Martinelli, un presidente en la picota
El jefe del Estado paname?o afronta su cuarto a?o de mandato entre las acusaciones de la oposici¨®n de despotismo y una boyante situaci¨®n econ¨®mica
¡°Emperador¡±, le aclaman los estudiantes universitarios. ¡°Dictador¡±, le acusan opositores pol¨ªticos. ¡°Pinocho¡±, le recriminan sindicalistas. ¡°Antidemocr¨¢tico¡±, le reprochan exaliados partidistas. Y en un pa¨ªs que, como Panam¨¢, es apasionado del boxeo, un caricaturista de prensa le mostr¨® grogui en la lona, tras ser noqueado por un gigant¨®n llamado pueblo.
Aturdido por las recientes derrotas pol¨ªticas infligidas tras un violento rechazo popular callejero, Ricardo Martinelli se apresta as¨ª a iniciar este primero de julio los dos a?os finales de su quinquenio como presidente de Panam¨¢: en su maleta se acumulan los proyectos fracasados, y sus rivales rechazan su estilo de gobernar y coinciden en calificarlo de autoritario.
¡°Ha habido un debilitamiento de la institucionalidad democr¨¢tica, un deterioro reflejado en la falta de separaci¨®n de los poderes. El presidente controla a su antojo a la Asamblea Nacional [Congreso] y a la Corte Suprema de Justicia¡±, ha denunciado Samuel Lewis, precandidato presidencial del opositor Partido Revolucionario Democr¨¢tico (PRD), exvicepresidente y excanciller paname?o. En declaraciones a EL PA?S, Lewis subray¨® que ¡°sin duda, la democracia ha venido sufriendo¡±.
F¨¦lix Moulanier, secretario de la Juventud del PRD, afirm¨®: ¡°Martinelli se ha convertido en emperador. El Gobierno tiene al pa¨ªs en incertidumbre¡±.
¡°Martinelli fue electo democr¨¢ticamente, pero no gobierna democr¨¢ticamente y no se le puede creer nada, porque dice una cosa y hace otra¡±, dijo Milton Henr¨ªquez, presidente del opositor Partido Popular. ¡°Martinelli ha concentrado m¨¢s poder que ning¨²n presidente [paname?o] en la historia. Ha cobrado m¨¢s impuestos que nunca. Ning¨²n Gobierno hab¨ªa cobrado tantos impuestos ni se hab¨ªa endeudado tanto. Y, sin embargo, quiere vender el patrimonio nacional y eso no se le puede permitir¡±, recalc¨®.
Pero el oficialista Cambio Democr¨¢tico (CD), el partido que en alianza con otros socios pol¨ªticos ¡ªahora en contienda¡ª llev¨® a la Presidencia de Panam¨¢ a este hombre que hizo fortuna con una cadena de supermercados, acus¨® a sus contrincantes de ¡°restar m¨¦rito¡± a Martinelli.
¡°El presidente es de car¨¢cter duro, pero en Panam¨¢ se necesitaba eso, una mano fuerte que le llegara al bolsillo del que m¨¢s tiene, porque aqu¨ª cuatro multimillonarios por muchos a?os no pagaron impuestos como ten¨ªan que pagarlos y hoy los pagan. No est¨¢n contentos, pero el presupuesto general genera m¨¢s ingresos¡±, declar¨® el diputado Jos¨¦ Mu?oz, del CD y expresidente de la Asamblea Nacional. ¡°Le dicen dictador, aut¨®crata, porque temen que en 2014 el partido de Martinelli logre ser reelegido, ya que los paname?os viven hoy con m¨¢s dignidad que en 2009¡±, a?adi¨®, en una entrevista con este diario.
Tras aclarar que aunque el gobernante est¨¢ impedido constitucionalmente de ser reelegido en forma consecutiva y ¡°no tiene inter¨¦s en correr¡± como candidato presidencial, asegur¨® que Martinelli ¡°s¨ª tiene todo el inter¨¦s y va a dar todo el apoyo¡± como presidente del CD, para que su partido ¡°contin¨²e ejerciendo la labor¡±.
Las inversiones del Gobierno, detall¨®, superan las de los cuatro presidentes anteriores, con obras en salud, redes viales y ¡°auge de dinero en la calle por el mayor aumento salarial¡±. El sueldo m¨ªnimo mensual de obreros industriales subi¨® de 340 d¨®lares en 2009 a 436 en 2012, y el de los agr¨ªcolas aument¨® de 204 d¨®lares a 409, inform¨®.
No obstante, el jefe de Estado de centroderecha, de 60 a?os, casado y con tres hijos, ha enfrentado desde febrero de este a?o un escenario de creciente violencia callejera, con frecuentes choques de polic¨ªas con ind¨ªgenas, campesinos, obreros, estudiantes universitarios, diputados, sindicalistas y varios sectores sociales. Arrinconado por la presi¨®n popular, el presidente debi¨® retroceder en sus planes de privatizar empresas estales de energ¨ªa y telefon¨ªa y el pasado 19 de junio prometi¨® retirar esos proyectos del debate legislativo, en un momento en que pretend¨ªa imponerlos aprovechando la mayor¨ªa legislativa ¡ª46 de 71 diputados¡ª de que dispone.
Un desenlace similar sufri¨® ese d¨ªa un plan de Martinelli, aprobado por la Asamblea Nacional, de instalar una sala judicial que, seg¨²n sus contrincantes, le permitir¨ªa usurpar labores de la Corte Suprema de Justicia. El mandatario retrocedi¨® por los disturbios y prometi¨® eliminar la nueva sala.
Pero los sindicalistas se negaron a creerle y desfilaron por la capital paname?a con un mu?eco con la figura de Martinelli en la que destac¨® la nariz de Pinocho, el mentiroso, mientras que m¨¢s de 5.000 maestros vistieron luto por el riesgo de que el presidente privatice la educaci¨®n.
Aunque la situaci¨®n econ¨®mica es boyante ¡ªel PIB creci¨® un 10,6% en 2011 y mantiene expectativas similares en 2012¡ª y el pa¨ªs ofrece las facilidades del Centro Bancario Internacional, con una envidiable posici¨®n geogr¨¢fica y el amuleto del Canal de Panam¨¢ como locomotora del desarrollo dom¨¦stico, las luces de alerta ya se encendieron.
El Gobierno enfrenta un orificio fiscal de 400 millones de d¨®lares y, por la inestabilidad pol¨ªtica, el clima de inversi¨®n podr¨ªa deteriorarse. Es ¡°totalmente falso¡± que Panam¨¢ sufra problemas inmediatos de liquidez, aclar¨® el ministro paname?o de Econom¨ªa, Frank de Lima. ¡°Tenemos seis meses para hacer los ajustes y los recortes del presupuesto para cerrar esos huecos¡±, advirti¨®.
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