Movimientos palaciegos en Siria
Con la deserci¨®n del general Manaf Tlass, el r¨¦gimen de Damasco pierde su principal apoyo en la comunidad sun¨ª El abandono forzar¨¢ a definirse otros significados representantes de la heterog¨¦nea alianza que todav¨ªa es leal al dictador
Bajo el impacto de una nueva matanza, que responde al empe?o de un r¨¦gimen decidido a reprimir sin desmayo a los opositores que siguen siendo incapaces de volcar militarmente la balanza en su favor, interesa destacar un movimiento palaciego que puede indicar un cambio de fase en esta larga y sangrienta crisis. El pasado d¨ªa 6 se dio a conocer que el general de brigada Manaf Tlass ¡ªjefe de una de las unidades de ¨¦lite de la Guardia Republicana¡ª hab¨ªa abandonado el pa¨ªs y que ese mismo d¨ªa asistir¨ªa al encuentro organizado en Par¨ªs por el Grupo de Amigos de Siria.
Con esta deserci¨®n el r¨¦gimen liderado por Bachar el Asad pierde mucho m¨¢s que a un militar que puede poseer informaci¨®n de inteligencia valiosa para los opositores. Hablamos del principal representante de una familia sun¨ª, con Mustafa Tlass a¨²n en funciones de patriarca, que ha servido como el aliado principal del r¨¦gimen desde su arranque en 1970. En su calidad de estrecho aliado de Hafez el Asad, el propio Mustafa ocup¨® el cargo de ministro de Defensa desde ese mismo a?o hasta 2004. Su permanencia en el n¨²cleo central del r¨¦gimen no solo permiti¨® a Bachar el Asad consolidarse como presidente frente a las resistencias de distintos actores de la vieja guardia, sino que le ha asegurado la aceptaci¨®n (m¨¢s o menos entusiasta) de altos mandos militares y de buena parte de la clase comerciante (mayoritariamente sun¨ª). Dicho de otro modo, la complicidad de la familia Tlass ha sido esencial para el mantenimiento del poder de la minor¨ªa alau¨ª y, por tanto, del clan de los Asad.
Una p¨¦rdida tan notable ¡ªmuy por encima de la que puede deducirse de la deserci¨®n del embajador sirio en Irak¡ª puede suponer un salto de dimensiones todav¨ªa por evaluar. Por un lado, ya desde diciembre pasado hab¨ªa se?ales de la desafecci¨®n mutua entre ambos aliados, como se deduce de la salida del pa¨ªs de Firas Tlass ¡ªhermano de Manaf y hombre de negocios que decidi¨® asentarse en Dubai¡ª y del relevo de Manaf del mando de su unidad desde marzo. En una muestra m¨¢s de la inteligencia pol¨ªtica de esta influyente familia cabe recordar que incluso Abdul Razzaq Tlass ¡ªprimo de Manaf¡ª es uno de los l¨ªderes destacados de las unidades de combate del Ej¨¦rcito Libre de Siria. Cabe deducir que al jugar en los dos bandos, y aunque las manos de sus principales representantes est¨¢n sobradamente manchadas de sangre, buscan sobrevivir al posible colapso del actual r¨¦gimen alau¨ª.
Al decidir el abandono de un barco que intuyen que no tiene futuro, los Tlass est¨¢n erosionando de modo muy directo las bases de poder de los Asad. Por una parte, porque sin su presencia le resultar¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil a Asad seguir manteniendo la forzada e interesada lealtad de los sun¨ªes que no han querido alinearse con los opositores. Pero por otra, porque en buena medida obliga a definirse sin remedio a otros significados representantes de la heterog¨¦nea alianza de drusos, cristianos y kurdos que todav¨ªa siguen interesadamente asociados al dictador y que, si no se desmarcan ahora, se atan definitivamente al destino del r¨¦gimen.
Y todo eso ocurre mientras en el interior del clan de los Asad aumentan las tensiones, con un actor tan relevante como Rami Makhlouf ¡ªprimo del presidente y poseedor de una gran fortuna¡ª cada vez m¨¢s cr¨ªtico con lo que deciden Bachar y Maher. Si esta din¨¢mica derivara en ruptura, el colapso del r¨¦gimen dejar¨ªa de ser una entelequia disparatada. En todo caso, conviene no dejarse llevar por el entusiasmo de algunos que ya parecen dispuestos a elevar al altar del poder a Manaf Tlass tras la ca¨ªda de Bachar. Y no solo porque nadie ha preguntado a¨²n a los sirios qu¨¦ opinan de quien ha sido un obvio aliado de la represi¨®n, sino tambi¨¦n porque no deja de sorprender que la separaci¨®n entre las dos familias haya sido tan suave (?acuerdo de no beligerancia?). Sea como sea, de momento parece que este asunto tiene una mayor trascendencia que las filtraciones de Wikileaks sobre la existencia de una supuesta amante del presidente, ?o no?
Jes¨²s A. N¨²?ez Villaverde es codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (IECAH) y es autor del?blog Extramundi en la edici¨®n digital de EL PA?S.
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