El plan de est¨ªmulo fractura a los ¡®tories¡¯

Contrariamente a todos los pron¨®sticos de hace dos a?os, cuando George Osborne asumi¨® las riendas de la econom¨ªa brit¨¢nica defendiendo un dr¨¢stico plan de austeridad presupuestaria y profundos recortes del gasto social, el personaje ha devenido la ¡°bestia negra¡± no tanto de los sectores progresistas como del ala m¨¢s derechista de su propio partido conservador. Las reacciones m¨¢s negativas a la remodelaci¨®n del Ejecutivo que ultima David Cameron provienen precisamente de ese sector de la intransigencia tory, que desprecia el t¨ªmido aunque sensible viraje de la pol¨ªtica econ¨®mica para incrementar los pr¨¦stamos gubernamentales a la peque?a empresa y avala, adem¨¢s, nuevos proyectos de infraestructuras que requerir¨¢n fondos p¨²blicos.

Las huestes conservadoras que reclamaban un mayor tijeretazo ultraliberal a las prestaciones del Estado y una reducci¨®n de los impuestos, o bien directamente la cabeza de Osborne, descubrieron el pasado domingo que el Gobierno de Cameron ha decidido optar por el lado pragm¨¢tico y menos ideol¨®gico.

A la hora de apuntalar una econom¨ªa que ha cumplido su tercer trimestre en recesi¨®n y no avista asomo de crecimiento en lo que resta de a?o, el Ejecutivo ha optado por crear un ¡°banco para la peque?a empresa¡±, que compense el bajo nivel de pr¨¦stamos dispensado por las entidades nacionales, y acelerar diversos proyectos de infraestructuras. Entre ellos destaca la construcci¨®n de la tercera pista del aeropuerto londinense de Heathrow (principal aeropuerto del pa¨ªs), reclamada desde varios sectores econ¨®micos y denostada por los grupos ecologistas y los vecinos de la zona.

El apoyo a las pymes puede ser entendido por el gran p¨²blico, independientemente de su filiaci¨®n, pero las ¨²ltimas medidas disgustan por igual a los verdes y a la recia aristocracia rural del campo, una base electoral muy s¨®lida para los tories.

En el terreno pol¨ªtico, esta iniciativa impulsada por Osborne representa el argumento definitivo para un sector del Partido Conservador que esgrime m¨²sculo desde que quedara clara la debilidad de Cameron como gobernante. El principal portavoz de ese sector es David Davis, rival de Cameron en 2005 para el liderazgo del partido, y estos d¨ªas protagonista de un debate p¨²blico con su te¨®rico jefe de filas. ¡°?Eres un hombre o un rat¨®n?¡±, lleg¨® a espetarle en un discurso p¨²blico. El primer ministro respondi¨® al desaf¨ªo desde las p¨¢ginas del Mail on Sunday. ¡°Estoy frustrado por las vallas que tienes que saltar para conseguir algo¡±, admiti¨®.

Este juego de rivalidades escapa a quienes buscan desentra?ar lo que realmente acontece en el seno del Partido Conservador. La ofensiva derechista tambi¨¦n est¨¢ denostando el actual pacto de coalici¨®n con los liberal-dem¨®cratas, aparentemente pasando por alto el hecho de que, sin el control de una mayor¨ªa absoluta, los apoyos de ese aliado son indispensables para la andadura del gobierno. El pulso, por tanto, se dirime a medio o largo plazo y s¨®lo la recuperaci¨®n econ¨®mica que acallar¨ªa cualquier cr¨ªtica podr¨ªa rescatar a Cameron del pozo en el que lo han hundido sus propios correligionarios.