Una hora menos en Nueva Jerusal¨¦n
As¨ª es la secta apocal¨ªptica mexicana que veta la educaci¨®n laica para los ni?os Es un lugar inveros¨ªmil con reglas de inspiraci¨®n divina y hasta su propio horario Casos de homicidio y una denuncia de violaci¨®n a un l¨ªder oscurecen sus 39 a?os de historia
Una secta apocal¨ªptica no reacciona ante el peligro igual que los dem¨¢s. Cuando 60 polic¨ªas armados como Robocop se pusieron delante de la entrada del pueblo de Nueva Jerusal¨¦n, los vecinos tocaron m¨²sica, cantaron y bailaron. ¡°Estamos en calma. Si pasa algo, ser¨¢ la voluntad de Dios¡±, dijo una mujer con el pelo tapado con un pa?uelo y con un vestido monacal que le cubr¨ªa todo el cuerpo. Una anciana pas¨® lentamente a su lado cargando en la cabeza una silla de pl¨¢stico. Sonaban tres violines, dos guitarras antiguas llamadas vihuelas y un violonchelo. Mientras fuera los agentes esperaban una orden equipados con rifles de asalto, dentro unas chicas bailaban en c¨ªrculo siguiendo el ritmo de un coro monocorde.
El Gobierno de M¨¦xico mand¨® el lunes pasado un escuadr¨®n policial a esta comunidad religiosa del t¨®rrido Estado de Michoac¨¢n (zona centro del pa¨ªs) para persuadir a sus l¨ªderes de que ser¨ªa preferible que no continuasen violando el art¨ªculo tercero de la Constituci¨®n: ¡°Todo individuo tiene derecho a recibir educaci¨®n. Dicha educaci¨®n ser¨¢ laica, ajena a cualquier doctrina religiosa¡±. Pero este pueblo tiene su propio reglamento, y su art¨ªculo 16 dice que la ¡°autoridad m¨¢xima¡± es la ¡°Sant¨ªsima Virgen Mar¨ªa del Rosario¡±, no la Polic¨ªa Federal ni el Gobierno.
La propia Virgen del Rosario orden¨® en julio a sus adoradores que destruyesen la ¨²nica escuela p¨²blica que hab¨ªa en el pueblo. Una cuadrilla de hombres la demoli¨® con picos y mazos mientras un coro de mujeres cantaba alabanzas a su alrededor. Quemaron los libros de texto y la bandera mexicana. Las clases comenzaron de nuevo el 20 de agosto en todo el pa¨ªs, pero no en Nueva Jerusal¨¦n. El colegio segu¨ªa igual que si el d¨ªa anterior hubiese recibido una lluvia de disparos de mortero. Un sector minoritario de padres que quiere una educaci¨®n normal para sus hijos intent¨® que empezasen el curso en una casa particular, pero los radicales, que son mayor¨ªa y entregan la formaci¨®n de los suyos a monjas del pueblo, impidieron por la fuerza la entrada de los maestros. Dos semanas despu¨¦s, M¨¦xico sigue pregunt¨¢ndose por qu¨¦ en esta villa rural escondida entre cerros la Virgen del Rosario manda m¨¢s que la Ley de la Rep¨²blica.
Nueva Jerusal¨¦n vive en un tiempo diferente al resto del pa¨ªs. En verano van una hora atrasados porque no cambian la hora. Seg¨²n dice un paisano, es ¡°el horario que nos dej¨® Nuestro Se?or¡± y no van a ser ellos quienes toquen el reloj. El presidente de la Escuela Nacional de Antropolog¨ªa de M¨¦xico, Elio Masferrer, cree que incluso van d¨¦cadas por detr¨¢s, m¨¢s o menos por la ¨¦poca del conflicto entre religiosos y anticlericales, la Cristiada: ¡°Son como cristeros trasnochados, una especie de resucitados de la guerra de 1927 que exigen vivir de acuerdo a la doctrina cat¨®lica de antes del Concilio Vaticano II¡±. Masferrer dice que no son ¡°un grupo de loquitos¡±, sino un fen¨®meno extremo pero consecuente de una regi¨®n de tradici¨®n conservadora y sin modernizar.
Pap¨¢ Nabor, Mam¨¢ Salom¨¦ y la grieta del fin del mundo
La comunidad se fund¨® en 1973. Una campesina vidente llamada Gabina Romero tuvo una aparici¨®n de la Virgen del Rosario, que le explic¨® que el mundo se iba a acabar y le orden¨® que montase un pueblo en su nombre. La se?ora habl¨® con un p¨¢rroco local, Nabor C¨¢rdenas, que adem¨¢s estaba irritado con el reciente Concilio Vaticano II porque romp¨ªa con preceptos primitivos de la Iglesia, y entre ambos hicieron la tarea. Recogieron gente de Michoac¨¢n y de otros Estados pobres y llenos de ignorancia como Guerrero, Chiapas y Oaxaca. ¨C¡°Nos vinimos por lo puro tarugo¡±, recuerda Priscila Dom¨ªnguez, una se?ora que se arrepiente de haberse mudado a Nueva Jerusal¨¦n. ¡°A mi marido le dijeron que se iba a acabar el mundo y que aqu¨ª se iba a abrir una grieta y que nos quedar¨ªamos dentro de ella y nos salvar¨ªamos¡±¨C. El cura reaccionario se nombr¨® gu¨ªa espiritual de la comunidad y se puso el apodo de Pap¨¢ Nabor. Le dio el segundo puesto de mando a la vidente y la llam¨® Mam¨¢ Salom¨¦. Comenz¨® a ordenar sacerdotes y fue excomulgado.
Tres apocalipsis m¨¢s tarde ¨Cel fin del mundo ha sido anunciado en el pueblo de manera sucesiva para 1980, 1988 y 1999¨C, fallecidos Nabor y la vidente, el sacerdote soberano es un individuo que se autodenomina Mart¨ªn de Tours y que nunca da la cara cuando los medios se acercan a su loco micro-mundo, un escenario kitsch y fantasmag¨®rico en el que viven unas 3.000 personas divididas entre tradicionalistas, unos 2.000 que siguen a De Tours, y laicos, alrededor de 1.000 religiosos moderados que lo rechazan. Ambos sectores a su vez apoyan a partidos pol¨ªticos enfrentados: los aperturistas al PRD, de izquierda, y los radicales al viejo PRI, que para ellos, seg¨²n dice el bando cr¨ªtico, es ¡°el partido de la Virgen del Rosario¡±. Un periodista local del diario La Jornada, Ernesto Mart¨ªnez Elorriaga, recuerda que en las elecciones de 1995 el candidato estatal del PRI fue por all¨ª y Pap¨¢ Nabor le pidi¨® a un vidente llamado Agapito que fuese a preguntarle a la Virgen a qui¨¦n deb¨ªan votar. El m¨¦dium regres¨® con un radiocasete e hizo sonar una grabaci¨®n (con voz de hombre) en la que la Santa expresaba su deseo de que apoyasen al PRI.
Nueva Jerusal¨¦n es un pueblo inveros¨ªmil. Hay un edificio alto en la entrada al que le llaman El Torre¨®n. Todos dicen que no saben para que sirve. Por dentro est¨¢ vac¨ªo, solo tiene una escalera que lo recorre de arriba abajo. Las ventanas no tienen marcos ni cristales. De repente se ve asomar la cabeza a un muchacho con unos prism¨¢ticos. El Torre¨®n es una mezcla entre un pan¨®ptico y una pagoda oriental. Pero tal vez no sea lo m¨¢s raro que se puede encontrar. Hay un se?or que es de Estados Unidos. El hombre, grandote y de pelo blanco, parece enfermo. Le tiembla el cuerpo, le bailan los ojos y no vocaliza. Farfulla palabras en espa?ol como ¡°culero¡± o ¡°maric¨®n¡± que denotan que tambi¨¦n es un reaccionario. Dice que tiene 17 nombres distintos. Lleva tirantes negros y una camisa gris sudada y con una manga hecha jirones desde el codo.
Los vecinos integristas repiten cada tres o cuatro frases que Nueva Jerusal¨¦n es un lugar tranquilo. Su art¨ªculo 15 dice que la finalidad del pueblo es algo tan encomiable como ¡°lograr la salvaci¨®n eterna de la humanidad¡±. Sin embargo hay sombras sobre la historia y el presente del lugar. Agapito G¨®mez, el vidente que grab¨® la intenci¨®n de voto de la Virgen, fue acusado de violar y embarazar a una ni?a de 11 a?os y en 1998 lo encarcelaron, aunque sali¨® absuelto a los pocos meses. En el pueblo ha habido al menos tres asesinatos por pugnas de poder. Los cr¨ªticos dicen que los tradicionalistas tienen armas y ense?an una foto antigua de ellos posando con rifles. ¡°No son mensos [tontos], est¨¢n preparados para lo que haiga, pero ahora las tienen escondidas¡±, coment¨® un laico el lunes pasado. Ese mismo d¨ªa el miembro del PRD Salvador Barrera, alcalde de Turicato, el municipio donde est¨¢ Nueva Jerusal¨¦n, dijo que hace a?os la comunidad religiosa ten¨ªa una narcopista de aterrizaje, que ahora sus jefes cuentan con armas de fuego y que pueden tener lazos con criminales.
La c¨²pula de la secta apocal¨ªptica que quiere salvar al mundo ha anunciado que defender¨¢ ¡°con la vida¡± su rechazo de la ense?anza laica. ¡°No quieren que los ni?os se hagan sabios y no les obedezcan¡±, opin¨® hace una semana en su casa una adolescente del bando moderado que a?ora conocer m¨¢s de los bosques y del agua con el libro de ciencias naturales. Los radicales arrasaron su escuela porque se lo pidi¨® su m¨¢xima autoridad, la Virgen del Rosario, mientras que las autoridades que deben garantizar el derecho de la chica de aprender cosas del agua y de bosques como los de Michoac¨¢n de momento no imponen su poder sobre la divina voluntad de la secta de Mart¨ªn de Tours.
El colegio sigue destruido. El lunes pasado un asno pastaba entre los muros que quedaron en pie.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.