Asesinada de dos balazos en Colombia ¡®La reina de la coca¡¯, una leyenda del crimen
La extraficante Griselda Blanco, de 69 a?os, estuvo casi tres d¨¦cadas presa en Estados Unidos Dos sicarios subidos en moto la han ejecutado cuando hac¨ªa la compra en un carnicer¨ªa
A las tres de la tarde de este lunes, en Medell¨ªn, una anciana entr¨® a una carnicer¨ªa del barrio de Bel¨¦n. Estuvo 30 minutos escogiendo la carne que se llevar¨ªa para la semana. El matarife, quien llevaba la cuenta en casi 120 euros, estaba terminando de despachar el pedido de la mujer cuando de repente se escucharon dos tiros. La anciana, tendida en el piso, hab¨ªa sido atacada por dos sicarios que le dispararon en la cabeza y huyeron a toda prisa en una moto.
As¨ª acab¨® la vida de Griselda Blanco, La reina de la coca, La Madrina, una mujer de 69 a?os responsable de 250 homicidios en Colombia y que entre las d¨¦cadas del 70 y 80 acumul¨® una fortuna incalculable traficando coca¨ªna desde este pa¨ªs hacia Estados Unidos. Ella, como el capo fallecido Pablo Escobar, ten¨ªa todo un repertorio de excentricidades en su carrera criminal: mat¨® a sus dos esposos por l¨ªos con el narcotr¨¢fico; de sus cuatro hijos, dos fueron asesinados por nexos con la mafia, otro sigue preso en Estados Unidos y el ¨²ltimo, llamado Michael Corleone, padece una enfermedad.
Once a?os despu¨¦s de haber sido deportada de Estados Unidos, donde cumpli¨® casi 30 a?os de c¨¢rcel por inaugurar la ruta del narcotr¨¢fico Colombia-Florida que a?os m¨¢s tarde hered¨® el Cartel de Medell¨ªn de Escobar, quiso rehacer su vida como una mujer normal que hac¨ªa sus compras, pagaba sus cuentas y de la que nadie sospechaba qui¨¦n era realmente, a pesar de nunca haberse cambiado de nombre. Blanco, al parecer, conservaba algunas propiedades que pensaba vender pronto para mantenerse el resto de su vida.
Un perfil de Blanco escrito por Ethan Brown y publicado en la revista colombiana Don Juan en octubre de 2008, describe c¨®mo esta exconvicta asesin¨® en Medell¨ªn a su primera v¨ªctima cuando era apenas una ni?a: ¡°Griselda, a la edad de once a?os, baj¨® de las lomas que circundaban la ciudad, junto a un grupo de ni?os pordioseros, hacia el centro del valle en donde secuestraron a un ni?o de diez a?os, miembro de una familia adinerada. Secretamente el ni?o fue transportado a un barrio pobre en las colinas, donde ella y sus secuaces lo tuvieron como reh¨¦n, mientras somet¨ªan a su familia con sus demandas. Infortunadamente para el ni?o, la familia no reaccion¨® a tiempo. El grupo de muchachos le hab¨ªa dado a Blanco un arma para que le disparara al joven en el medio de los ojos. Quiz¨¢s, por vivir en un ambiente tan propenso a la violencia, la ni?a de once a?os se sent¨ªa insensible a ideas sanguinarias, tal vez era s¨®lo su naturaleza. El caso es que Griselda puso el arma en la cabeza del ni?o y apret¨® el gatillo y se convirti¨® en el primero de una larga lista de v¨ªctimas¡±.
Milagrosamente, Blanco sobrevivi¨® casi ocho a?os en Colombia a pesar de los enemigos que le hab¨ªan dejado sus pasos por el negocio de la droga. Al morir, iba acompa?ada de una joven embarazada que despu¨¦s de los disparos la subi¨® con la ayuda de otras personas al coche en el que llegaron a la tienda. A toda velocidad, la llev¨® hasta el centro m¨¦dico m¨¢s cercano. Sin embargo, no hab¨ªa nada que hacer. Griselda Blanco muri¨® en la sala de Urgencias.
¡°La venganza es un plato que se sirve fr¨ªo¡±, sol¨ªa decir ella cuando se refer¨ªa a sus enemigos muertos. Y tambi¨¦n cuando recordaba El Padrino, la pel¨ªcula favorita de La reina de la coca.
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