Un veredicto que no ha dejado indiferente a nadie

El 28 de junio de 2012 quedar¨¢ en la memoria de los norteamericanos. Un d¨ªa en el que el Tribunal Supremo deb¨ªa decidir sobre la constitucionalidad o no de la reforma sanitaria planteada por Obama en 2010 y que tras tres meses de deliberaci¨®n ha resuelto a favor del presidente. Cientos de personas se han manifestado desde muy temprano en las inmediaciones del Tribunal Supremo, a pocos pasos del Capitolio, y bajo un calor sofocante con distintos emblemas y esl¨®ganes que mostraban que esta reforma no ha pasado desapercibida para nadie. Los ¡°queremos la Obamacare¡± se entremezclaban con las pancartas que ensalzaban ¡°la libertad individual de cada norteamericano¡± -parte m¨¢s pol¨¦mica de la reforma que obliga a cada ciudadano a contar con un seguro-.

"Hoy se ha dado un paso muy grande para los americanos y para la oportunidad de que todo el mundo tenga un seguro", explica Vale

Las formas de vivir este acontecimiento eran muy distintas pocos minutos antes del veredicto. Los defensores de la nueva norma bailaban al son de hits discotequeros mientras un portavoz de la plataforma Protect Your Care, Eddie Vale, gritaba insignias para animar a los presentes: ¡°Your body, your bill (tu cuerpo, tu decisi¨®n) o Come on, Obamacare (Vamos, Obamacare)". El positivismo reinaba entre los seguidores. "Esperamos que el respaldo sea total pero si conseguimos un 90% al final ser¨¢ un triunfo para nosotros y para Obama".

Mientras, los detractores de la reforma calentaban motores a pocos metros. Micr¨®fono en mano, Lisa Miller, representante del Tea Party en la ciudad de Washington, argumentaba: ¡°Admitir esta reforma ser¨ªa un paso atr¨¢s enorme para la sociedad norteamericana y una soluci¨®n insostenible para el Gobierno, quien tiene que aceptar que no puede pagarla, y para el pueblo de Estados Unidos¡±. Roger Stodder, tambi¨¦n detractor de la reforma, aseguraba mientras sujetaba una pancarta que dec¨ªa ¡°Quiero ser libre¡± que: ¡°Si al final el Tribunal Supremo decide que la ley es constitucional tendr¨¦ que acatarlo pero si fuera mi decisi¨®n la echar¨ªa abajo¡±.

Es una responsabilidad de la Am¨¦rica que queremos construir para la pr¨®xima generaci¨®n, el luchar para que este presidente y su reforma no salgan electos este pr¨®ximo noviembre", dice Miller

Seg¨²n pasaban los minutos, los ¨¢nimos de las 200 personas congregadas, seg¨²n han dicho las autoridades presentes, se iban calentado: La doctora Margaret Flowers, de 49 a?os, estaba muy nerviosa. ¡°No hay que obligar a todos a tener un seguro privado, eso solo favorece a las compa?¨ªas. Lo que hay que conseguir es una sanidad p¨²blica para todos, gratis. La Obamacare no es suficiente¡±.

Las 10.10 y todav¨ªa nada. Por unos instantes, el silencio ha reinado a las puertas del Tribunal. Muchos de los presentes han actualizado sus m¨®viles y ordenadores con desesperaci¨®n a la espera de la salida de la sentencia. La primera noticia que se ha destapado es que el presidente de la Corte, John Roberts, ha votado por la constitucionalidad de la reforma, lo que daba un resultado de cinco? votos a favor de ley y cuatro en contra -la Corte la conforman nueve magistrados-. La victoria era para Obama pero todav¨ªa hab¨ªa mucha confusi¨®n.

Los momentos tras las primeras noticias han sido muy intensos aunque los defensores de la reforma se han mostrado satisfechos. "Hoy se ha dado un paso muy grande para los americanos y para la oportunidad de que todo el mundo tenga un seguro", ha dicho Vale. "No est¨¢ muy claro todav¨ªa pero creo que hemos conseguido el apoyo de la mayor¨ªa de los jueces y de m¨¢s del 90% de la reforma, pero hay que comprobarlo bien. Es un d¨ªa feliz", ha dicho Elisabeth Mills con su hijo enfermo de seis meses en brazos. "Parece que habr¨¢ seguro para ¨¦l", ha a?adido mir¨¢ndole.

La ira de los detractores no se ha hecho esperar. El enfado era m¨¢s que obvio por parte de los que creen que est¨¢ reforma es un mal enorme para la ciudadan¨ªa de EE UU. ¡°La decisi¨®n tomada hoy por la Corte demuestra que son unos payasos y sobre todo significa que debemos dar un paso, los americanos, para cambiar esta ley. Nos han dado el relevo y ahora la oportunidad est¨¢ de nuestro lado", ha dicho en un discurso un portavoz del Tea Party.

Mientras los seguidores de la reforma han abandonado las inmediaciones del Tribunal Supremo tras media hora de excitaci¨®n a gritos de "We Love Obamacare", los detractores han continuado explicando sus argumentos con fuerza unos minutos m¨¢s: "Es una responsabilidad de la Am¨¦rica que queremos construir para la pr¨®xima generaci¨®n, el luchar para que este presidente y su reforma no salgan electos este pr¨®ximo noviembre".

Un d¨ªa, para muchos hist¨®rico, que muestra las diferentes caras y creencias de un pa¨ªs en el que mientras unos luchan por una libertad global, otros quieren seguir igual y pelear por la suya propia. Ambas creencias, sin ninguna duda, totalmente respetables.