La OTAN traspasa el control de la prisi¨®n de Bagram a los afganos
El recinto, situado a 60 kil¨®metros de Kabul, alberga la principal base militar estadounidense y la c¨¢rcel para los insurgentes m¨¢s peligrosos
En el contexto de una creciente desconfianza entre las tropas de Afganist¨¢n y las de Estados Unidos, por el incremento de ataques ¡®fratricidas¡¯, la Alianza Atl¨¢ntica formaliz¨® este lunes la transferencia del mayor centro de detenci¨®n militar del pa¨ªs a la custodia del gobierno de Kabul. Se trata de uno de los mayores hitos en la operaci¨®n de transferencia de soberan¨ªa a manos afganas, antes del repliegue total de tropas, que culminar¨¢ antes de 2015. En ese centro, conocido como prisi¨®n de Parwan, dentro de la base militar de Bagram, se quemaron en febrero centenares de Coranes, un incidente que provoc¨® unas protestas a nivel nacional que se saldaron con 41 muertes.
La OTAN y Afganist¨¢n pactaron el traspaso de la custodia de la prisi¨®n en marzo. Finalmente, la ceremonia de transferencia tuvo lugar este lunes, el ¨²ltimo d¨ªa del plazo marcado entonces. El presidente afgano, Hamid Karzai, no estuvo presente en ella, pero la calific¨® previamente de ¨¦xito para su Gobierno, en un comunicado. En el centro de detenci¨®n de Parwan, EE UU retuvo a unos 3.000 supuestos insurgentes, entre ellos aquellos que consideraba l¨ªderes en las operaciones de combate de la Guerrilla Talib¨¢n. Momentos despu¨¦s de esa ceremonia, un ataque suicida en Kunduz, en el norte del pa¨ªs, provoc¨® 15 muertos, todos civiles, y 25 heridos, seg¨²n el Gobierno de Afganist¨¢n.
EE UU mantendr¨¢ todav¨ªa la custodia de unos 30 detenidos a los que considera insurgentes con alto grado de mando en la Guerrilla Talib¨¢n, y sobre los que exige a Kabul garant¨ªas de que no ser¨¢n liberados. Seg¨²n fuentes de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de Afganist¨¢n de la OTAN, un 99% de los detenidos en la prisi¨®n de Parwan antes del 9 de marzo est¨¢n ya bajo custodia de las fuerzas armadas afganas. Los mandos norteamericanos est¨¢n investigando a otros 600 supuestos insurgentes, detenidos en los pasados seis meses, pero esperan poder transferirlos a manos afganas en las pr¨®ximas semanas.
Los mandos norteamericanos retuvieron en Parwan a supuestos insurgentes durante a?os, con el argumento de que supon¨ªan una amenaza para la seguridad nacional de Afganist¨¢n y para los intereses de la OTAN en ese pa¨ªs. Muchos de los detenidos en la base naval de Guant¨¢namo pasaron antes por Parwan, y acusaron posteriormente a sus captores de haberles torturado all¨ª, empleando t¨¦cnicas como el ahogamiento fingido [waterboarding]. Al menos dos detenidos en esa c¨¢rcel de la base de Bagram fallecieron cuando estaban bajo custodia de las tropas extranjeras. Seg¨²n el acuerdo de transferencia de soberan¨ªa, una quincena de detenidos ha sido liberados despu¨¦s de que EE UU determinara que no suponen una amenaza para su seguridad o la de Afganist¨¢n.
Entre los mandos de EE UU ha habido una notable resistencia a transferir la custodia de la prisi¨®n a manos afganas, dado el riesgo de que el sistema de justicia de ese pa¨ªs libere a una considerable cantidad de ellos, por considerar que faltan pruebas fehacientes de su conexi¨®n con la Guerrilla Talib¨¢n o el grupo terrorista Al Qaeda. A la ceremonia no acudi¨® personal de la embajada de EE UU en Kabul. Tampoco estuvo presente el teniente general Keith M. Huber, comandante de la prisi¨®n hasta la fecha de la transferencia. Sobre la transferencia no se pronunci¨® tampoco el comandante al mano de las tropas de la OTAN en Afganist¨¢n, general del Marine Corps John Allen.
En febrero, unos soldados norteamericanos destinados a Parwan requisaron varios centenares de Coranes y otros textos sagrados del Islam, por sospechas de que los detenidos los empleaban para comunicarse entre ellos. Buscando librarse de ellos, los quemaron en las inmediaciones de la base de Bagram, la mayor del pa¨ªs. Aquello provoc¨® la ira de numerosos grupos religiosos, y de una buena parte de la poblaci¨®n civil. Los disturbios provocaron 41 muertes, cuatro de ellas entre las filas de las tropas aliadas. De estas ¨²ltimas, dos se debieron a ataques fratricidas, incidentes en los que soldados afganos abrieron fuego contra uniformados extranjeros.
La quema de Coranes precedi¨® al notable incremento de ataques ¡®fratricidas¡¯ que vive el pa¨ªs. En lo que va de a?o, estos han provocado un 14% de las bajas entre los soldados extranjeros: 45 muertos, frente a los 33 de 2011 y los 21 de 2010. Recientemente, el l¨ªder talib¨¢n, el Mul¨¢ Omar, llam¨® a los insurgentes a infiltrarse entre los rangos de las fuerzas armadas afganas, para diezmar a las tropas extranjeras con ese recurso. Hace dos semanas, el mando de los cuerpos de operaciones especiales de EE UU puso entre par¨¦ntesis el entrenamiento de nuevos reclutas de la milicia conocida como Cuerpo de Polic¨ªa Local de Afganist¨¢n, a la espera de imponer sistemas m¨¢s rigurosos de investigaci¨®n de aspirantes a soldado.
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