La reforma de los Lores augura un varapalo para el Gobierno brit¨¢nico

La coalici¨®n de Gobierno brit¨¢nica que forman conservadores y liberales-dem¨®cratas podr¨ªa sufrir el martes su primera gran derrota parlamentaria a prop¨®sito de la reforma de la C¨¢mara de los Lores. Aunque muchos conservadores se oponen, la reforma en s¨ª tiene asegurada la mayor¨ªa porque la apoyan los laboristas.

Sin embargo, el l¨ªder laborista, Ed Miliband, se opone a la propuesta de la coalici¨®n de acelerar la reforma y asegurarse de que ser¨¢ aprobada en esta legislatura estableciendo un calendario que limita a 10 d¨ªas su debate en los Comunes. Y quiere, tambi¨¦n, que la reforma sea sometida luego a refer¨¦ndum. Muchos expertos creen que, sin ese calendario, el en¨¦simo intento de reforma de los Lores volver¨¢ a quedar en el limbo. El debate de segunda lectura en los Comunes ha sido abierto esta tarde por el viceprimer ministro y l¨ªder de los liberales-dem¨®cratas, Nick Clegg, y ma?ana martes culminar¨¢ con la votaci¨®n de la pol¨¦mica propuesta de calendario.

Un total de 70 diputados conservadores han firmado una carta en contra de la reforma y exigiendo que esta pase el ¡°un escrutinio total y sin restricciones¡±. Y se estima que en torno a un centenar de diputados tories est¨¢n dispuestos a votar contra la propuesta. Un n¨²mero suficiente para derrotar al Gobierno si los laboristas votan tambi¨¦n en contra.

El laborista Blair reform¨® a fondo la C¨¢mara en 1999, recortando su car¨¢cter hereditario

Detr¨¢s del malestar de los conservadores palpitan dos motivaciones en paralelo. Por un lado, la convicci¨®n de que la reforma es una prioridad para los liberales-dem¨®cratas pero no para los conservadores, por lo que no se sienten obligados a apoyarla. Creen, adem¨¢s, que el compromiso de la coalici¨®n de intentar forjar un consenso ya se ha cumplido, por lo que deber¨ªan poder votar libremente en contra. Los tories, sin embargo, han introducido la m¨¢xima disciplina de voto posible, lo que llaman ¡°una l¨ªnea de tres l¨¢tigos¡±.

Por otro lado, hay tambi¨¦n una genuina oposici¨®n a la reforma, m¨¢s all¨¢ de los problemas internos de la coalici¨®n. O bien creen que es un error que la C¨¢mara de los Lores se convierta en una c¨¢mara elegida porque eso acabar¨¢ con su car¨¢cter actual de cuerpo (relativamente) por encima de los partidos. O bien porque creen que si se convierte en una c¨¢mara elegida acabar¨¢ cuestionando la actual supremac¨ªa de la C¨¢mara de los Comunes en el sistema constitucional brit¨¢nico.

Los tres partidos promov¨ªan la reforma en sus programas electorales en los comicios de 2010, pero con distintos grados de intensidad.

En la actualidad, la C¨¢mara est¨¢ compuesta por 826 lores y damas de los que la inmensa mayor¨ªa son designados y 92 siguen siendo pares hereditarios. La reforma propone reducir el n¨²mero total de miembros de la C¨¢mara a 450, de los que el 80% ser¨ªan elegidos por periodos de 15 a?os no renovables a trav¨¦s de un sistema proporcional de circunscripciones geogr¨¢ficas, como ocurre con las elecciones europeas. Quedar¨ªan 90 pares designados, de los que 12 (y no 26 como en la actualidad) ser¨ªan de la Iglesia de Inglaterra.

La c¨¢mara renovar¨ªa cada cinco a?os un tercio de sus miembros. El Gobierno quiere que el sistema empiece a introducirse en 2015, coincidiendo con las elecciones generales.

Los lores ya fueron reformados de manera profunda en 1999, cuando los laboristas de Tony Blair atajaron dr¨¢sticamente su car¨¢cter hereditario. El n¨²mero de lores hereditarios se redujo a 92 y se puso en marcha un sistema de designaci¨®n que busca un cierto equilibrio entre los partidos y que da entrada tambi¨¦n a personalidades del mundo de la ciencia, la academia y la cultura sin afiliaci¨®n partidaria.

Es un sistema que muchos consideran bueno porque los lores, que mantienen el cargo de por vida, son m¨¢s independientes de la disciplina partidaria. Aunque tienden a ser m¨¢s conservadores que los comunes, tambi¨¦n suelen ser m¨¢s consecuentes y capaces de dar sorpresas basadas en la coherencia. Por ejemplo, aprobaron el derecho de las parejas homosexuales a adoptar antes de que existiera siquiera una ley que reconociera a las parejas homosexuales. Su argumento era que si la ley permite a un homosexual el derecho a adoptar, era absurdo que se negara a una pareja el derecho a adoptar como tal.

Pero otros creen que, aunque el sistema de designaci¨®n es mejor que el hereditario, sigue siendo antidemocr¨¢tico. Los laboristas lanzaron el actual proceso de reforma en 2003, con siete alternativas que oscilaban entre una c¨¢mara totalmente elegida y distintos porcentajes de pares elegidos y designados. Ninguna logr¨® el suficiente apoyo del Parlamento.