El Supremo dicta sentencia sobre la reforma sanitaria de Obama
La decisi¨®n de los magistrados puede tener fuerte repercusi¨®n en la campa?a electoral
El Tribunal Supremo de Estados Unidos decidir¨¢ hoy sobre la constitucionalidad de la reforma sanitaria de Barack Obama y con ello dictar¨¢ sentencia tambi¨¦n, a cuatro meses de las pr¨®ximas elecciones, sobre lo que ha sido el principal logro de esta presidencia. Aunque en la vista del caso la mayor¨ªa de los nueve magistrados parecieron poner en duda la legalidad de esta norma, el resultado final es imprevisible y mantiene a todo el pa¨ªs en vilo.
Cientos de personas han concentrado en las puertas de la sede del Tribunal en apoyo o rechazo de la ley. Se trata, sin duda, de la decisi¨®n m¨¢s trascendental y pol¨¦mica que el Supremo toma desde que proclam¨® la victoria de George Bush sobre Al Gore en el a?o 2000. Pese a que el contenido de la ley, que garantiza por primera vez la cobertura sanitaria universal en EE UU, es de car¨¢cter social, el mayor inter¨¦s est¨¢ centrado en las consecuencias pol¨ªticas de la sentencia.
Declarar inconstitucional la reforma sanitaria ser¨ªa un bofet¨®n a Obama y un respaldo a lo que durante a?os ha venido sosteniendo la oposici¨®n republicana. Mantener la ley equivaldr¨ªa exactamente a lo contrario. Unos y otros har¨ªan, seguramente, de esta sentencia una bandera electoral.
Pero existe una tercera opci¨®n, y es que el Supremo acepte la mayor parte de la reforma pero rechace sus art¨ªculos m¨¢s controvertidos, lo que hace obligatorio para todos los norteamericanos la suscripci¨®n de un seguro de salud. El abogado del Gobierno defendi¨® de forma muy d¨¦bil ese punto en su actuaci¨®n ante los magistrados y varios de ellos expresaron claramente reservas al respecto.
En el caso de una decisi¨®n salom¨®nica, tanto Obama como los republicanos intentar¨ªan declararse vencedores, pero existen serias dudas de que la reforma sanitaria, en su conjunto, pudiera sostenerse si no se garantiza la obligatoriedad del seguro, que es lo ¨²nico que permitir¨ªa a las aseguradoras pagar los servicios extras que a partir de ahora se les exigen.
Muchos de esos servicios, como el de cubrir las enfermedades existentes antes de la suscripci¨®n del seguro o la prohibici¨®n de negar un seguro a los ni?os, gozan ya de una gran popularidad y ser¨ªa dif¨ªcil eliminarnos sin pagar un precio pol¨ªtico.
La opini¨®n p¨²blica norteamericana est¨¢ dividida respecto a la reforma sanitaria, en funci¨®n de la orientaci¨®n ideol¨®gica de cada uno y de la secci¨®n de la ley que se juzgue. Las ¨²ltimas encuestas muestran un n¨²mero similar de personas que quieren que se mantengan o prefieren que sea derogada. Es dif¨ªcil de predecir cu¨¢l ser¨¢ la reacci¨®n de los ciudadanos a la decisi¨®n del Supremo. El Tea Party, que ha hecho del rechazo a esta ley una de sus causas principales, entender¨ªa la derogaci¨®n como una victoria. Pero, en la izquierda, la anulaci¨®n de la reforma podr¨ªa tener un efecto movilizador con el objetivo de volver a intentarlo en una segunda presidencia de Obama.
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