Dos colosos pujan por Chipre
La isla mediterr¨¢nea, que asume la presidencia de la UE a la semana de haber perdido el rescate para su banca, es una plataforma estrat¨¦gica por la que pugnan Rusia y China
En un recodo del Mediterr¨¢neo oriental, con el agua al cuello de la recesi¨®n, Chipre no sabe muy bien hacia d¨®nde mirar. Si al Este o al Oeste, a Pek¨ªn o a Bruselas; a Israel, con quien comparte importantes reservas de gas natural, o a Grecia, madre patria (y madrastra de buena parte de su crisis). La soluci¨®n a esas dudas podr¨ªa encomendarse a Mosc¨², de donde por ahora le llega el sustento con que apuntalar su econom¨ªa: un cr¨¦dito de 2.500 millones de euros. Pero en esa regi¨®n del mapa, donde tambi¨¦n confluyen Siria o Israel, todo tiene un precio ¡ªy un inter¨¦s a¨²n m¨¢s alto¡ª, y los cantos de sirena resuenan por doquier.
El lunes pasado, seis d¨ªas antes de asumir por primera vez la presidencia de la UE, Nicosia ped¨ªa ayuda para salvar su sistema bancario del contagio de la deuda griega, convirti¨¦ndose as¨ª en el quinto pa¨ªs rescatado de la UE. Algo casi irrelevante en t¨¦rminos globales (supone el 0,5% del PIB de la eurozona), pero tambi¨¦n indicio de un futuro dudoso, por lo que muchos no descartan un nuevo cr¨¦dito bilateral ruso¡ o chino.
La imagen de Chipre alentando la codicia de Rusia y de China tiene algo de cuento infantil: dos colosos peleando por un guisante. En el apetito de Mosc¨² por la isla, un patr¨®n que empieza a repetirse en Grecia, se mezclan consideraciones tan variadas como los negocios (m¨¢s del 25% de los dep¨®sitos bancarios y un tercio de la inversi¨®n extranjera son rusos), intangibles ¡ªambos pa¨ªses son de religi¨®n ortodoxa¡ª y viejos resabios de la guerra fr¨ªa¡ a 40 grados a la sombra. Buena parte del establishment chipriota se ha educado en Mosc¨² y habla ruso con fluidez.
En cuanto a China, su desembarco promete ser a lo grande. En marzo se firm¨® un acuerdo para convertir el antiguo aeropuerto de L¨¢rnaca en un centro de 4.000 metros cuadrados de distribuci¨®n de manufacturas en Europa, Oriente Pr¨®ximo y ?frica: una punta de lanza perfecta para sembrar medio mundo de ropa, tallarines y cachivaches. Pero Pek¨ªn quiere materias primas y sus petroleras prev¨¦n licitar parcelas de explotaci¨®n del gas natural chipriota.
Chipre es un polvor¨ªn a pleno sol: esp¨ªas mafiosos y proxenetas; rusos, chinos; y cada vez m¨¢s israel¨ªes
As¨ª pues, y crisis al margen, la isla donde naci¨® Afrodita resulta ser una cotizad¨ªsima ¨¢rea de servicio, pero tambi¨¦n un polo energ¨¦tico y una lanzadera hacia Siria. ¡°Chipre es una colonia offshore de Rusia, con la ventaja a?adida de poder hacer negocios en Oriente sin salir de la UE, o a la inversa. Pero su fortaleza era de cart¨®n piedra y no pod¨ªa durar ante el vendaval de la crisis. La c¨¢mara acorazada ha reventado, pero si hay que elegir entre el riesgo econ¨®mico y Siria, persistir¨¢ el inter¨¦s por Chipre¡±, ironiza un diplom¨¢tico comunitario en Nicosia.
Por las carreteras de la isla, las se?ales triling¨¹es ¡ªen griego y turco, idiomas oficiales, e ingl¨¦s¡ª se mezclan con miles de anuncios en caracteres cir¨ªlicos: peluquer¨ªas, videoclubes, abundantes tiendas de alcohol, servicios, compraventa de inmuebles. En el sur, en torno a Limasol, hay una colonia de 40.000 residentes rusos (m¨¢s unos 150.000 turistas al a?o). Encontrar matrioskas, buen vodka y pieles resulta tan sencillo como comprar amuletos azules contra el mal de ojo o lukums con aroma de rosas.
¡°La situaci¨®n preb¨¦lica de la regi¨®n tiene que ver con la energ¨ªa: tras una gran crisis econ¨®mica suele venir una guerra, y las potencias se est¨¢n posicionando. Si mientras tanto hacen negocios, tanto mejor¡±, explica el polit¨®logo Oleg K. en Nicosia. ¡°Hay m¨¢s de un millar de empresas rusas en la isla; uno de los accionistas del Banco de Chipre [uno de los que deben ser recapitalizados] es un multimillonario ruso; nos beneficia el sistema fiscal; ni siquiera tenemos que hablar griego ni ingl¨¦s... Si tuvieras que elegir entre un pa¨ªs de mala muerte del este de Europa y una isla con 300 d¨ªas de sol al a?o, ?qu¨¦ escoger¨ªas?¡±.
Mosc¨² se beneficia de ventajas may¨²sculas, como demostr¨® en enero un inquietante episodio b¨¦lico. Un carguero fletado por la compa?¨ªa de armamento rusa Rosoboronexport se vio obligado a buscar amparo de una tormenta en el puerto de Limasol, una especie de Benidorm en eslavo. En sus bodegas viajaban 60 toneladas de munici¨®n para Damasco, pero, pese al embargo de armas decretado por la comunidad internacional, el barco sigui¨® ruta hasta el puerto sirio de Tartus, donde Mosc¨² dispone de su ¨²nica base en el Mediterr¨¢neo. Los t¨ªmidos intentos de las autoridades portuarias de abortar el flete quedaron en nada, cualquiera desaira al Kremlin...
La escalada b¨¦lica en el pa¨ªs ¨¢rabe y el decidido apoyo ruso al r¨¦gimen de Damasco auguran un verano caliente. ¡°Los alquileres empiezan a subir, podr¨ªamos estar ante una segunda edici¨®n de lo que fue Chipre durante la guerra civil libanesa [1975-1990], una plataforma regional de comunicaciones, servicios y negocios¡ no siempre limpios¡±, explica el periodista Andreas Parasjos, director del semanario Kathimerini, que alude con disimulo a la mel¨¦ de esp¨ªas, traficantes y prostitutas eslavas que durante a?os anim¨® los d¨ªas, y las noches, de un pa¨ªs que a las seis de la tarde ¡ªhorario ingl¨¦s, para algo fue colonia brit¨¢nica hasta 1960¡ª echa el cierre.
¡°La presencia de Rusia en Chipre se remonta a una decena de a?os; pero con un escenario incierto en Siria, es probable que Chipre pueda triangular un sinf¨ªn de intereses geopol¨ªticos y econ¨®micos en la zona¡±, a?ade Parasjos. La inclinaci¨®n a la mala vida no parece que haya deca¨ªdo, y las sospechas de que la isla es tambi¨¦n un centro de lavado de dinero y un refugio del crimen organizado cobran fuerza.
As¨ª que Chipre es cada vez m¨¢s un h¨ªbrido entre el camarote de los hermanos Marx y un polvor¨ªn a pleno sol: esp¨ªas, mafiosos y proxenetas; los rusos y los chinos; cada vez m¨¢s israel¨ªes ¡ªnoticias no confirmadas anuncian el desembarco de 30.000 t¨¦cnicos petroleros, y otros tantos soldados para protegerlos¡ª, m¨¢s los militares brit¨¢nicos, que con sus dos bases ocupan el 3% del territorio. En la animada concurrencia no faltan los parientes pobres: decenas de miles de soldados y colonos turcos en el 37% del territorio del pa¨ªs bajo dominio de Ankara desde 1974, y que la comunidad internacional no reconoce. La divisi¨®n es un escollo que la presidencia europea de Chipre, que hoy se inicia, obviar¨¢ de la agenda comunitaria.
Precisamente porque el contencioso con Turqu¨ªa quedar¨¢ fuera de foco, cobran especial relieve otros movimientos m¨¢s discretos, como el posible posicionamiento financiero de China. Porque en esa babel de tama?o bons¨¢i que es Chipre ni siquiera los peores secretos aguantan el silencio. Hace un a?o, la explosi¨®n de un arsenal de armas iran¨ªes confiscadas en 2009 en un barco que se dirig¨ªa tambi¨¦n a Siria marc¨® el principio del fin de la inocencia. La gesti¨®n, y la gestaci¨®n, del desastre ¡ªun centenar de contenedores con armas expuesto durante meses a la intemperie, a altas temperaturas¡ª resquebraj¨® un sistema, como el griego, henchido de favores y clientelas.
Un a?o despu¨¦s, todos los escenarios est¨¢n sobre la mesa: un rescate mayor de lo previsto, nuevos cr¨¦ditos, un vuelco inopinado en Siria. Mosc¨² necesita asegurarse una plataforma naval por si la base de Tartus desaparece. Los rusos conjugan negocios e intereses; los chinos no est¨¢n solo para vender menudencias. Nada nuevo bajo el sol, pues, en Chipre, una isla con m¨²ltiples lecturas: la primera, business as usual.
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