¡°Las condiciones de detenci¨®n de los inmigrantes en Europa son vergonzosas¡±
Mauro Palma, expresidente del Comit¨¦ Europeo para la Prevenci¨®n de la Tortura, critica el maltrato a los 'sin papeles' y la opacidad de las investigaciones antiterroristas en Europa
Los casos de maltrato a detenidos siguen manchando las credenciales de varios pa¨ªses del continente, incluso en su c¨ªrculo supuestamente m¨¢s avanzado: los Veintisiete de la Uni¨®n Europea. Mauro Palma (Roma, 1948), experto en prevenci¨®n de la tortura, subraya en una entrevista concedida en Madrid algunas de las situaciones m¨¢s problem¨¢ticas: la detenci¨®n de los inmigrantes 'sin papeles', a menudo realizada en condiciones deplorables, y las investigaciones en casos de terrorismo, con frecuencias cubiertas por un halo de opacidad.
¡°Las condiciones de detenci¨®n de los inmigrantes son bastante vergonzosas un poco en toda Europa, y especialmente en la regi¨®n mediterr¨¢nea¡±, argumenta Palma, que fue hasta el pasado mes de diciembre presidente del Comit¨¦ para la Prevenci¨®n de la Tortura del Consejo de Europa, la organizaci¨®n de defensa de los derechos humanos que agrupa a 47 Estados europeos con sede en Estrasburgo. ¡°El problema es que en algunos casos las p¨¦simas condiciones no derivan simplemente de una falta de recursos o de una incapacidad de gesti¨®n administrativa, sino de una verdadera intenci¨®n simb¨®lica, del deseo de mandar un mensaje a trav¨¦s del trato¡±.
Palma relata como ejemplo el grave caso que descubri¨® durante una inspecci¨®n en Grecia el a?o pasado. ¡°En un centro policial de la zona fronteriza con Turqu¨ªa nos encontramos con 146 personas en 110 metros cuadrados. No hab¨ªa espacio ni siquiera para que los detenidos pudieran tumbarse. Hab¨ªa un solo aseo. Muchos de los detenidos permanecen en esas condiciones durante semanas. La mayor¨ªa de ellos viajaba con una mochila con ropa de recambio. Las autoridades las confiscaban y abandonaban a la intemperie, a marchitarse bajo la lluvia. En Grecia, la voluntad de mantener los centros en condiciones particularmente negativas se basa en la intenci¨®n de que los detenidos manden un mensaje a su pa¨ªs: ¡®esto es un infierno¡±, relata Palma, quien sin embargo explica que los est¨¢ndares de los centros de detenci¨®n son muy bajos en todo el arco mediterr¨¢neo.
Este episodio se enmarca en la generalizada ret¨®rica antiinmigraci¨®n que avanza a gran ritmo en Europa desde que la crisis sacude su entramado socioecon¨®mico. Partidos xen¨®fobos est¨¢n en auge en muchos pa¨ªses, y la propia UE adopt¨® en 2008 una directiva que permite la detenci¨®n de inmigrantes durante 18 meses por el mero hecho de serlo. ¡°Evidentemente, se trata de una medida con connotaciones muy graves, ya que permite la privaci¨®n de la libertad de una persona por lo que es, y no por lo que hace, y adem¨¢s con decisi¨®n de car¨¢cter administrativo y no penal. Pero nosotros [en el Consejo de Europa] confi¨¢bamos en que se utilizara para poner un techo a los pa¨ªses que ten¨ªan l¨ªmites de detenci¨®n m¨¢s altos. Con amargura nos dimos cuenta de que algunos Gobiernos utilizaron en cambio la directiva para ampliar los l¨ªmites anteriormente previstos por su legislaci¨®n. Este es el caso del Gobierno italiano de Silvio Berlusconi, por ejemplo¡±, dice Palma, que tiene formaci¨®n de matem¨¢tico adem¨¢s de jurista, y que sigue trabajando en Estrasburgo, ahora en el Comit¨¦ de Cooperaci¨®n para la Ejecuci¨®n Penal.
La segunda ¨¢rea motivo de inquietud para Palma es la investigaci¨®n sobre cr¨ªmenes terroristas. ¡°Un mensaje bastante feo que ha dado Europa despu¨¦s del 11-S es que, para hacer m¨¢s incisivas las investigaciones, es necesario aumentar el periodo de detenci¨®n policial. Ah¨ª reside un mensaje seg¨²n el que reduciendo la transparencia aumenta la eficacia de la investigaci¨®n. Esta cultura tiene que ser cambiada. Opacidad igual eficacia. En realidad, es el contrario. Reino Unido, en particular ha adoptado medidas por las que entre que la persona es detenida e imputada se puede llegar a 28 d¨ªas. Pero no est¨¢ en situaci¨®n de incomunicaci¨®n. Este sistema es muy caracter¨ªstico de la situaci¨®n espa?ola¡±, comenta Palma.
El r¨¦gimen de incomunicaci¨®n es el aspecto m¨¢s problem¨¢tico de la actuaci¨®n de las autoridades espa?olas, y ha cosechado numerosas cr¨ªticas de parte de organizaciones internacionales. Este r¨¦gimen se aplica en casos de cr¨ªmenes de especial gravedad, con la intenci¨®n de impedir al detenido que pueda comunicarse con la banda a la que pertenece mientras las investigaciones est¨¦n todav¨ªa en acto. Sin embargo, su formulaci¨®n legislativa y su interpretaci¨®n jurisprudencial han despertado severas cr¨ªticas. El preso no puede ni siquiera hablar con el abogado de oficio antes de declarar ante el juez.
¡°La cuesti¨®n de la incomunicaci¨®n es muy delicada¡±, opina Palma. ¡°En los ¨²ltimos a?os hubo una evoluci¨®n. La percepci¨®n en Espa?a de que esto es un problema ha aumentado fuertemente. Y ha habido una evoluci¨®n de la praxis, con una l¨ªnea de jurisprudencia que deroga algunos de los aspectos m¨¢s duros del r¨¦gimen de incomunicaci¨®n, introduciendo la posibilidad de avisar de la detenci¨®n a un familiar o alguien cercano; la visita al preso por parte de m¨¦dico de confianza, en presencia del de la Audiencia; y que el abogado de oficio, hasta ahora una figura que no puede intervenir, tenga la posibilidad de hablar con el detenido. Estas medidas, que no eliminan el sistema de incomunicaci¨®n, pero lo aligeran, son puestas en pr¨¢ctica sistem¨¢ticamente por tres de los seis jueces de la Audiencia Nacional. Esto demuestra una evoluci¨®n. Sin embargo, desafortunadamente, las operaciones en casos graves raramente se ejecutan cuando estos jueces est¨¢n de turno. Se ejecutan casi siempre cuando quienes est¨¢n de turno de trabajo no las aplican. No quiero ser malicioso, pero observo que, estad¨ªsticamente, en la primera mitad de 2011, de 16 casos de incomunicaci¨®n, todos han sucedido cuando estaba de turno el mismo juez, [Fernando] Grande Marlaska, que no aplica esas medidas¡±.
Palma observa que, durante sus a?os al frente del Comit¨¦ de Prevenci¨®n de la Tortura, el ¨®rgano tuvo ¡°fuerte sospechas¡± de que en algunos casos las denuncias de maltrato por parte de algunos presos tuviesen fundamento real. ¡°Incluso maltrato f¨ªsico¡±, dice Palma.
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