El Constitucional egipcio anula el decreto con el que Morsi reabri¨® el Parlamento

En pleno pulso con el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas por el control del poder legislativo en Egipto, los Hermanos Musulmanes enviaron ayer dos mensajes aparentemente contradictorios. Mientras por la tarde miles de militantes islamistas ocuparon la plaza de Tahrir para secundar al presidente Mohamed Morsi en su ¨®rdago lanzado dos d¨ªas antes, por la ma?ana, el pleno de la Asamblea Popular rebaj¨® la tensi¨®n al suspender de forma indefinida sus trabajos, dejando su futuro en manos de los tribunales. Seg¨²n los analistas, la actitud de la Hermandad debe interpretarse como un gui?o hacia la junta militar para mostrar su disposici¨®n a encontrar una salida negociada a la crisis.

Durante las ¨²ltimas horas, los adversarios de Morsi reafirmaron la firmeza de sus posiciones. En una sentencia hecha p¨²blica anoche, el Tribunal Constitucional suspendi¨® el decreto presidencial que restitu¨ªa el Parlamento disuelto, al considerar que esa norma vulneraba la legalidad vigente. El Constitucional se sumaba as¨ª a la junta militar, que el lunes por la noche hab¨ªa instado al nuevo rais a retirar su decreto y a respetar el Estado de derecho.

En una muestra de que el estamento judicial en pleno se ha situado del lado de la c¨²pula militar, el presidente del Club de Jueces, Ahmed al-Zend, lanz¨® ayer una severa amenaza a Morsi. ¡°Si no retira sus decisiones de reconstituir el Parlamento en 36 horas, anunciaremos medidas al respecto¡±, advirti¨® Al-Zend, que afirm¨® que exist¨ªa un acuerdo entre los jueces para no aplicar ninguna de las leyes que pueda aprobar la C¨¢mara baja disuelta.

Este ¨²ltimo cap¨ªtulo en la pugna entre los Hermanos Musulmanes y la c¨²pula del Ej¨¦rcito se inici¨® cuando los generales disolvieron el Parlamento a mediados de junio, en aplicaci¨®n de una sentencia del Tribunal Constitucional. Unos d¨ªas despu¨¦s promulgaron un anexo constitucional en el que se arrogaron el poder legislativo en ausencia de la Asamblea Popular. El pasado domingo, y tan solo una semana despu¨¦s de su investidura, el presidente Morsi revoc¨® esa decisi¨®n y rehabilit¨® la C¨¢mara baja, donde su partido goza de una c¨®moda mayor¨ªa. Los Hermanos Musulmanes lograron una clara victoria en las elecciones legislativas celebradas hace medio a?o, cosechando cerca del 45% de los votos. El principal partido salafista, Al Nour, se hizo con el 25%. Los diputados de estos partidos fueron pr¨¢cticamente los ¨²nicos que asistieron ayer a la convocatoria del Parlamento.

Desde el lunes por la noche, docenas de j¨®venes militantes islamistas se empezaron a congregar en la m¨ªtica plaza del centro de El Cairo para preparar la log¨ªstica de la jornada reivindicativa. Decenas de miles de personas acudieron a Tahrir en respuesta a la convocatoria de una manifestaci¨®n ¡°millonaria¡± convocada por la hist¨®rica organizaci¨®n islamista, y que recibi¨® el apoyo de algunas organizaciones revolucionarias, como el Movimiento 6 de Abril, uno de los principales impulsores de la revuelta popular contra Hosni Mubarak.

El tono desafiante de los c¨¢nticos de la multitud contrast¨® con el talante conciliador que adopt¨® la Asamblea Popular en su sesi¨®n plenaria de la ma?ana. Al renunciar a reanudar su labor habitual, tal como hab¨ªa decretado Morsi el domingo, el presidente del Parlamento, Saad Katatny, evit¨® el agravamiento de la crisis jur¨ªdica que habr¨ªa supuesto la existencia en paralelo de dos ¨®rganos que ejercieran el poder legislativo. La sesi¨®n del plenario fue una de las m¨¢s cortas de la historia, pues apenas se prolong¨® un cuarto de hora.

En una muestra de la divisi¨®n social que ha suscitado la decisi¨®n de Morsi, varios partidos laicos boicotearon la sesi¨®n parlamentaria, entre ellos el hist¨®rico Wafd y el Partido Social Dem¨®crata. El diputado independiente Mustaf¨¢ Bakri anunci¨® su dimisi¨®n como miembro de la C¨¢mara, y tild¨® la reconstituci¨®n de la Asamblea Popular de ¡°acto de gamberrismo pol¨ªtico¡± y de ¡°violaci¨®n del Estado de derecho¡±.

Por otro lado, la Corte Superior Administrativa, el tribunal encargado de dirimir los litigios de competencias entre las instituciones del Estado, decidi¨® ayer aplazar hasta el 17 de julio su veredicto sobre el decreto de Morsi, que fue recurrido el lunes por varios diputados laicos, as¨ª como tambi¨¦n sobre la declaraci¨®n constitucional suplementaria promulgada por la junta militar. La decisi¨®n de la corte abre un plazo de una semana para que militares e islamistas puedan encontrar una salida pol¨ªtica a la crisis.

Esta es precisamente la soluci¨®n que defendieron el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei y la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, que tiene previsto entrevistarse con el presidente Morsi el pr¨®ximo s¨¢bado. ¡°Urgimos de forma contundente un esfuerzo de di¨¢logo concertado entre todas las partes para abordar unos problemas que son comprensibles, pero que se deben resolver para evitar que descarrile la transici¨®n¡±, declar¨® Clinton en una rueda de prensa.

Mientras pol¨ªticos y militares participan en una descarnada lucha por el poder, Egipto padece una aut¨¦ntica situaci¨®n de desgobierno. Desde la ca¨ªda de Mubarak, en febrero del 2011, diversos Ejecutivos, d¨¦biles todos ellos, han administrado el pa¨ªs. Su car¨¢cter interino y su falta de legitimidad han impedido que acometan las reformas profundas y urgentes que necesita el pa¨ªs, con una econom¨ªa al borde de la bancarrota. Diez d¨ªas despu¨¦s de su investidura, Morsi a¨²n no ha nombrado su Ejecutivo. Su portavoz, Yaser Ali, asegur¨® ayer que el presidente anunciar¨¢ en las pr¨®ximas horas la identidad de su primer ministro.