¡®Acorralados¡¯ que cambiaron su destino
El jubilado que se meti¨® en un banco con una granada falsa, el imitador de pol¨ªticos que acab¨® como senador¡ Personajes que vieron c¨®mo la crisis del ¡®corralito¡¯ les cambi¨® la vida
Cientos de miles de argentinos quedaron atrapados por el corralito¡±.pero algunos de ellos cobraron mucho protagonismo en aquellos primeros meses de 2002, cuando el Gobierno del peronista Eduardo Duhalde (2002-2003) pesific¨® los dep¨®sitos en d¨®lares.
Sebasti¨¢n Roglich: ¡°Mi padre se hizo cargo de la cagada de la granada¡±
El 21 de enero de 2002 el jubilado Norberto Roglich recuper¨® sus ahorros porque entr¨® en la oficina bancaria en Tandil (375 kil¨®metros al sur de Buenos Aires) con una falsa granada y amenaz¨® con volar todo si no se los daban. Al a?o siguiente fue condenado a dos a?os de prisi¨®n, pero como carec¨ªa de antecedentes penales sigui¨® libre y solo cumpli¨® 10 horas semanales de trabajo comunitario en una escuela de ni?os discapacitados. En 2008 falleci¨® a los 68 a?os. ¡°?l siempre se hizo cargo de la cagada que hab¨ªa hecho. Porque fue una boludez [estupidez] lo que hizo. Pero como todos los bancos salieron absueltos, ¨¦l se qued¨® con la sensaci¨®n de injusticia¡±, recuerda su hijo Sebasti¨¢n.
Norberto Roglich ya hab¨ªa padecido que el Estado le diera t¨ªtulos p¨²blicos a cambio de una deuda por su pensi¨®n. ¡°Mi padre siempre hab¨ªa hecho las cosas de frente y por derecha. Cuando vino el corralito, jod¨ªa [bromeaba] que iba a hacer algo, pero nadie sab¨ªa qu¨¦. Esper¨® que mi vieja [madre] se fuera de vacaciones con mi hermana y que yo estuviera en Brasil. ?l siempre pens¨® que no iba a salir vivo del banco. Despu¨¦s se descompuso cuando se lo llev¨® la Polic¨ªa. Yo me enter¨¦ porque alguien en Brasil me coment¨® lo de la granada. Despu¨¦s, mirando las noticias por Internet, vi que era mi pap¨¢. Me qued¨¦ helado¡±, cuenta Sebasti¨¢n, que tambi¨¦n fue afectado por el corralito. ¡°Ve¨ªa que todos los poderosos se afanaban [robaban] todo. Sent¨ªa impotencia. Espero que nos haya servido a los argentinos para hacer un balance de nuestra pol¨ªtica. Pero hoy a nadie le importa lo que pas¨®¡±, lamenta.
Nito Artaza, de humorista a senador
Hasta aquella noche del 30 de diciembre de 2001, Nito Artaza se ganaba la vida como c¨®mico imitando a los pol¨ªticos. Aquel d¨ªa cenando con varios amigos cuando se enter¨® del corralito. ¡°La comida no nos cay¨® bien, pero pens¨¦ que era una medida transitoria. No pensaba que iba a ocurrir algo as¨ª, despu¨¦s de tanta ayuda que nos hab¨ªa dado el FMI [Fondo Monetario Internacional]. Hab¨ªa publicidad enga?osa de los bancos que dec¨ªan que ten¨ªan respaldo del extranjero. Yo sal¨ª a hacer manifestaciones en marzo o abril, cuando nos ofrecieron cambiar los dep¨®sitos por Boden [Bonos Optativos del Estado; los t¨ªtulos p¨²blicos que ahora se terminan de pagar]. Present¨¦ un recurso de amparo, recuper¨¦ una parte en 2005 y otra en 2008, una parte en d¨®lares y otra en pesos actualizados por inflaci¨®n¡±.
Cuando comenzaron las manifestaciones de ahorradores, Artaza prometi¨® que no iba a hacer pol¨ªtica. Pero en 2003 ingres¨® a la conservadora Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR), el mismo partido que hab¨ªa instaurado el corralito y hace tres a?os, result¨® elegido senador. Su nueva carrera lo alej¨® de los escenarios, aunque sigue haciendo algunas funciones solidarias. Tambi¨¦n le trajo conflictos con su familia y con sus socios en la producci¨®n de obras teatrales, tarea que sigue desarrollando. ¡°A m¨ª, el corralito me indign¨®. Hay gente que present¨® amparos y a¨²n no recuper¨® los ahorros¡±, comenta Artaza, antes de recordar que los bancos tambi¨¦n recibieron los Boden 2012 para compensar la pesificaci¨®n de los cr¨¦ditos: ¡°Estamos juntando d¨®lares para salvar a los bancos. Yo he insistido con que no hab¨ªa que compensarlos porque no son discapacitados econ¨®micos sino que tienen ganancias enormes. Pero parece ser la tendencia mundial: en Estados Unidos y Europa tambi¨¦n salvan a los bancos¡±. Artaza sue?a ahora con ser gobernador de la provincia de Corrientes.
Perico P¨¦rez: ¡°Mis excompa?eros del Sporting temen que les suceda lo mismo¡±
Hugo P¨¦rez, conocido como P¨¦rico P¨¦rez, exfutbolista de los equipos argentinos Racing, Ferro e Independiente, y tambi¨¦n del Sporting de Gij¨®n, se enter¨® del corralito mirando la televisi¨®n en su casa. A partir de ese momento se convirti¨® en un activista pol¨ªtico y en la actualidad asesora en materia deportiva al gobernador de la provincia de C¨®rdoba, el peronista Jos¨¦ Manuel de la Sota. ¡°Al principio todo el clima estaba enrarecido. Primero el corralito iba a ser por 90 d¨ªas y despu¨¦s se hizo una situaci¨®n eterna¡±, recuerda P¨¦rez, que en 2002 llevaba cuatro a?os alejado de los campos. ¡°Nito y yo comenzamos una lucha. Me cost¨® mucho a nivel familiar. Mi madre enferm¨® del coraz¨®n y mi padre tuvo un accidente cerebrovascular. Fue dif¨ªcil para ellos ver que su hijo perd¨ªa los ahorros de toda la vida. Ten¨ªa que vivir con 250 pesos [44 euros actuales] por semana y deb¨ªa pagar impuestos por la plata que yo ten¨ªa encerrado en el banco. Present¨¦ un amparo y la Corte Suprema me dio la raz¨®n despu¨¦s de cuatro a?os de lucha en la calle¡±, recuerda el excentrocampista de la selecci¨®n argentina.
P¨¦rez dice que, gracias a un viaje que hicieron con Artaza al FMI, este organismo acept¨® que Argentina ofreciera t¨ªtulos p¨²blicos en d¨®lares a los ahorradores. ¡°Los bonos no eran lo mejor, pero eran algo. Est¨¢ bien que ahora se termine de pagar a esa gente. Cada diez a?os se tropieza con la misma piedra en Argentina¡±, recuerda en referencia a la congelaci¨®n de dep¨®sitos de 1989. P¨¦rez, que se demor¨® hasta este a?o para meterse en pol¨ªtica, reconoce que su pa¨ªs ¡°no est¨¢ como en 2001 o 2002, pero hay desfases, algunos problemas debe haber¡±. Sigue en contacto con sus excompa?eros del Sporting: ¡°Tienen miedo de que all¨¢ les suceda lo mismo¡±.
Roc¨ªo Garc¨ªa Blanco: ¡°El corralito influy¨® en la muerte de mi padre¡±
Los ahorros de Horacio Garc¨ªa Blanco, con los que planeaba viajar a Espa?a a trasplantarse un ri?¨®n, quedaron atrapados en el corralito. Muri¨® cinco meses despu¨¦s a los 65 a?os, el 30 de mayo de 2002. Cuando se impuso el corralito, este periodista de televisi¨®n quiso calmar a su hija Roc¨ªo. ¡°Me dijo que me quedara tranquila. Esper¨® bastante para presentar un recurso de amparo porque ¨¦l pretend¨ªa solucionar todo hablando con el Banco Privado, donde ten¨ªa la plata. Pero los empleados del banco le aconsejaban que demandara a la entidad. Parec¨ªa la ¨²nica opci¨®n de recuperar el dinero. Porque aunque los bancos quisieran devolv¨¦rselo, el decreto que el Gobierno aprob¨® con el corralito se lo prohib¨ªa. El propio due?o del banco le prest¨® plata y le dijo que se la devolviera cuando pudiese. Cuando se muri¨® mi pap¨¢, yo quise averiguar cu¨¢nto les deb¨ªa y me dijeron que ya no importaba. No sab¨ªa si abrazarlos, llorar¡¡±.
¡°El corralito influy¨® en su muerte¡±, cuenta Roc¨ªo. ¡°?l estaba bajoneado [deprimido] porque pensaba: ¡®Labur¨¦ (trabaj¨¦) toda mi vida y no me dejan hacer lo que quiero¡¯. Mi pap¨¢ dec¨ªa que si est¨¢s en el agua, segu¨ª nadando, pero lleg¨® un momento en que la corriente fue m¨¢s fuerte que ¨¦l¡±, recuerda la joven. Ella, finalmente logr¨® recuperar el dinero en cuotas que el banco le termin¨® de pagar en 2008. ¡°Me devolvieron la cuarta parte de lo que deb¨ªan. Cuando me ofrecieron los Boden, les dije: ¡®?Est¨¢n borrachos?¡¯. Antes de 2001 dec¨ªan que no iba a haber default [suspensi¨®n de pagos] y hubo. Y ahora veo a Argentina exactamente igual, un desastre. Espero darle una buena educaci¨®n a mi hija, pero no una casa porque nunca ten¨¦s idea de lo que va a pasar con este pa¨ªs¡±, se queja Roc¨ªo Garc¨ªa Blanco.
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