¡°Es horrible vivir la batalla de Alepo¡±
Escasean la electricidad, las medicinas y el combustible flaquea en la capital econ¨®mica siria


Escasea la electricidad, tambi¨¦n algunos alimentos, como la leche para beb¨¦s; el combustible flaquea y faltan medicinas. Y lo que queda en los estantes de Alepo libra su propia batalla. La inflaci¨®n en tiempos de guerra. Los precios en esta ciudad del norte sirio, el principal frente que golpea ahora la aviaci¨®n en su combate contra los alzados, se han multiplicado por cinco o incluso m¨¢s (la garrafa de combustible que antes costaba ocho euros, ahora puede alcanzar los 60). ¡°El gas y la gasolina est¨¢n por las nueves en Alepo¡±, relata una siria del centro de la ciudad bajo condici¨®n de anonimato. ¡°Durante los primeros 15 meses de la revoluci¨®n, la situaci¨®n era buena, pero el ¨²ltimo mes ha sido horrible¡±, contin¨²a esta joven siria. ¡°La gente, yo incluida, ya no puede ir a trabajar por razones de seguridad¡±.
Como en el campo de batalla, en el frente civil cada uno lucha como puede y, sobre todo, con lo que tiene. Del centro de la ciudad, acomodado, al suburbio de Saladino, basti¨®n s¨ªmbolo de la resistencia rebelde y objetivo ahora diario del fuego de artiller¨ªa, hay un trecho que ayuda a explicar que ni la guerra es solo una ni tiene el mismo color para todos.
"La vida en mi barrio¡±, explica esta vecina de Alepo, ¡°es muy normal. Las ¨²ltimas tres semanas han sido terribles por el sonido de las bombas y los tiroteos, pero nosotros no hemos visto nada¡±. Como admiten miembros del rebelde Ej¨¦rcito Libre de Siria (ELS), Alepo no est¨¢ dividido solo entre las zonas del r¨¦gimen y las controladas por sus milicianos. Tambi¨¦n hay tierra de nadie. ¡°Los problemas de Alepo se concentran solo en las a¨¦reas m¨¢s empobrecidas de la ciudad¡±, contin¨²a esta siria, que no oculta su antipat¨ªa ante la revoluci¨®n. ¡°Y [el barrio de] Saladino es uno de los m¨¢s pobres; la gente no tiene estudios y por eso se ha convertido en el nido de los grupos armados que se autodenominan rebeldes¡±. Un nido que a¨²n se disputan el ELS y las fuerzas del r¨¦gimen gobernado por Bachar el Asad. Y de d¨®nde cientos de sirios han huido en la ¨²ltima semana para poblar campamentos de desplazados improvisados.
La informaci¨®n sobre el dominio de Alepo no deja de estar sujeta al juego de la propaganda. El ESL sostiene que mantiene un 60% de la capital comercial siria. El r¨¦gimen lo niega. Ahmed Kanjo, de 22 a?os, natural de Alepo, huy¨® de all¨ª hace unos d¨ªas con su hermano y la familia de este. Sabe mucho de esta informaci¨®n y c¨®mo fluye. El lema de su camiseta, ¡°recto como un c¨ªrculo¡±, casi podr¨ªa ser una met¨¢fora de c¨®mo se est¨¢ desarrollando la contienda. ¡°El 50% de la poblaci¨®n de Alepo [2,5 millones antes de la revuelta] est¨¢ con el ELS y el otro 50% con el r¨¦gimen¡±, explica Kanjo. ¡°Sean unos u otros los responsables, la gente se pregunta por qu¨¦ golpean sus calles¡±. Kanjo tuvo que acudir a Deir al Zor durante su servicio militar al inicio de la revoluci¨®n. Ahora trabaja junto a su hermano Shamir y otros sirios en la web activista Nuestra Ciudad, desde la que informan a los locales sobre las hostilidades. ¡°Mi padre quiso quedarse¡±. Y lo ha hecho con el resto de la familia. Por el momento, todos est¨¢n bien.
Ni Ahmed ni Shamir viv¨ªan en esa tierra libre del impacto de la guerra en Alepo. Tampoco se quedaron atrapados en un campo de desplazados. Viajaron hasta la ciudad fronteriza turca de Kilis y se metieron en un hotel a la espera de encontrar casa. Ya tienen una. Es otra cara m¨¢s del mismo conflicto. El que se desarrolla en el campo de batalla, seg¨²n la informaci¨®n del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ha virado un poco al este de Saladino. Este grupo activista con sede en Londres inform¨® este s¨¢bado de que el r¨¦gimen hab¨ªa golpeado con violencia el distrito de Al Sukkari, otro de los enclaves de control de las filas revolucionarias. Fuera de Alepo, hacia el sur, seg¨²n los activistas en el terreno, la fuerza a¨¦rea siria ha bombardeado Al Tal (Damasco), Tafas (Deraa) y ha vuelto a golpear Homs. Y mientras, las filas del ELS escenifican sus divisiones internas. Decenas de personas se manifestaron este viernes en la ciudad siria de Azaz, en manos de los alzados, para protestar contra la agrupaci¨®n miliciana conocida como Tormenta del Norte, encargada de vigilar la frontera hacia Turqu¨ªa. Las risas entre los miembros del principal batall¨®n de Azaz, con hombres desplazados en Saladino, y la celebraci¨®n del ¨¦xito de la manifestaci¨®n, dejaron entrever que el ELS tampoco es de un solo color. 24 horas despu¨¦s la tensi¨®n en el paso fronterizo continuaba.
EE UU plantea la exclusi¨®n a¨¦rea
Si los rebeldes sirios tambi¨¦n viven de esperanza, ya tienen alg¨²n motivo m¨¢s para alimentarla. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, abri¨® ayer la puerta a la imposici¨®n de una zona de exclusi¨®n ¨¢rea que, de llevarse a cabo, frenar¨ªa la ofensiva acometida por el r¨¦gimen desde sus aviones de combate y helic¨®pteros. Siempre con la misma cautela con la que est¨¢ actuando la comunidad internacional en esta revoluci¨®n, Clinton, de visita oficial en Turqu¨ªa para verse con las autoridades del pa¨ªs y la oposici¨®n siria, afirm¨® a preguntas de la prensa que la adopci¨®n de la zona de exclusi¨®n es una ¡°acci¨®n potencial¡± que analizar¨¢ junto con el Gobierno de Ankara ¡°de forma profunda¡±, aunque sin decisiones inminentes. La operaci¨®n contar¨ªa con la colaboraci¨®n de Turqu¨ªa.
Los rebeldes no pueden hacer frente a la aviaci¨®n armados tan solo con sus lanzagranadas y Kal¨¢shnikov. Como admiten miembros del Ej¨¦rcito Libre de Siria (ELS), su principal problema viene del aire. Y la soluci¨®n pasar¨ªa por ¡ªcomo ya se hiciera en Libia¡ª cerrar el cielo sirio y equilibrar as¨ª la contienda. ¡°Nuestros servicios de inteligencia y nuestro Ej¨¦rcito tienen funciones muy importantes que desempe?ar y vamos a establecer un grupo de trabajo para hacerlo¡±, manifest¨® Clinton tras reunirse con el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu. La semana pasada se hizo p¨²blica la orden por la que el presidente Barack Obama autoriz¨® operaciones de apoyo de la CIA a favor del ELS.
Tras reunirse con miembros de la oposici¨®n siria, la jefa de la diplomacia estadounidense afirm¨® que les seguir¨¢ ayudando, y record¨® adem¨¢s que Washington ha gastado ya 25 millones de d¨®lares en ¡°ayuda no letal¡±, destinada sobre todo a facilitar sus comunicaciones.
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