Viaje inici¨¢tico de un cachorro del PP
Carromero era gregario de Casado, un joven conservador avalado por Aznar
?ngel Carromero era un gregario, un aspirante a la sombra de Pablo Casado, cachorro emergente del PP apadrinado por Aznar y Aguirre. Su carrera pol¨ªtica era todav¨ªa intrascendente, pero preparaba su candidatura para presidir Nuevas Generaciones en Madrid, la organizaci¨®n juvenil del PP. Hab¨ªa mejorado su oratoria, perdido timidez y segu¨ªa siendo igualmente persistente. Aplicado como es, ?ngel viaj¨® a Cuba a cumplir una misi¨®n.
?ngel era un joven liberado del partido desde los 23 a?os, con sueldo como asesor t¨¦cnico en el Ayuntamiento de Madrid. Se trata de un puesto de libre designaci¨®n que se confunde entre lo que es un jefe de gabinete y un chico para todo. En su caso, trabajaba para la concejal Bego?a Larra¨ªnzar, primero en el distrito de La Latina, luego en Moratalaz. De Carromero no hay especiales noticias en esta actividad: no se le conoce ninguna iniciativa digna de ser tenida en cuenta. Su biograf¨ªa pol¨ªtica es irrelevante, salvo su pertinaz labor gregaria: organizaba asistencias a eventos en Madrid y en el Pa¨ªs Vasco si hac¨ªa al caso, ten¨ªa dotes para reclutar gente para todo tipo de actividades (por ejemplo, manifestarse frente a la Embajada de Siria). Basta repasar la web de Nuevas Generaciones para advertir, foto tras foto, la omnipresencia de ?ngel Carromero.
Su dedicaci¨®n al partido era exclusiva. No ten¨ªa otra fuente de ingresos: su nombre figura como exadministrador en una de las empresas de su madre, Isabel Barrios, que posee un gimnasio y sociedades dedicadas a la comercializaci¨®n de productos de belleza. El deporte no estaba entre sus actividades predilectas: su sobrepeso daba prueba de ello.
Considerado como el n¨²mero tres de Nuevas Generaciones en Madrid, su ambici¨®n actual era alcanzar la presidencia. Y en ello estaba volcado. Sus conocidos elogian su car¨¢cter resolutivo. Era un hombre de acci¨®n. Alg¨²n compa?ero reconoce sus esfuerzos por mejorar su oratoria: ¡°Antes era m¨¢s bien t¨ªmido, blandito. No llamaba la atenci¨®n. ?ltimamente se le ve¨ªa m¨¢s seguro¡±. Otros le se?alan como un trepa: ¡°No creo que estemos acertando con este perfil de militantes que viven del partido desde tan j¨®venes¡±, se?ala un veterano militante de Madrid.
Su Twitter es un muestrario de algunas de sus inquietudes. Por ejemplo, su inclinaci¨®n por el ingl¨¦s (le¨ªa a Shakespeare ¨²ltimamente). Un buen d¨ªa reconoc¨ªa con gran satisfacci¨®n c¨®mo un camarero le hab¨ªa confundido con un guiri en el Hard Rock y se dirigi¨® a ¨¦l en ingl¨¦s. ¡°No tiene precio¡±, calific¨® ?ngel esa experiencia. Otro mensaje del 29 de junio dice lo siguiente: ¡°Esto es vida. Escuela de FAES y piscina en Cercedilla. Qu¨¦ buen viernes¡±. Su Twitter no tiene demasiado contenido pol¨ªtico: ¡°Cada Consejo de Ministros que se celebra supone una reforma nueva que nos acerca al final de la crisis¡±.
Toda su carrera se ha desarrollado a la sombra de Pablo Casado (32 a?os), que era algo as¨ª como su jefe de filas. A Casado se le puede considerar un proyecto de joven neocon criado entre Aznar y Esperanza Aguirre. Su curr¨ªculo parece dise?ado en un laboratorio: licenciado en Derecho, con cursos de perfeccionamiento en el IESE, Harvard y Georgetown, trabaj¨® varios a?os como jefe de gabinete de Aznar, una vez dej¨® la presidencia del Gobierno, y ahora es diputado. Un neocon de escuela, revestido de liberal. Celebrados son sus discursos donde critica el relativismo moral de los socialistas, Mayo del 68 y sus continuas referencias a los muertos de la guerra. Casado es un asiduo al canal Intereconom¨ªa, como ¨¦l mismo propaga en su Twitter, que reenv¨ªa con disciplina ?ngel Carromero.
Queda por saber si Pablo Casado (que tiene antepasados familiares enterrados en Cuba) fue el introductor de estas misiones a Cuba o no, porque el PP es todo silencio en estos menesteres. Lo cierto es que Casado hizo un viaje parecido con 26 a?os (en 2007) y dej¨® testimonio de ello en tres piezas magistrales escritas en El Mundo y Libertad Digital. Escrito en primera persona (¡°Mi odisea para ver a disidentes: registros, vuelos en viejos aviones, miradas amenazantes y seguimientos policiales¡±, escribe sin pudor), Pablo Casado justificaba as¨ª el viaje: ¡°Mi misi¨®n consist¨ªa en acceder a las casas m¨¢s vigiladas de Cuba sin ser detenido ni encarcelado¡±. Convertido en un joven agente especial, se hace ¡°con un carro de alquiler¡± y atraviesa por algunas vicisitudes muy novelescas: ¡°Al regresar al coche me encontr¨¦ la puerta del copiloto abierta. Mir¨¦ a mi alrededor con nerviosismo y a dos manzanas de all¨ª pude ver un Lada 1500 con dos hombres mir¨¢ndome¡±.
Casado dice entregar libros prohibidos, medicinas, revistas y dinero a todos cuantos disidentes visita, material que reconoce haber escondido en un doble fondo de su maleta (realmente espacioso, cabe suponer) que escap¨® a la vigilancia de los aduaneros. Finalmente, relata que su gran objetivo era Oswaldo Pay¨¢, con quien mantiene una ¡°cita clandestina¡±.
Luego, Casado regresa a la capital, a la que describe as¨ª: ¡°La Habana parec¨ªa devastada por una explosi¨®n nuclear: casas semiderruidas, coches que agonizan entre humaredas negras, mercados sin g¨¦nero que vender, gente deambulando como buscando la salida del laberinto en el que les ha tocado vivir¡±. En otro art¨ªculo sobre el mismo viaje (titulado En la granja castrista), Casado afirma haber sido interrogado, registrado y seguido por tener la ocurrencia de entrar en casas de disidentes. Su escrito no puede evitar una nueva descripci¨®n del ambiente en La Habana: ¡°Tuve la sensaci¨®n de estar en la Varsovia ultrajada por los nazis¡±.
Cinco a?os despu¨¦s, ?ngel Carromero repite este viaje. Sus ¨²ltimas palabras en su Twitter datan del 21 de julio, un d¨ªa antes del accidente: ¡°La distancia impide un beso o un abrazo, pero nunca impide un sentimiento¡±. Sus siguientes palabras son para pedir la asistencia de las autoridades espa?olas. Alg¨²n compa?ero asegura que no fue su primer viaje, pero esta versi¨®n tampoco puede ser verificada.
Viajar a Cuba no es un juego de rol para cachorros del PP. Ellos hablan de una misi¨®n, que nadie en el PP quiere explicar. ¡°Esos viajes no se hacen a espaldas de Esperanza Aguirre¡±, reconoce un alto cargo. La misi¨®n de Carromero acab¨® mal. Queda esperar que regrese pronto. Otra cosa ser¨¢ c¨®mo afecte a su carrera pol¨ªtica.
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