La imposible reconquista del norte de Mal¨ª
Mientras los islamistas radicales asientan su poder en el norte del pa¨ªs, las autoridades locales env¨ªan ambiguas peticiones de ayuda a sus vecinos africanos y a Europa
Los unos, los islamistas ultrarradicales, van deprisa. Los otros, sus adversarios, titubean y no avanzan. Medio a?o despu¨¦s de que grupos armados aparentemente heterog¨¦neos se adue?asen del norte de Mal¨ª, estos han incrementado su fuerza y consolidado su poder erigiendo en el coraz¨®n de ?frica una entidad que recuerda al Afganist¨¢n de los talibanes.
Las autoridades de Mal¨ª, divididas entre civiles y militares, no acaban de poner a punto su respuesta a ese reto. Para dar la r¨¦plica a los islamistas, han solicitado una ambigua ayuda militar a la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (CEDEAO). Muchos expertos dudan, sin embargo, de que esos ej¨¦rcitos puedan reconquistar el norte sin la participaci¨®n del mastodonte argelino, por ahora remiso.
La Europa del sur, con Francia a la cabeza, considera que esa entidad isl¨¢mica es ahora la mayor amenaza exterior para su seguridad. Empuja a los africanos a actuar. Para ayudar a ej¨¦rcitos y gendarmes nigerinos, la UE acaba de estrenar en Niamey una misi¨®n de apoyo (Eucap-Sahel), de 80 hombres, que dirige el coronel de la Guardia Civil Francisco Espinosa. A fin de mes se celebrar¨¢ en Nueva York una cumbre sobre ese desaf¨ªo terrorista convocada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
El primer fin de semana de este mes cay¨® la peque?a ciudad de Douentza en manos del Movimiento para la Unidad del Yihad en ?frica Occidental (MUYAO), el grupo terrorista que secuestr¨® hace un a?o a los cooperantes espa?oles en Tinduf. La tom¨® sin disparar. Hac¨ªa tiempo que las fuerzas de seguridad malienses se hab¨ªan retirado y la milicia patri¨®tica que la defend¨ªa se rindi¨® sin luchar. Su jefe, el comandante Dicko, se entreg¨® a cambio de un pu?ado de euros, seg¨²n la prensa de Bamako.
Los terroristas pueden pagar. Gracias a los secuestros ¡ªa¨²n hay 11 rehenes¡ª y a la protecci¨®n que brindan al contrabando y al narcotr¨¢fico, han amasado en estos a?os unos 64 millones de euros, seg¨²n el investigador Fernando Reinares, del Real Instituto Elcano, una cifra que Ahmedou Ould Abdal¨¢, que preside en Nuakchot un centro de estudios sobre el Sahel (Centre 4S), eleva a 150. Por algo el general Carter Ham, al frente del mando del Pent¨¢gono para ?frica, asegura que son los terroristas m¨¢s ricos.
La conquista de Douentza es importante no tanto por el tama?o de la ciudad, sino porque no forma parte de ese inmenso norte de Mal¨ª (830.000 kil¨®metros cuadrados) cuyas tres ciudades (Tombuct¨², Gao y Kidal) est¨¢n en poder de los islamistas desde marzo. ?Seguir¨¢n avanzando hacia Bamako, la capital? ¡°Nuestro objetivo no es llegar tan lejos¡±, declar¨® Oumar Ould Hamaha, portavoz del MUYAO.
Su primer objetivo es consolidar su poder y organizar la coexistencia con los otros grupos que conviven en el norte, los tuaregs islamistas de Ansar Dine y la rama magreb¨ª de Al Qaeda que, se sospecha, es la que de verdad manda en la regi¨®n. La instauraci¨®n de la sharia, con la flagelaci¨®n o lapidaci¨®n de parejas ad¨²lteras y la amputaci¨®n de pies y manos de ladrones, ha sido su iniciativa m¨¢s llamativa, pero no es la ¨²nica.
¡°Han vaciado las ciudades de sus notables, han convertido hoteles y otros edificios en centros de educaci¨®n isl¨¢mica, reclutan a j¨®venes que afluyen de otros pa¨ªses, les dan una formaci¨®n militar y, como ya no campan en el desierto sino que controlan ciudades, les han invitado a traerse a sus familias o que contraigan matrimonio¡±, explica Ould Abdal¨¢.
En marzo fueron menos de mil hombres armados los que expulsaron del norte al Ej¨¦rcito de Mal¨ª y ahora son ya unos 6.000 los que empu?an un arma adquirida durante la guerra de Libia. Mientras confluyen los reclutas islamistas en el norte la poblaci¨®n civil se marcha. Los refugiados ascienden a 443.000, un tercio de la poblaci¨®n de la regi¨®n, seg¨²n la ONU. ¡°Son gentes que han votado con los pies¡±, recalca Ramata Diaour¨¦, directora del semanario 22 Septembre de Bamako.
Quedarse significa no solo estar sometido al yugo de la nueva polic¨ªa isl¨¢mica sino vivir en una regi¨®n en la que los servicios p¨²blicos, desde la atenci¨®n m¨¦dica b¨¢sica hasta el agua potable, est¨¢n ¡°a punto de colapsar¡±, seg¨²n Yasmin Praz, directora de operaciones del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja.
El primer rayo de luz en este panorama sombr¨ªo fue la carta que el jefe de Estado interino de Mal¨ª, Dioncoundra Traor¨¦, envi¨® el 4 de septiembre al presidente de la CEDEAO, el marfile?o Alassane Ouattara, solicit¨¢ndole ayuda para la ¡°la recuperaci¨®n de los territorios del norte y la lucha contra el terrorismo¡± que el maltrecho Ej¨¦rcito maliense (7.500 hombres) es incapaz de llevar a cabo en solitario.
La CEDEAO es proclive a enviar a Mal¨ª un contingente de hasta 3.300 hombres al que Europa y EE UU brindar¨ªan un apoyo log¨ªstico. Espa?a, se?al¨® Asuntos Exteriores, ¡°tiene la mejor disposici¨®n para acompa?ar¡± iniciativas que ¡°garanticen la integridad territorial¡± de Mal¨ª. El presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, conf¨ªa en que el Consejo de Seguridad de la ONU d¨¦ ¡°legitimidad jur¨ªdica¡± a esta operaci¨®n. Para ir creando un ambiente propicio, convenci¨® a Ban Ki-moon de que convoque una cumbre, dentro de diez d¨ªas, a la que asistir¨¢n 60 l¨ªderes mundiales.
Encabezados por el capit¨¢n Amadou Sanogo, los militares malienses, que en marzo dieron un golpe de Estado, han puesto todo tipo de cortapisas a la petici¨®n de Traore. Aunque han devuelto el poder a los civiles, estos siguen bajo su tutela. Orgullosos, han presionado con ¨¦xito para que las tropas de la CEDEAO no combatan y solo ¡°se impliquen en el control de las ciudades reconquistadas¡± por los malienses.
Mal¨ª ¡°tampoco se ha pronunciado sobre la ampliaci¨®n¡± a su territorio de la misi¨®n antiterrorista que la UE lanza en N¨ªger, recuerda el coronel Espinosa. Sin contundente ayuda exterior, los expertos dudan de que el Ej¨¦rcito maliense sea capaz de recuperar por s¨ª mismo una sola parcela frente a islamistas determinados y bien equipados.
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