Siria necesita consenso internacional
Es esencial un acuerdo de Turqu¨ªa, la Liga ?rabe y los pa¨ªses del Golfo. Solo as¨ª se conseguir¨ªa el respaldo de las distintos sectores de la oposici¨®n siria
El sentimiento de que el r¨¦gimen del presidente sirio Bachar el Asad est¨¢ llegando a un punto de inflexi¨®n crece por momentos. La reciente renuncia del enviado especial de la ONU y de la Liga ?rabe para Siria, Kofi Annan, ante la imposibilidad de poner en pr¨¢ctica el plan de paz de seis puntos y detener la violencia, es uno de los muchos factores que obligan hoy a la comunidad internacional a pensar seriamente sobre la necesidad de minimizar los peligros inherentes a la dif¨ªcil situaci¨®n de Siria.
La falta de acuerdo entre los pa¨ªses miembros del Consejo de Seguridad ha provocado una prolongaci¨®n y metamorfosis de la propia naturaleza del conflicto. Lo que comenz¨® como una lucha popular inspirada por las exigencias de la primavera ¨¢rabe ha ido adoptando tonos cada vez m¨¢s sectarios y radicales. Esta conducta refleja la p¨¦rdida de esperanza en el apoyo internacional y complica, a la vez, cualquier soluci¨®n negociada.
Turqu¨ªa teme las repercusiones del conflicto sirio sobre su poblaci¨®n kurda
El peligro creciente de represalias hacia la comunidad alau¨ª, que representa el 12% de la poblaci¨®n y bajo cuyo control se encuentran la econom¨ªa y el Ej¨¦rcito del pa¨ªs, ha provocado que este grupo, que logr¨® salir de su categor¨ªa de ciudadano de segunda clase tras la llegada del partido Baaz de El Asad en 1963, considere que su supervivencia est¨¢ intr¨ªnsecamente ligada a la de El Asad.
De no abordar la oposici¨®n siria seriamente las inquietudes de esta minor¨ªa, temerosa de una venganza sun¨ª, podr¨ªa estallar en el pa¨ªs una guerra civil sectaria peor a¨²n que el conflicto que devast¨® L¨ªbano desde 1975 hasta 1990.
A nivel regional, las consecuencias tampoco son balad¨ªes. En primer lugar, la propagaci¨®n de la lucha entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales por el territorio sirio y el consiguiente aumento del n¨²mero de refugiados que huyen a los pa¨ªses vecinos (Turqu¨ªa, Jordania y L¨ªbano) amenaza con extender la lucha a sus fronteras y atraerlos directamente al conflicto.
Turqu¨ªa, adem¨¢s, est¨¢ preocupada por las repercusiones que el conflicto pueda generar sobre su poblaci¨®n kurda guiada por unas aspiraciones independentistas que vuelven a emerger, y unas relaciones con la poblaci¨®n kurda de Irak y Siria tejidas sobre la base de un complejo equilibrio. Jordania, por su parte, considera la creciente afluencia de los rebeldes sirios a su territorio como una amenaza a su seguridad nacional. Mientras que en L¨ªbano, la llegada de miles de refugiados ha desenterrado viejas disputas sectarias en Tr¨ªpoli entre los chi¨ªes alau¨ªes, que, en su mayor parte, apoyan a El Asad, y los sun¨ªes simpatizantes de la oposici¨®n.
El caos y el enfrentamiento podr¨ªa f¨¢cilmente llegar tambi¨¦n a Irak, donde la perspectiva de la ca¨ªda del r¨¦gimen sirio parece estar generando un repunte de la resistencia sun¨ª contra el gobierno predominantemente chi¨ª de Nuri al Maliki.
El enfrentamiento podr¨ªa llegar tambi¨¦n f¨¢cilmente a Irak
El desenlace que adopte el conflicto sirio tendr¨¢ tambi¨¦n algunos importantes efectos directos en el realineamiento de fuerzas en Oriente Medio. La alta posibilidad de que un gobierno sun¨ª lidere Siria tras la ca¨ªda de El Asad significar¨ªa un cambio estrat¨¦gico de Siria hacia Ir¨¢n y su aliado liban¨¦s chi¨ª, Hezbol¨¢, cuya viabilidad puede peligrar si el nuevo gobierno sirio decide cortar el canal de suministro de armas desde Ir¨¢n hasta L¨ªbano.
Los disturbios en Siria ya han debilitado algunos de los apoyos tradicionales con los que contaba Ir¨¢n en la regi¨®n, como es el caso de Ham¨¢s, quien se ha pronunciado a favor de la oposici¨®n siria al enfatizar su v¨ªnculo con los Hermanos Musulmanes. Hace un a?o, Ham¨¢s tambi¨¦n concedi¨® su confianza al gobierno de transici¨®n de Egipto despu¨¦s de que ¨¦ste abriera permanentemente su frontera con la Franja de Gaza.
Aunque la compleja situaci¨®n que vive Egipto sugiere pensar que estar¨¢ por un tiempo inmerso en su pol¨ªtica interna, el nuevo gobierno tambi¨¦n buscar¨¢ definir su relaci¨®n con los pa¨ªses vecinos. En este contexto, es significativo, tanto por su simbolismo religioso como pol¨ªtico, que el presidente reci¨¦n electo, Mohamed Morsi, l¨ªder del partido pol¨ªtico de los Hermanos Musulmanes, eligiera Arabia Saud¨ª como destino en su primer viaje oficial al extranjero. Arabia Saud¨ª que, junto con Catar, est¨¢ armando a la oposici¨®n siria, ve la era pos-Asad como una oportunidad estrat¨¦gica para romper la alianza entre Siria e Ir¨¢n y, simult¨¢neamente, asestar un duro golpe a Hezbol¨¢.
El debilitamiento del eje Ir¨¢n-Siria-Hezbol¨¢ beneficiar¨ªa directamente a Israel, con un discurso cada vez m¨¢s amenazante sobre la posibilidad de atacar de una manera unilateral las instalaciones nucleares iran¨ªes; y con una relaci¨®n cada vez m¨¢s tensa con Hezbol¨¢, al que acusa, junto con Ir¨¢n, de los ataques recientes cometidos contra objetivos israel¨ªes, como el m¨¢s reciente en Bulgaria.
Este nuevo escenario afectar¨¢ con toda seguridad a la posici¨®n de Ir¨¢n en unas conversaciones nucleares que por ahora est¨¢n avanzando poco, pero que son fundamentales para encontrar una soluci¨®n diplom¨¢tica a este problema.
Sin una salida al conflicto sirio, dif¨ªcilmente se podr¨¢ avanzar en Ir¨¢n, receloso ante las implicaciones que un cambio de gobierno en Siria podr¨ªa tener para su influencia en la regi¨®n. De la misma forma, la consecuci¨®n o no de un acuerdo con Rusia (y por lo tanto con China) para contener el fuego sirio tambi¨¦n determinar¨¢ el margen de maniobra entre EE UU y la UE respecto a Rusia y China para tratar el programa nuclear de Ir¨¢n.
El debilitamiento del eje de Ir¨¢n, Siria y Hezbol¨¢ beneficia a Israel
En el fondo se trata de dos mesas de negociaci¨®n paralelas, cuya evoluci¨®n depende estrechamente la una de la otra. En la primera mesa, los miembros del Consejo de Seguridad est¨¢n de acuerdo sobre la soluci¨®n y en la segunda hay una diferencia fundamental de posiciones con Rusia y China. Esta divisi¨®n plantea un serio obst¨¢culo para resolver ambos problemas que, aunque el fondo no son el mismo, presentan elementos que se solapan.
Para lograr un acuerdo, resulta esencial (como sucedi¨® en el caso de Libia) que Turqu¨ªa, los pa¨ªses del Golfo y la Liga ?rabe muestren una posici¨®n com¨²n. Solo as¨ª se conseguir¨ªa el respaldo de las distintos sectores de la oposici¨®n siria ¡ªrecelosos de las intenciones detr¨¢s de respaldos unilaterales¡ª y se lograr¨ªa acercar posturas con las minor¨ªas quienes no pueden quedar excluidas de este proceso. Esto a?adir¨ªa m¨¢s presi¨®n para obtener el respaldo del Consejo de Seguridad y poner en marcha un proceso que conduzca a la transici¨®n pol¨ªtica en Siria.
Alcanzar un acuerdo sobre un escenario pos-Asad no ser¨¢ f¨¢cil, pero no hay otra alternativa m¨¢s prometedora para Siria y para la regi¨®n.
Javier Solana, distinguido senior fellow de Brookings Institution y presidente del Centro de Econom¨ªa y Geopol¨ªtica Global de ESADE.
Copyright: Project Syndicate, 2012.
www.project-syndicate.org
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