Unidos desencadenada por el virus de las hipotecas basura, deriv¨® en recesi¨®n econ¨®mica y ahora es una crisis de deuda soberana ¡ªpara algunos, como Espa?a, crisis elevada al cubo con la bancaria y la recesi¨®n¡ª ha habido exceso de insuficiencia en la c¨²pula de la Uni¨®n y hasta momentos a lo Neville Chamberlain, el premier brit¨¢nico que lleg¨® de M¨²nich esgrimiendo triunfalmente en Londres el acuerdo suscrito en 1938 con Hitler y diciendo: ¡°?Aqu¨ª traigo la paz para nuestro tiempo!¡±. Esa pat¨¦tica imagen evocaban en sala de prensa Van Rompuy y Barroso, al dar cuenta del segundo plan de rescate a Grecia trabajosamente acordado en la cumbre del 21 de julio de 2011, presentado por ambos, y triunfalmente coreado por los restantes l¨ªderes europeos, como la salida definitiva a las crisis helena y de la eurozona. Un bluff puesto en evidencia el d¨ªa siguiente, cuando responsables de sus respectivos servicios intentaban explicar lo acordado y se correg¨ªan con estr¨¦pito unos a otros. Y eso que eran los t¨¦cnicos que deb¨ªan conocer los detalles, significado y alcance de lo pactado, factores que a los jefes, interesados solo en el gesto pol¨ªtico del ¡°tranquilidad, que todo va bien¡±, obviamente se les escapaban.
A los jefes de Estado y de Gobierno de la Uni¨®n se les escapar¨ªan los detalles, pero sus chapuzas, peleas e indecisiones no pasaban desapercibidas a los mercados, despreciados por una eurocracia a la que llevan del ronzal. ¡°Quiz¨¢ estamos reaccionado en exceso¡±, coment¨® tras una nueva cumbre una responsable de la Comisi¨®n, lamentando que cada vez que los mercados dec¨ªan ?no! los dirigentes europeos volvieran presurosos a la mesa de dise?o para trazar un nuevo plan que saciara a los tiburones. Los l¨ªderes europeos repudian en p¨²blico a sus mortificadores, como han hecho ante las reacciones adversas generadas por la indefinici¨®n del plan de salvamento a la banca espa?ola. ¡°No vamos a tomar nuestras decisiones en funci¨®n de lo que digan los mercados o las agencias de calificaci¨®n¡±, declaran una y otra vez en p¨²blico dirigentes pol¨ªticos y portavoces comunitarios. En privado es otra cosa: ¡°Tarde y mal, como siempre¡±. Y as¨ª se llega a la cumbre de estos 28 y 29 de junio de 2012, crucial en virtud de su anunciada ambici¨®n de dise?ar una UE s¨®lida y viable. Con una salvedad. Los planes de los jefes, que acuden enfrentados a la cita, tienen un horizonte de ejecuci¨®n imprevisto. Los mercados siguen al acecho y el lunes se pronunciar¨¢n.
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