La tensi¨®n no cede en Paraguay
El Gobierno que reemplaz¨® al de Lugo se enfrenta con Argentina, Brasil y los campesinos El nuevo presidente amenaza con exportar menos electricidad a los dos pa¨ªses vecinos
Este jueves se cumplen dos meses desde que el Congreso paraguayo destituy¨® en un proceso fulminante al entonces presidente Fernando Lugo. La tensi¨®n pol¨ªtica en Paraguay contin¨²a con manifestaciones modestas pero constantes contra lo que califican como golpe de Estado contra el exobispo de centroizquierda, mientras las demandas de campesinos sin tierra persisten. Hace dos semanas se enfrentaron a un desalojo que acab¨® con ocho heridos y este mi¨¦rcoles volvieron a sufrir otro m¨¢s. El nuevo jefe de Estado, el liberal Federico Franco, que era vicepresidente de Lugo, ha prometido que acelerar¨¢ la reforma agraria que hab¨ªa emprendido con timidez su antecesor y ha creado el impuesto a la renta. Paraguay sigue suspendido en Mercosur (integrado tambi¨¦n por Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela) y Unasur (formado por los 12 de pa¨ªses de Sudam¨¦rica) hasta que en abril pr¨®ximo se celebren elecciones presidenciales.
Franco ha respondido hace dos semanas al aislamiento internacional, situaci¨®n que su pa¨ªs ya vivi¨® en el siglo XIX, con la amenaza de que exportar¨¢ menos electricidad a Brasil y Argentina. El presidente prometi¨® que antes de finales de a?o enviar¨¢ al Congreso un proyecto de ley para regular la ¡°cesi¨®n¡± de energ¨ªa de las presas binacionales de Itaip¨² (con Brasil) y Yacyret¨¢ (con Argentina). Franco dijo que su pa¨ªs, el tercer mayor exportador de electricidad del mundo, regala la energ¨ªa para iluminar a Buenos Aires y S?o Paulo. A Paraguay le pertenece la mitad de lo generado por ambas presas, pero solo consume el 5% de Itaip¨² y el 3% de Yacyret¨¢ y el resto lo vende para satisfacer un d¨¦cimo de las necesidades de Brasil y Argentina. Funcionarios de los Gobiernos de Dilma Rousseff y Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner se?alan que no es f¨¢cil acondicionar t¨¦cnicamente las centrales para restringir el suministro y que Brasil paga 292 millones de euros anuales por la energ¨ªa, mientras que Argentina desembolsa 203 millones. En cambio, M¨¦xico decidi¨® normalizar sus relaciones con Paraguay con el argumento de que la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), donde EE UU pesa fuerte, hab¨ªa desaconsejado sancionarlo. Espa?a, que ha reconocido al Gobierno de Franco, prefiere que Paraguay no asista a la pr¨®xima Cumbre Iberoamericana de C¨¢diz, en noviembre pr¨®ximo, seg¨²n ha reconocido el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo.
El presidente paraguayo quiere que su pa¨ªs destine energ¨ªa a un proyecto de f¨¢brica de aluminio de la canadiense Rio Tinto Alcan. El dirigente del Partido Radical Liberal Aut¨¦ntico (PRLA), que acompa?¨® la coalici¨®n de Lugo que en las elecciones de 2008 acab¨® con 61 a?os de hegemon¨ªa del Partido Colorado, aduce que busca industrializar el pa¨ªs. En las filas del destituido presidente, el secretario general del Frente Guaz¨² (Grande), Ricardo Canese, advierte de que Franco acepta venderle a la empresa canadiense la electricidad a un precio al que Lugo se hab¨ªa resistido acordar durante tres a?os por considerarlo bajo. ¡°No al golpe de Rio Tinto Alcan¡±, es el lema de resistencia que lanz¨® el expresidente a finales de julio. Lugo ha recurrido a la Corte Suprema para cuestionar su destituci¨®n y ha prometido ir a tribunales internacionales si es necesario.
Todos los jueves alrededor de un millar de manifestantes se movilizan en Asunci¨®n para condenar el juicio pol¨ªtico contra Lugo. Periodistas de los medios p¨²blicos han denunciado despidos contra aquellos a los que el Gobierno tacha de favorables al expresidente. El Congreso, dominado por el Partido Colorado y el PRLA, hab¨ªa condenado al entonces mandatario despu¨¦s del desalojo de los carperos (los sin tierra que montan carpas, o tiendas, en solares que reclaman para s¨ª) de junio pasado en Curuguaty (noreste de Paraguay) en el que murieron 11 campesinos y seis polic¨ªas. Los partidos tradicionales acusaban a Lugo de permitir permanentes ocupaciones de tierras. Franco prometi¨® a finales de julio que los ricos terrenos de Curuguaty, que la dictadura del colorado Alfredo Stroessner hab¨ªa donado al empresario Blas Riquelme, regresar¨ªan a manos del Estado y que configurar¨ªa un listado de campesinos que necesitan parcelas para despu¨¦s entreg¨¢rselas. Las organizaciones de peque?os agricultores recibieron bien el anuncio, pero exigieron que no quedase solo en palabras.
Pero la tensi¨®n resurgi¨® el pasado 5 de agosto cuando 300 polic¨ªas desalojaron a un millar de carperos que se hab¨ªan instalado en Saltos de Guair¨¢ (este de Paraguay) en una propiedad de un brasiguayo, como se los conoce al medio mill¨®n de agricultores brasile?os que se han instalado del otro lado de la frontera. La mayor¨ªa de los heridos recibi¨® impactos de balas de goma y uno, de escopeta. Este mi¨¦rcoles, unos 700 polic¨ªas echaron a 173 labriegos de una hacienda de Cordilllera (centro del pa¨ªs). M¨¢s del 85% de la tierra en Paraguay est¨¢ en manos del 2,6% de los habitantes del pa¨ªs.
Los partidos, mientras tanto, se preparan las elecciones presidenciales primarias de finales de a?o. Lugo mantiene una mejor imagen (58% positiva) que Franco (46%), seg¨²n una encuesta publicada por ?ltima Hora, un peri¨®dico opositor al expresidente. Lugo ha consultado a juristas para que determinasen si puede presentarse a los comicios, dado que la Constituci¨®n paraguaya proh¨ªbe la reelecci¨®n, pero ¨¦l fue destituido. Su declaraci¨®n no solo le vali¨® cr¨ªticas entre liberales y colorados sino tambi¨¦n entre los seguidores del precandidato del Frente Guaz¨² que el propio Lugo hab¨ªa elogiado a principios de julio, como es el caso del periodista de televisi¨®n Mario Ferreiro.
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