?Es terrorista todo lo kurdo?
Zeynep Kuray, s¨ªmbolo de las muchas dudas de la profesi¨®n period¨ªstica y los defensores de los derechos humanos sobre el juicio abierto en Turqu¨ªa contra 44 informadores
Zeynep Kuray, de 32 a?os de edad, se est¨¢ convirtiendo en el s¨ªmbolo de las muchas dudas de la profesi¨®n period¨ªstica y los defensores de los derechos humanos sobre el juicio reci¨¦n abierto en Turqu¨ªa contra 44 periodistas acusados de vinculaci¨®n con las actividades terroristas del independentismo kurdo. Kuray tiene la nacionalidad turca, pero es kurda y militante por los derechos de su pueblo, lo que, en principio, no deber¨ªa ser un delito en el pa¨ªs que gobierna Recep Tayip Erdogan. ?Cu¨¢les son entonces los cargos concretos por los que, desde el pasado lunes, se sienta en el banquillo de los acusados de un tribunal de Estambul junto con decenas de compa?eros? Pues, intento de desprestigio del Estado turco por haber escrito sobre casos de acoso sexual a mujeres en el seno de la compa?¨ªa a¨¦rea de bandera nacional Turkish Airlines.
Huele mal, y por eso la Asociaci¨®n de Periodistas de Santiago de Compostela (APSC) ha decidido ¡°apadrinar¡± a Kuray, una profesional de la agencia de noticias Firat News Agency (ANF) y el diario Birgun, ambos en lengua kurda. En un acto celebrado el lunes en la compostelana Facultad de Ciencias de la Comunicaci¨®n, Luis Men¨¦ndez, presidente de la ASCP, explic¨® el caso Kuray y denunci¨® la ¡°represi¨®n de la libertad de expresi¨®n¡± en Turqu¨ªa que representa la apertura de este ¡°macro juicio¡±. Amnist¨ªa Internacional, Human Rights Watch y Reporteros Sin Fronteras tambi¨¦n est¨¢n criticando con dureza este proceso.
Kuray fue detenida el pasado 20 de diciembre, en el marco de una amplia redada contra medios de comunicaci¨®n kurdos. La fiscal¨ªa ha construido una heter¨®clita acusaci¨®n en la que vincula a todos y cada uno de los 44 periodistas con las actividades del KCK (Uni¨®n de Comunidades del Kurdist¨¢n), un movimiento kurdo ilegal que sirve de paraguas al PKK, el Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n conocido internacionalmente por sus actividades guerrilleras y terroristas. De los 44 periodistas juzgados, 36 permanecen encarcelados desde diciembre.
Es ¨¦ste el mayor juicio contra periodistas de la historia turca. A los procesados se les ha negado el derecho a expresarse en su lengua materna, en otra prueba de las dificultades de la actual Turqu¨ªa para aceptar su diversidad cultural. La fiscal¨ªa pide penas de prisi¨®n que van desde los 7 a los 22 a?os.
El contexto de este juicio es el recrudecimiento del conflicto kurdo: 708 muertes violentas desde junio de 2011
Cuando en 2003 lleg¨® al poder como resultado de una indiscutible victoria electoral, Erdogan -l¨ªder del AKP, un partido que se pretende islamista moderado, un equivalente a las partidos democristianos europeos- impuls¨® un esfuerzo por democratizar Turqu¨ªa tras d¨¦cadas de gobierno autoritario y secularista de los militares herederos de Ataturk. Con independencia de cu¨¢les fueran o dejaran de ser sus verdaderas convicciones personales y partidistas, Erdogan ten¨ªa entonces un poderoso acicate para caminar por esa senda: una posible incorporaci¨®n a la Uni¨®n Europea.
El gobierno del AKP le reconoci¨® a la minor¨ªa kurda ¨Cunos 13 millones de los 70 millones de habitantes del pa¨ªs- algunos derechos ¨Cel uso de la lengua propia, su ense?anza en las escuelas y un canal p¨²blico de televisi¨®n, m¨¢s bien folcl¨®rico-. Pero el rechazo frontal de la Alemania de Merkel y la Francia de Sarkozy a la candidatura europea de Turqu¨ªa ha ido desincentivando al AKP. Y han ido aumentando las quejas de los sectores laicos democr¨¢ticos por el autoritarismo creciente del Gobierno islamista.
Por el contrario, la situaci¨®n regional ha obligado a Erdogan a mirar menos hacia el Oeste y m¨¢s hacia el Este. Turqu¨ªa apareci¨® muy pronto como un posible modelo de democracia con gobierno islamista moderado para la Primavera ?rabe, y, sin la menor pausa, la brutal represi¨®n en Siria de las protestas juveniles le coloc¨® en la primera l¨ªnea de combate. Los choques violentos entre fuerzas de seguridad turcas y guerrillas del PKK ¨Calentadas ahora por el r¨¦gimen de El Asad, que se venga as¨ª del apoyo de Erdogan a las protestas sirias- van aumentando. Los ¨²ltimos 14 meses han sido los m¨¢s violentos desde que Abudl¨¢ ?calan, l¨ªder del PKK, fuera capturado y encarcelado en 1999.
El International Crisis Group, un observatorio basado en Bruselas, calcula que estos enfrentamientos ya han provocado la muerte de 708 personas desde junio de 2011: 405 militantes del PKK, 209 soldados y polic¨ªas turcos y 84 civiles. Ambos bandos, seg¨²n el International Crisis Group, est¨¢n empeorando la situaci¨®n. Las autoridades turcas, afirma, deber¨ªan reformar leyes opresivas contra los kurdos y terminar con los excesos de sus fuerzas de seguridad. Por su parte, el PKK deber¨ªa renunciar a cualquier tipo de acci¨®n terrorista y comprometerse con objetivos realistas.
Es en este contexto donde se enmarca la dura y fulminante represi¨®n de los periodistas kurdos y el juicio de Estambul. Las autoridades turcas afirman que los encausados y los medios de comunicaci¨®n para los que trabajan son compa?eros de viaje, si no militantes m¨¢s o menos encubiertos, del terrorismo del PKK. Idris Naim Sahin, ministro del Interior, ha comparado a estos periodistas con los combatientes del PKK, asegura que ¡°no hay diferencias¡± entre las ¡°balas¡± disparadas en el sudeste kurdo y los ¡°art¨ªculos¡± escritos en Ankara.
Diversos tab¨²es limitan seriamente la libertad de prensa en Turqu¨ªa. Unos son heredados de muchas d¨¦cadas de autoritarismo militar laico: la figura del propio Ataturk, el Ej¨¦rcito, el genocidio armenio... Otros van siendo impuestos por los actuales gobernantes: el Cor¨¢n, el profeta Mahoma, la blasfemia... Y junto a ellos, por supuesto, est¨¢ la cuesti¨®n kurda.
Los iniciales intentos de apertura de Erdogan en relaci¨®n a los kurdos nunca fueron muy populares entre sus compatriotas. El pa¨ªs forjado por Ataturk a partir de los escombros del imperio otomano tuvo desde su comienzo, y por definici¨®n, un elemento primordial de nacionalismo turco. As¨ª que ni los militares ni el grueso de la poblaci¨®n comprendieron muy bien los gestos de Erdogan hacia ¡°esos monta?eses¡±.
Esa apertura ya muri¨®. Ahora hay m¨¢s de 100 periodistas encarcelados en Turqu¨ªa, m¨¢s que en Ir¨¢n o China, y la mayor¨ªa son kurdos. Un total de 44 se sientan desde el lunes en el banquillo de los acusados. ?Est¨¢n todos y cada uno vinculados a actividades susceptibles de ser consideradas terroristas? A la hora de probar esta acusaci¨®n, a las autoridades turcas no les ayudan, desde luego, hechos como que el presunto delito de ?zlem Agus, reportero de Tigris News Agency, sea haber sacado a la luz los abusos sexuales de menores en la prisi¨®n de Ponzati. O el de Zeynep Kuray, haber informado sobre acoso a trabajadoras de Turkish Airlines.
Hay fotos que muestran a Kuray en el momento de ser detenida en diciembre. Hace el signo de la victoria y sonr¨ªe. Preguntada por esto ¨²ltimo, responde: ¡°Sonre¨ªr es una prerrogativa ideol¨®gica¡±.
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