Una secta integrista veta la educaci¨®n laica en un pueblo mexicano
Los vecinos radicales de la comunidad religiosa Nueva Jerusal¨¦n ignoran al poder p¨²blico y proh¨ªben la educaci¨®n formal de los ni?os
En un pueblo ensimismado llamado Nueva Jerusal¨¦n, en el Estado mexicano de Michoac¨¢n, los ni?os y los adolescentes no han podido empezar el curso escolar como el resto de muchachos de su pa¨ªs. Una secta apocal¨ªptica que acaudilla esta villa rural ha prohibido la ense?anza oficial. Su c¨²pula sacerdotal, liderada por un misterioso individuo que nunca aparece en p¨²blico y se autodenomina Mart¨ªn de Tours, considera que la educaci¨®n formal es una violaci¨®n de sus creencias (para ellos certezas absolutas) y de sus severas costumbres.
¡°No queremos modas ni drogas ni bebidas embriagantes¡±, dice Cruz C¨¢rdenas, un tipo fornido con bigote de herradura que se presenta como encargado del orden del pueblo. Tampoco permiten que las mujeres vistan pantalones vaqueros o que lleven el pelo al aire o que muestren sus brazos o sus piernas. Los hombres no pueden tener el pelo largo ni tener un aspecto ¡°extravagante¡±.
Las mujeres no pueden llevar el pelo al aire ni? mostrar los brazos o las piernas
Una decena de santones se?orean a unos 2.000 vecinos, que asumen con obediencia ciega que la educaci¨®n p¨²blica es un veneno moral, pero otros 500, religiosos moderados, rechazan sus ¨®rdenes y reclaman el derecho de sus hijos a ir a una escuela normal. La pugna se encuentra desnivelada por la fuerza a favor de los integristas: el lunes pasado empezaba el curso e impidieron con agresividad que los maestros entrasen al pueblo para empezar las clases; despu¨¦s de una semana de di¨¢logo est¨¦ril entre el Gobierno michoacano y los bandos del pueblo enfrentados, los ni?os siguen en casa.
El ejemplo del poder contumaz de la secta de Mart¨ªn de Tours es la destrucci¨®n de la escuela p¨²blica que hab¨ªa en Nueva Jerusal¨¦n. El 6 de julio una cuadrilla de fieles varones la demoli¨® con picos y mazos rodeados por un cord¨®n de seguridad de mujeres que entonaban alabanzas a la Virgen del Rosario con los brazos entrelazados. Era el ¨²nico centro de ense?anza formal que ha tenido el pueblo desde su fundaci¨®n (1973), el gran logro de los padres laicos, a los que los fundamentalistas llaman turulatos, porque ¡°se han rebelado a las normas, se han turbado¡±, seg¨²n dice el capataz de seguridad Cruz C¨¢rdenas.
Mientras los fieles de Mart¨ªn de Tours imponen su orden, retir¨¢ndole un derecho constitucional a los ni?os que no pueden ir a la escuela, el Estado de Michoac¨¢n calibra c¨®mo solucionar un problema que lleva casi 40 a?os enquistado, sin que el poder p¨²blico le hinque el diente. El secretario de Gobernaci¨®n, Jes¨²s Reyna, dice que est¨¢n buscando una soluci¨®n ¡°provisional¡± con los padres moderados.
El domingo, su administraci¨®n comunic¨® que hab¨ªan llegado a un acuerdo con ellos para que los cr¨ªos empezasen el curso este lunes en una escuelita cercana al pueblo, pero cuando lleg¨® la hora, las aulas estaban vac¨ªas. Los padres aseguraban que no sab¨ªan nada de ese pacto, que ni siquiera aceptan, porque dicen que no cabr¨¢n ni por asomo los dos centenares largos de muchachos sin escuela de Nueva Jerusal¨¦n.
El 6 de julio una cuadrilla demoli¨® con picos y mazos?la escuela p¨²blica que hab¨ªa en Nueva Jerusal¨¦n
Los padres arrinconados critican al Gobierno por dejarse doblegar por la voluntad divina de los integristas. ¡°No podemos permitir que una secta religiosa se ponga por encima del Estado¡±, reflexionaba un portavoz de los padres, Emiliano Ju¨¢rez Dami¨¢n, en un granero acondicionado como oficina. El lunes por la ma?ana, su grupo organiz¨® una manifestaci¨®n por las calles del pueblo pidiendo ¡°justicia y educaci¨®n¡± contra el imperio de Mart¨ªn de Tours y sus ac¨®litos, que consideran m¨¢s que suficiente los servicios de una escuela parroquial donde monjas locales, ordenadas por la propia secta, ense?an fundamentalmente a los muchachos a leer, escribir y orar.
Los disidentes reclamaron derechos civiles por los caminos embarrados de un pueblo premoderno, en el que los vecinos se trasladan en burro y no en coche, donde el g¨¦nero femenino vive envuelto de arriba abajo por piadosas combinaciones de faldas y pa?uelos. La minor¨ªa de los turulatos pidi¨® que el Estado garantice la educaci¨®n de los ni?os. 17 unidades de la polic¨ªa federal con 60 agentes armados llegaron a la una de la tarde al pueblo, un despliegue de seguridad in¨¦dito en la extra?a historia de este lugar.
A media tarde del lunes, un comandante dialogaba con representante del pueblo, pero no se conoce el resultado de las conversaciones ni lo que pasar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas en Nueva Jerusal¨¦n, un islote tan desconectado del mundo que los ni?os no saben quienes son Leo Messi o Cristiano Ronaldo y juegan al f¨²tbol americano porque el f¨²tbol ordinario est¨¢ prohibido por razones teol¨®gicas, como explica un fiel: ¡°Lo esf¨¦rico representa el mundo, y la Virgen del Rosario nos dijo en una aparici¨®n que quien patea la pelota de f¨²tbol est¨¢ pateando el mundo, obra sagrada de Dios. Obra sagrada de Dios¡± repite mec¨¢nicamente. ¡°Por eso preferimos el f¨²tbol americano, porque la pelota es ovaladita y no se parece al mundo. Eso s¨ª se permite aqu¨ª, en la Nueva Jerusal¨¦n¡±
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